Entre canibales.

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🚫Advertencia: Este corto puede ser demasiado explicito para algunas personas, se recomienda discreción. Recuerden que todo es ficción, espero lo disfruten.🔥

Armando estaba sumamente molesto con Betty, le molestaba de sobremanera su indiferencia, sus desplantes, su absoluto rechazo. Pero ya no aguantaba más, la paciencia se le había terminado y esta noche acabaría con eso, tenia pensado en hablar con ella y aclarar todo de una vez por todas. Tomo un vaso de whisky y se quedó esperando sentando en su escritorio que saliera de su oficina. Esperaría las horas que fueran necesarias, porque esta vez ella no se le escaparía.

Se escucho el ruido de la puerta abriéndose y rápidamente salió Betty con todas sus cosas, al girarse y ver a su jefe aun en la oficina quedo desconcertada. Ella solo se dedicó a mirarlo con repudio atreviéndose a desafiarlo con la mirada.

—No sabía que todavía estaba aquí doctor. Buenas noches que descanse. —Dijo con una sonrisa falsa—

Se dirigió a la puerta con pasos firmes, nuevamente lo estaba dejando plantado y eso la hacia sentir un tipo de adrenalina, porque el tenia comportamientos muy extraños últimamente. Abrió ambas puertas de la oficina con fuerza, pero estaban cerradas con llave, hizo un último intento fracasando también. Trago saliva nerviosa y lo miro. Armando estaba tomando lo ultimo de su trago y su mirada oscurecida la recorrió de arriba hacia abajo dejándola helada.

Trato de ignorarlo realmente molesta y se dirigió hacia la puerta que conectaba presidencia, empujo con fuerza y está igual se encontraba cerrada, resoplo frustrada por la situación.

—¿Tiene Prisa Beatriz?

—Si, esta noche tengo un compromiso muy importante. Necesito que me abra la puerta por favor.

Armando fingió una sonrisa y se paró de su asiento.

—Pues no Beatriz, como le parece que esta noche el único compromiso que usted tendrá es conmigo.

Dejo el vaso que tenia en su mano de forma brusca sobre el escritorio, haciéndola pegar un saltito debido al ruido que provoco. El tenía la mandíbula apretada, se dirigió lentamente hacia ella.

—¿Algún problema?

—No doctor...pero por favor sea breve.

Su cuerpo se posiciono frente a ella mirándola con absoluta autoridad. Betty suspiro viendo como su carácter imponente provocaba efectos en ella, trato de relajar sus hombros y bajar la vista pero su mano atrapo su mentón e hizo que lo mirara. Acerco su boca hacia su mejilla depositando un suave beso.

—¿Breve?, más bien será largo y completamente placentero...—su aliento choco contra su oreja provocándole un maravilloso cosquilleo. —

Betty trago saliva al escucharlo, nuevamente estaba perdiendo el control de su cuerpo, sintió que su piel se erizaba y sus pezones se marcaban a través de la tela.

Armando coloco ambos brazos a los lados de Betty, estaba arrinconándola. Se relamió los labios mirando sus pechos y luego miro su rostro. La verdad tenía muchas ganas de hacerla suya, hace tiempo su cuerpo no la tocaba y ni siquiera había podido masturbarse, quería tomarla en ese mismo instante y recordarle lo buen amante que era.

—¿Porque me rechaza Beatriz?, es que acaso se acuesta con alguien más... —soltó molesto entre dientes.—

Su mano tomo nuevamente su mentón, esta vez de una forma más brusca e hizo que lo mirara a los ojos, Betty jadeo ante su contacto y negó con la cabeza.

—Yo a usted la deseo demasiado Beatriz... ¿porque no complace a su jefe un ratico?...¿ah?

Su respiración estaba agitada, su aliento golpeaba su rostro, Betty pudo comprobar que había estado bebiendo.

Oneshots eroticos Armando & BettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora