Cuidado con lo que deseas || Hero Fiennes Tiffin

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-¿Cómo lo sabes? -.

-Ayer hablé con ella, Maia ya está en la casa y está con ella. Hoy estamos nosotros solos el día entero -lo miré, esos hermosos ojos color verdosos brillaban como nunca y ese cabello tan suave y brilloso que estaba despeinado, lo hacía ver realmente adorable.

-Claro, te recuerdo que tienes un hijo que se llama Harry -.

-Lo deje con mi madre, quería ver al niño -.

-¿Pero por qué no me dices si no me importa? ¿O si yo tengo otros planes? -fingí estar molesta y él rió.

-Amor, llevo todo este tiempo deseando estar una hora al menos contigo, y vi que podía estar más que eso ¿Es un delito que haya dejado a mi hijo donde quiere, con el fin de estar con mi esposa? -.

-... Supongo que no... -.

-¿Entonces? ¿No estás enfadada? -.

-No -.

-¿Segura? -dijo él tirando de mi brazo y poniéndose sobre mí.

-Sí -.

-¿Segura, segura? -insistió.

-Que sí, pesado -.

-¿Sabes qué pasa el sábado? -.

Negué con la cabeza y empecé a respirar agitadamente mientras él besaba mi cuello sin destino asegurado.

-¿Ah, no? -.

-Ya te dije que no -.

-¿Sabes que podría enfadarme como tú lo haces cuando crees que me olvido? -.

-No se qué pasa el sábado, tú no cumples ese día, yo tampoco... ¿Harry? -.

-No es ningún cumple -.

-¿Entonces? No es importante por lo que debas enfadarte si no me acuerdo -.

-Amor, es nuestro aniversario, es más importante que ser viejo cada año -.

-¿Aniversario? ¿De casados? -.

-Sí. ¿Es una broma, verdad? -pregunto preocupado deteniendo sus besos y mirándome fijamente, el cuerpo me tembló pero era beneficioso estar sobre la cama.

-Sí, claro, tú siempre te quedas conmigo ahora me tocaba a mí -.

-Me estabas asustando, pensé que de nuevo... ya sabes, habías perdido la memoria o algo así -.

-Tranquilo eso no volverá a pasar -*si no haces preguntas del pasado* dije en silencio para mí.

-Ok... ahora ¿sabes que quiero comer para empezar el día? -.

-No sé ¿qué quieres? -.

-¿Tú que crees? -dijo con una mirada pícara.

-¿Tostadas con mermelada? -pregunté haciéndome la tonta.

-Mermelada te voy a dar yo a ti, princesa -.