Sexting II

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Armando se había ido sigilosamente de la casa de Betty, se le habían pasado las horas entre sus brazos así que al despertar en la madrugada decidió irse para que Betty no tuviera problemas con sus padres. Prendió el carro y se dirigió a su casa, pero de algo estaba seguro es que Betty no se salvaría de su castigo.

Al día siguiente Armando llegó temprano a su oficina, Betty aun no había llegado y las del cuartel tampoco así que aprovechó esta oportunidad para meterse en su oficina y esperarla allí.

Al ingresar se metió en la oficina que era antes de Betty y se quedó sentado contemplando el escritorio, muchos recuerdos se le vinieron encima, pasaron muchos momentos importantes de su vida en ese lugar y eso siempre lo tenía presente, era un lugar muy especial para el, miro los cajones y al abrir uno estaba la famosa foto tamaño carnet que tenia de Betty antes de su cambio, debió ser una copia extra. Tomo la foto entre sus manos y la contemplo con ternura mientras sonreía.

De pronto escucho la puerta de presidencia abrirse, no había duda de que Betty había llegado, así que guardo la foto en su billetera y se convenció para salir a buscarla con una sonrisa de oreja a oreja.

- Mi amor te estaba...

Se callo apenas vio al maldito de Calderón parado frente a él.

- ¿Mi amor? - preguntó Mario mientras lo miraba extrañado. -

Armando suspiro.

-¿Usted que hace aquí? -dijo con el ceño fruncido-

Mario suspiro y lo miro seriamente.

- Hermano yo sé que usted me echo a patadas de aquí, pero no puede prohibirme la entrada, todavía soy socio importante de la empresa. Pero no se preocupe, vengo en son de paz -levantó las manos.- venía a pedirle perdón.

Armando enarco una ceja.

- Calderón no juegue, vino temprano hasta aquí ¿a pedirme perdón?

- Para que veas que te amo. -rio- no hombre enserio, estoy arrepentido, yo sé que me comporte realmente como un imbécil, nunca pensé que diría esto, pero también le debo una disculpa a su mujer... claro que llegue temprano para asegurarme de encontrarme con usted primero, yo sé que su mujer me odia y no quiero morir tan joven...

Armando relajo el cuerpo, sintió de pronto que debía dejar el rencor que tenía con Mario, si Betty había sido capaz de perdonarlo a él a pesar de todo, ¿por qué él no podía perdonar a su mejor amigo de años?, pero por otro lado tampoco quería que Betty la pasara mal al tenerlo en su oficina, tal como él decía ella lo detestaba y veía difícil que ella mantuviera una amistad con él.

-Mario yo le acepto las disculpas -soltó- pero Betty lo odia hombre, evítese una tragedia.

Mario sonrió y se acercó a Armando fingiendo un llanto mientras lo abrazaba.

- Yo que haría sin ti machote, es que hermano, ahora no me separare de usted, seré mas intenso que novia fea, así que prepárese -rio mientras le pegaba palmazos en la espalda. - y por su mujer no se preocupe, me mantendré alejado por hoy. - se soltó mientras lo miraba. - bueno ya que no me quiere aquí con usted, me voy a la que antes era mi oficina, nos vemos mi querido ex presidente.

Al separarse de Armando tiro levemente de su saco haciendo que algo brillante saltara de su bolsillo. Mario curioso se acercó para recogerlo, pero Armando no se lo permitió y le puso la mano encima tratando de ocultarlo.

-Uy cual es el misterio doctor Mendoza -le sonrió pícaramente tratando de quitarle el objeto de las manos. -

Armando trato de esconderlo, pero finalmente quedo a la vista de Mario, este aprovecho para quitárselo de las manos, Armando bajo la vista avergonzado y enojado.

Oneshots eroticos Armando & BettyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora