Cuidado con lo que deseas || Hero Fiennes Tiffin

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Me levanté como pude y baje corriendo las escaleras, no sabía dónde estaba pero por pura intuición las baje y vi frente a mí la puerta de la entrada, corrí hasta ella pero me detuve justo al tocarla, con el pulso ligero, con las piernas fallándome, respiré profundamente y me fijé en aquella fotografía que había visto de reojo, en la mesita de las llaves junto a la puerta.

La humedad se... apoderó de mis ojos y comenzó a nublar mi vista, hasta que comenzaron a salir aquellas lágrimas sin fin recorriendo mis mejillas frías y cálidas, muriendo en el cristal del marco de la fotografía, que mostraba algo que yo no recordaba haber pasado jamás, era yo en un vestido de novia hermosa, con mis labios unidos a él... mi esposo, con su traje perfecto agarrándome de la cintura.

-Fue nuestro primer beso de casados... -se oyó una voz detrás de mí.

Impactada, el marco se resbaló de las manos y cayó al suelo, rápido me agaché para recogerlo, pero él fue más rápido y se puso a mi lado para ayudarme, nuestras manos se rozaron, nuestras miradas coincidieron y él soltando la fotografía puso su mano cálida sobre mí húmeda mejilla acariciándola con el pulgar, con esas sonrisas matadoras que recordaba del antiguo y desconocido Hero.

-Dime que ocurre _______, en serio no logro comprenderte... ¿Es que ya no me amas? -.

Fue cuando me di cuenta que había parado de llorar, porque volví a sentir esas lágrimas calientes caer por mi rostro, las que él apartó y colocando su mano tras mi nuca me acercó a él protegiéndome bajo su pecho, el sonido de su corazón latir suave y pausando, su aroma embriagador y el simple motivo de que estaba junto a él me hizo sentir en el paraíso y me apreté lo más que pude.

-No me sueltes... por favor no lo hagas -.

-Creo que necesitas un médico, amor -.

-Ahora no... no quiero nada... solo no... no me sueltes, Hero -.

Él quedó en silencio mientras acariciaba mi cabello sin moverse ni un centímetro.

-Te amo _______... te amo, no lo olvides -susurró en mi oído aferrándome más a él, algo que me derritió.

Lentamente me fui separando, agarrando bien la sábana para taparme y él me sonrió al ver que ya no corría agua por mis mejillas.

-¿Sabes una cosa? -pregunto de nuevo quitando el resto de lágrimas. Yo negué con la cabeza.- hoy llevaré yo a Harry a clase, luego vendré y saldremos a dar un paseo, puede que te sientas mejor que visitar al hospital, que tanto odias -instintivamente sonreí y él, como si aquello fuese normal se aproximó a mí y unió sus labios a los míos, tuve intención de empujarlos, separarme, pero aquello me había hecho volar y cuando él estuvo por separarme yo me eche para adelante, y seguí ese beso tierno, suave, cálido y profundo que nos dábamos... mi primer beso con Hero Fiennes-Tiffin.

Solo me mantenía en pie con los pies y agachada cuando él me sujeto de la cintura y caí sobre él en el suelo, pero aquello no me detuvo, me estaba besando con mi marido, con la persona que por tantos años desee conocer y no me quería separar, pero como era de esperar el beso tuvo que terminar, y terminó cuando sentí su mano subir la sábana acariciando mi pierna, un escalofrío terrorífico recorrió mi cuerpo y me separé instantáneamente de él.

-Lo... lo siento -.

-Ha sido increíble -.

-¿Qué? -pregunté confundida.

-Ha sido... distinto... es el mejor beso que me han dado en la vida -el quedó en silencio, observando mi sonrisa nerviosa y levantó la mano colocando uno de mis mechones de cabello tras mi oreja-. Creo que ahora el loco soy yo, porque ese beso es como si me lo diese otra persona... tiene sentimiento -le miré a los ojos y pude ver un brillo tan especial.