Capítulo 3: Whisky en la Torre

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Odiaba la idea de volver al colegio, lo que menos deseaba era estar rodeado de personas que le siguieran agradeciendo y haciendo alabanzas por vencer a Voldemort, ojalá se hubiera muerto con él. Lo único que quería era permanecer encerrado en su casa y que nadie lo molestara, pero claro su amiga, Hermione, pensé que lo mejor para su estado anímico era ir a un colegio que casi fue destruido por completo y donde murieron muchos magos por su ineptitud. Esto iba a ser tan divertido. Al llegar al tren simplemente se encerró en el primer lugar que encontró, y bajo las persianas para que nadie lo molestara, solo quería dormir o leer algo sin que nadie lo estuviera molestando, ni siquiera sus mejores amigos. Hermione estaba empecinada que no dejarlo caer en una depresión aun mas profunda por lo cual estaba sobre él como mamá gallina, mientras que Ron estaba gozando de la fama como miembro del Trío de Oro, amaba la atención que recibía por donde pasara y se enojaba cuando Harry rechazaba cualquier atención, Ron no entendía para nada el estado de su amigo. El ruido de la puerta abrirse lo saco de sus pensamientos encontrándose con Draco Malfoy en la puerta del compartimiento. Momento incómodo.

-pensé que estaba desocupado-dijo Draco notablemente incomodo, no quería tener ningún tipo de problemas este años, menos con los Gryffindor.

-Culpa mía, no la cerré-dijo Harry encogiéndose de hombros.

-Granger, te anda buscando-soltó al ver la indiferencia de Potter. Era raro verlo así, tan callado y apagado.

-Quiero estar solo. ¿Tus amigos?

-Están buscando lugar apartado, nadie quiere cerca a ex prisioneros de Azkaban-ante esas palabras Harry puso más atención en el aspecto de Draco. Estaba mucho más delgado, tenia unas ojeras descomunales y sus ojos grises parecieran desanimados. Por primer vez en casi diez años que se conocen sintió empatía con él.

-Draco, acá-la voz de Pansy invadió el compartimiento. Harry dio un pequeño salto al escuchar la voz de la chica y un casi imperceptible sonrojo invadió sus mejillas, cosa que no pasó desapercibido para Draco.

-Nos vemos, Potter-dijo antes de cerrar la puerta.

Camino dos compartimientos más encontrándose con sus amigos, sus hermanos. Theo y Blaise estaban sentados juntos, hace casi un mes le habían dado de alta a Nott del hospital, mientras tanto Blaise como Pansy y él habían pasado 10 meses en Azkaban. Se dejo caer al lado de Pansy.

- ¿Qué te entretuvo? -pregunto Pansy curiosa.

-Potter-contesto. -Está en unos compartimientos más allá solo. Se ve muy mal.

- ¿Por qué? Es el maldito Salvador del mundo mágico-dijo Blaise con burla.

-Ni idea-se encogió de hombros. La platica se quedo ahí, pero le provocaba curiosidad el estado de Potter, quien debía estar festejando su triunfo, parecía que lo hubieran condenado.

La vida de Hogwarts tanto para Harry como para Draco era una tortura, para el primero los halagos y un sinfín de alabanzas lo tenían enfermo, odiaba que las personas hicieran eso, pero parecía que nadie se daba cuenta de eso, en realidad nadie le importaba como él se sintiera en verdad. Mientras que para Draco todo era insultos y golpes por parte de las otras casas, no había alumnos que no fuera de Slytherin que no lo insultara y escupiera por donde caminara por cómo se comportaba parecía que nada de eso le afectara, pero quienes lo conocían sabían que eso no era cierto.

-Parece que de nuevo le dieron una paliza a Malfoy-comento Hermione a la hora del almuerzo. Harry quien estaba con la cabeza apoyada en la mesa se levantó mirando hacia la mesa de las serpientes. Malfoy iba con el labio partido con un buen golpe en el ojo y se notaba que cojeaba.

Camino hacia un futuro mágico inesperadoWhere stories live. Discover now