Capítulo 1

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Aneth buscaba en la cochera cosas para su disfraz de halloween sabía que estaba haciendo un desorden en todo el lugar pero, ya lo limpiaria después.

Quitó una caja que decia "verano 82" de seguro cosas de su padre aún así miro adentro, tal vez haría un disfraz vintage después de todo estaba de moda. En el interior había fotos de su papá, de sus tíos, un radio viejo y al fondo de la caja encontró un fajo de cartas.

Empezó a leerlas pensando que eran cartas escritas por su padre dedicadas a su mamá, siguió leyendo y se dio cuenta que en realidad eran canciones. Estaba a punto de guardarlas pero reconoció la última estrofa de la canción.

"me hes difícil decirte adiós, así que me marcharé antes de que salga el sol, no soy tan fuerte para ver en tus ojos el dolor de tu corazón"

No podía creerlo ella amaba esa canción, era de su banda favorita ¿por qué su padre tenía eso? Si a él no le gustaba su música es más tenía que usar audífonos para escuchar sus canciones. Estaba por cerrar la caja, pero que de malo tenía cureosear un poco más.

En el fondo encontró un papel amarillento lo tomó de una orilla y reconoció otra estrofa, no era de sus favoritas pero igual se sabía la canción, como fiel seguidora era su deber saberse todas.

"adoro tu sonrojo que intentas ocultar, adoro las miradas que me dedicas sin pensar... Pero lo que más adoro es cuando sonríes libremente por qué sé que en ese instante no mientes"

Tomó el papel le dio vuelta y encontró una fotografía, conocía a la mayoría de las personas en esa foto estaban los integrantes de su banda favorita y también estaba su padre. Sí sus ojos no le metían, su papá estaba siendo abrazado por un chico mientras se veían a los ojos, se veían felices.

Se asustó al escuchar la puerta principal asotarse, su hermano ya había regresado. Guardo todo deprisa, menos la foto y las cartas, ya tendría tiempo de seguir leyendo.

****

Ellis Crawford era un reconocido médico, él junto a su ahora ex esposa, habían forjado una carrera sólida en el mundo de la médicina y la investigación; carrera que les dio una buena posición económica y social, justo como sus padres querían.

Soltó un suspiro, como si se estuviera resignando a su nueva monotonía.
Demonios, debió haber pedido un delivery nunca se le dio bien la cocina.

-¿Eso vamos a cenar?
- Si
- No me gusta, se ve feo
- Pues comerás pasto por qué es lo único que hay

Su hijo hizo un gesto de
desaprobación a la comida.

-Bien, por lo menos el pasto se ve sólido.

Ellis miró la cena, bien el pasto parecía una buena opción. Volvió a suspirar, tiro la cena y llamó a un delivery.

Miró el reloj eran las 8:15pm sólo llevaba tres horas con 25 minutos como padre soltero y ya sentía como si llevara años en ello.

Después de cenar y supervisar el cepillado, Ellis se disponía a ponerse al corriente con algunos papeles del hospital, ser jefe de doctores no era tan sencillo como sus colegas pensaban, y no era tan divertido como estar en la sala de emergencias.
A veces extrañaba esos días, dónde se sentía útil ayudando a las personas, resolviendo emergencias, acompañando a la ambulancia y sentir la adrenalina de mantener al paciente estable para que pudiera llegar al hospital. Es ahí dónde no se arrepentía de haber tomado la decisión de ceder a las exigencias de sus padres.

Solo ese Verano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora