EXTRA 1

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*Primera vez*

Hero la llevaba en brazos hasta la habita decorada con pétalos de rosas y velas, con delicadeza como si fuera posible que de un roce se rompiera o desapareciera, él la dejó sobre la cama arrodillándose ante ella...

-Ha sido increíble -comentó ella sujetando las manos de lo nerviosa, ocultando su timidez.

-Para mí solo porque tú estabas -dijo él acariciando las manos de ella con su pulgar.

-Hero, no sabes cómo la pasé ayer en la noche... creí que no vendrías, que me abandonabas, y en la boda todo se me hizo eterno, tardabas tanto que estuve a punto de derrumbarme allí mismo -dijo con los ojos comenzando a humedecer.

-Pero sí fui. Llegué, tarde -admitió el.- pero llegué -dijo abandonando una de sus manos y acariciando su mejilla con cariño.

-Te amo -susurró ella antes de que él posase sus labios sobre los de ella.

-Yo también -dijo y volvió a darle otro beso, más largo levantándose del suelo y provocando que ella se tumbara hacia atrás, con las manos se subió más arriba de la cama y él se colocó encima con las rodillas a ambos lados de su cuerpo.

-Entonces... ¿Dices que no has dormido? -comentó él mientras bajaba por su cuello besándolo y quitando la tira de su vestido blanco.

-No... -dijo ella temblando.

-Sabes que esta noche tampoco lo harás ¿verdad? -.

Ella asintió cuando él la miró a los ojos y antes de que él volviera a su cuello ella atrapó sus labios.

-Feliz cumpleaños mi amor -.

Ella quiso celebrar la boda en su cumpleaños y eso era lo único que había pedido para aquel día tan importante, y, como no, él le concedió el deseo... mejor que si se le pidiese a una estrella fugaz.

Ninguno supo asegurar el momento en el que su ropa había desaparecido pero tampoco se lo preguntaron, aprovechando para saborear el cuerpo uno al otro.

-Hero... -gritó ella, clavando sus uñas en la espalda de él cuando entró en ella, con dolor, pero sin dejar esa delicadeza y ternura de lado.

Él la beso con cariño y ternura, avergonzado y enfadado con sí mismo por dañarla, pero su delicadeza y lentitud no duró mucho, cuando ella misma no aguantó y le exigió que fuese más deprisa con deseo y desesperación, lo necesitaba, necesitaba sentirlo allí y ahora en toda su gloria, completo para ella, para llenar su ser, para ser uno solo, para no poder distinguir dónde termina ella y dónde empieza él.

Cuidado con lo que deseas || Hero Fiennes TiffinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora