Provocación.

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(Esta parte comienza con la escena donde Armando pierde el control y besa a Betty con la puerta abierta donde los encuentra Catalina Angel.)

—Este es el nuevo Armando el que usted ha creado... ¡el que le puede gritar si se le da la gana! el que la puede besar el que puede hacer con usted lo que se le de la gana!!...¿me entendió?

De inmediato comenzó a forcejear con Betty para poder besarla. Ella se removía entre sus brazos tratando de zafarse de su agarre pero era inútil, sus brazos la rodeaban inmovilizándola. Ella se sacudió un par de veces tratando de escabullirse pero Armando tenía mas fuerza y sus labios no tardarían en alcanzarla.

—Doctor por favor....—jadeo—

Armando finalmente se encontró con sus labios y comienzo a besarla desesperadamente mientras la apretaba contra su cuerpo con posesión. Ella abrió su boca para protestar pero su lengua la alcanzo penetrando de su boca con sed de pasión, probándola, marcándola y recorriéndola con deleite . Betty seguía removiéndose incomoda, nunca la habia besado asi y la verdad su cuerpo estaba respondiendo a esos estímulos.

La excitación no tardo en llegarle a Armando, el quería tomar posesión de su cuerpo, quería hacerla suya, queria que supiera que Nicolas Mora no pasaría por encima de el, Betty era suya.

—Doctor... pueden vernos...—murmuro Betty.—

Armando miro la puerta con el ceño fruncido, resignado se dirigió hasta ella y la cerro con seguro.

—Doctor... que esta haciendo... Nicolas me está esperando...

Armando rió maliciosamente y se acerco peligrosamente a Betty quedando a sólo centímetros de su cara, puso ambas manos en sus hombros y la miro a los ojos. Betty al sentir sus manos tocándola, su piel de inmediato dolió ante su tacto, sabia que era débil cuando el estaba cerca, ya que su cuerpo entero reaccionaba.

—Usted no se va para ningún lado, no señora. —negó con la cabeza— esta noche las reglas las pongo yo Beatriz.

Betty trato de escabullirse por debajo del brazo de Armando, pero este fue mas rapido y la tomo de la cintura pegándola a su cuerpo, sus glúteos rebotaron exquisitamente en la gran erección de Armando. Betty al sentir su erección apretada contra su trasero se sonrojó levemente y sintió como todo su cuerpo caía ante su tentación, hace mucho no hacían el amor y su cuerpo lo deseaba demasiado.

—Usted esta borracho, por favor doctor...

Armando hizo caso omiso ante su petición y le despejo el cuello haciendo su cabello a un lado, de inmediato comenzó a besarle el cuello provocando que Betty se estremeciera y comenzara a gemir despacio.

—¿Le gusta? —pregunto Armando mientras llegaba a su lóbulo lamiéndolo provocándole escalofríos por todo el cuerpo.—

—Doctor no mas...—lloriqueo.—

Betty se sentía morir, no sabia como controlarse a tal provocación, sus piernas estaban débiles, ya podía sentir la humedad de su entrepierna empapándola, podría acabar solamente con solo sus besos, estaba tan débil.

—Quiero que sepa que usted es mía, solamente mía ¿oyó?, todo su cuerpo me pertenece.

Bajo sus manos y comenzó a subir el vestido de Betty bruscamente , camino unos pasos guiando a Betty al escritorio y continuo ahora bajando sus pantis con rudeza , dejando expuesto su trasero solamente con braguitas, Armando lo miro con deseo, se relamió los labios mientras se colocaba detrás de ella, aspiro el olor de su cabello mientras cerraba sus ojos deleitándose con su aroma. Betty mordió su labio inferior y lo miro incrédula, ella también estaba muy mojada, su vagina palpitaba de deseo y eso que aun no la tocaba.

Armando se agacho quedando a la altura de su feminidad, bajo de sus braguitas y comenzó a besarla sin piedad entre las piernas haciendo que Betty se recargará del escritorio mientras gemidos de sorpresa salían de su boca. Armando separo aun mas las piernas de Betty y esta vez uso la lengua probando cada rincón, saboreándolo, deleitándose.

—Doctor por favor... pare... —lloriqueo removiendose excitada.—

Armando gimió de solo mirar como Betty moria de placer, estaba tentándolo a embestirla de una vez por todas. La miro a los ojos mientras chupaba uno de sus dedos, este lo llevo a la braguita de Betty para luego sin previo aviso meterlo en su vagina y rápidamente comenzó a penetrarla mientras la miraba fijamente a los ojos, ella gimió sorprendida mientras sentía como su clitoris cosquilleaba ante su rudeza, su dedo largo se movía una y otra vez dentro de su vagina tentándola a correrse en cualquier momento.

—Doctor...no por favor...

Armando seguía penetrando con su dedo una y otra vez a Betty, ella estaba empapada.

—¿Ah si? —gruño.— ¿no quiere que siga Beatriz?

Betty comenzó a gemir aun más, sentir sus piernas desfallecer y su sexo palpitaba con ganas de llegar al clímax.

—Sabe que no aguanto un segundo mas sin poder sentirla. —su voz sonaba grave y muy sensual.—

Al decir esto se bajo los pantalones y se deshizo de su cinturón como pudo quedando solo en boxer y al fin pudo liberar su gran miembro , este lo acomodo en la entrada de Betty para luego embestirla con una estocada haciendo que ambos gimieran excitados, Armando cerro los ojos mientras se mordió el labio inferior, al fin la sentía después de tanto tiempo, sentir las paredes apretadas de Betty envolviéndolo lo estaba volviendo loco, siguió embistiendo una y otra vez gruñendo de placer cerca de su oído. Betty por su parte seguía gimiendo despacio tratando de no gritar de placer para que nadie se diera cuenta. Armando la sintió aguantando las ganas de quejarse y puso una de sus grandes manos sobre su boca para callar su placer y que así pudiera gemir tranquila contra su mano.

—¿Le queda mas claro que usted es mía? —susurro en su oído haciendo que Betty se estremeciera ante sus palabras.—

El comenzó a besar de su espalda , detrás de su oreja, su pelo, su piel  con desesperación. Sus manos ansiosas se olvidaron de sus quejidos y ahora se encontraban recorriendo sus pechos.

—Si doctor... soy suya. —Jadeo.—

Armando sonrío satisfecho y comenzó a embestirla más rápido, sus sexos chocaban con rudeza mientras él mantenía el control de los movimientos, no tardaron mucho en estallar de placer, Betty se corrió junto con el con la sensación maravillosa de su miembro llenándola perfectamente, llegando ambos al clímax.

Al recobrar el sentido se comenzaron a vestir y a ordenar. Armando aun tenia unas pequeñas gotas de sudor en la frente, Betty al verlo se las limpio con un pañuelo que tenia en su escritorio mirándolo con ternura.

— Yo nunca he dejado de amarlo doctor.

Lo miro a los ojos a pesar de que ella sabia todo, aun lo amaba. Armando la miro encantado como si el alma se le devolviera al cuerpo.

—Betty.... mi Betty. —susurro cerca de su rostro acariciando su mentón.—

Se acerco un poco mas a sus labios y se comenzaron a besar apasionadamente.


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Oneshots eroticos Armando & BettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora