Solo ese Verano

La palabra que me incomoda

Después de sacar al chico—que por extraña razón olvido su nombre—del hoyo dónde cayó llegamos a mi casa.

—¡wow! Pero que casa tan grande tienes.

—Es para vivir mejor.

—¡Wow! Pero que carro tan lujoso tienes.—dijo mientras paseaba sus manos por las puertas, el cofre y las llantas ¿no le da asco tocar esa parte? hay muchos germenes ahí.

Quite los seguros para poder subir, saque mi teléfono y reloj de la guantera. Tenia una llamada de Taner, eran las once de la mañana si no me apresuraba dejaría a Caroline plantada.

—Es para ir al pueblo, si vamos caminando llegare tarde a mi cita. Ahora súbete y deja de acariciar mi carro de esa forma es extraño e incómodo.

Se subió de lado del copiloto y solto un gemido al recostarse en los asientos de vinil color crema.

—Es tan sueve.

El motor soltó un rugido suave con una pequeña vibracion, puse el auto en marcha y el viento fresco despeino mis cabellos.

—¡Oh! Hombre, creo que tendre un orgasmo justo ahora. Tu auto es increíble y se siente tan bien.—dijo con los ojos cerrados.

Le di una mirada escandalizada ¿De verdad haría eso? La única y última persona que lo hizo fue Hansen y solo por que me tomo desprevenido. Ni loco volvia a limpiar los genes de alguien más de los asientos.

—¡Hay por Jesús! No digas eso. Ni se te ocurra manchar nada en mis asientos o lo hago limpiar con tu lengua.

—¡Agg! ¡Qué asco! Aunque pensándolo bien..—me dedico una sonrisa ladina, entrecerro sus ojos y con un tono sugerente, casi como el que usaba Hansen para molestarme, dijo—¿Es alguna de tus fantasías?

Nunca le había creído a las personas que me decían que se atragantaban con su propia saliva, pero acabo de comprobar que su es verdad.

—¡Qué! ¡¿Cómo se te ocurre!? Yo jamás haria algo así.

Comenzó a reírse de forma descontrolada, era grave y rasposa, tal vez en otras sircunstancias podría admitir que era agradable, pero ahora estaba siendo molesta.

—Callate o te lanzó por la ventana.

—¡Oh vamos! No me digas que nunca has follado en estos asientos, si son tan cómodos. Creeme es mejor que hacerlo en un volkswagen, esos escarabajos no tiene espacio suficiente.

Estaba seguro que mi rostro estaba rojo de la vergüenza, que descarado era.

—¡Por supuesto que no! Eso es demasiado pervertido y sucio.

—Bueno te tengo noticias, el sexo es pervertido, sucio, sudoroso y de-li-cio-so. Además de divertido.—mencionó enumerando con sus dedos, no pude evitar notar lo largos que eran, las llemas tenían pequeñas lesiones, también pude notar algunos callos en su mano a simple vista parecían ser fuertes y rasposa.

—Pues te tengo noticias, la gente normal mantiene sus relaciones maritales en privado y en una habitación de ser posible.

—¿Relaciones maritales? ¿De dónde sacas esas palabras?—comenzó a reírse de nuevo.

—¿De qué te ríes?

—Es solo que, es la primera vez que me encuentro con una persona virgen tan penosa y propia. La mayoría de ellas suelen evidentes para dejar de serlo. —me guiñó el ojo el muy descarado, a estas alturas sabía que mis mejillas y cuello estaban rojos.

—¿Quién dijo que era virgen?

—No hay forma de que no lo seas.

—Pues no lo soy.