Mismo Camino

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—Bien, está todo listo. Ya me voy —dijo Xiao Zhan sujetando el mando de la maleta —Nos vemos en un mes.

—Te voy a extrañar, hermanito.

—Yo a ti, Lu. Muchísimo.

Los hermanos se abrazaron una vez más y después, Xiao Zhan se despidió de Meng Ziyi.

—Cuida de mi hermana, ¿Si? Nada de travesuras mientras yo no estoy.

—¡Qué sí, Zhan Zhan! —respondió la chica —amo a tu hermana, mas respeto vuestro hogar.

—Vale. Confío en las dos.

Dio un último abrazo a las chicas y finalmente se separó de ellas. Caminó a la zona de embarque, contento y nervioso.

Xiao Zhan estaba saliendo del país por primera vez en su vida. Un viaje para él solo a México, en el que, por un mes entero, recorrería las maravillas que había visto hasta ese momento únicamente por internet.

Xiao Zhan y Xiao Lu, vivían los dos únicamente desde hacía un año, cuando sus padres fallecieron en un terrible accidente en la construcción de un centro comercial que supervisaban y planeaban hacer.

Sus padres, un par de arquitectos, les habían dejado una serie de problemas emocionales a sus dos hijos, quienes durante toda su vida, habían vivido bajo los cuidados de los señores Xiao, con todo el dinero y permisos que estos deseaban.

Xiao Lu era la hermana mayor y la principal responsable del grupo X&X, el bufete de arquitectos que sus padres manejaban. Al ser la hermana mayor, le correspondía continuar con los planes que sus padres tenían en acción.

Por otro lado, Xiao Zhan gozó del último año de universidad que le quedaba. Concluyó su carrera (también de arquitecto) y en su graduación, Xiao Lu le regaló un viaje todo pagado al país que deseaba: México.

México había sido el sueño de Xiao Zhan cuando comenzó a estudiar Historia de la Arquitectura.

Y ahora, estaba tan nervioso por emprender aquel viaje, que al conectarse los cascos, se olvidó de todo. De la tesis, de la responsabilidad que tendría en el despacho al regresar a casa y también, de su última ruptura amorosa.

Ese viaje era su sueño. No quería arruinarlo con sus problemas.

°•♡•°

—A ver, que Yoyo nos diga: ¿Plátano o papaya?

Wang Yibo miró al grupo de chicos frente a él.

—Me gustan más la piña —dijo con inocencia y provocando que todos se rieran de él —¿Dije algo gracioso? —preguntó, confundido.

—Este güey es la mamada —dijo el mismo muchacho que había realizado la pregunta.

—A ver... ¿Cómo te explico, chino? —dijo otro del grupo —lo que éste cabrón quiere decir es que sí te gustan los carajos o las conchas.

Pasaron algunos segundos y Wang Yibo seguía sin comprender a lo que sus colegas de la universidad se referían.

—¡La puta madre! ¡Que si te gustan sólo los tíos o también las tías! ¡Por un coño! —gritó desesperado un tercer tío del grupo.

—¡Aaaaah! —respondió Wang, mirando a cinco presentes frente a él —Creo ambos.

Los muchachos frente a él exclamaron un grito y volvieron a girar la botella de cerveza vacía. Esta vez, fue otro del grupo al que le tocó realizar un reto.

Wang Yibo se divirtió mientras Carlos, su mejor amigo, se bajaba el pantalón con todo y ropa interior y apuntaba a la cámara del móvil de Stiff, el español que también pertenecía al grupo.

Hacia un año que Wang Yibo había llegado a la Ciudad de México. Aún no dominaba bien el español y le costaba muchas veces entender los albures mexicanos que sus colegas utilizaban. Y hasta la fecha, seguía confundiendo la palabra «pedo» y la palabra «güey».

Yibo estudiaba Arquitectura en la Universidad Autónoma. Se había mudado a México porque los costes de la universidad eran más que regalados y sólo se preocupaba por pagar el alquiler, lo que iba a comer y el transporte.

Aún no se acostumbraba a aquella ciudad, donde el metro estaba lleno a todas horas y no importaba que tan saturado estuviera, todos querían entrar.

—Vale, ¿entonces qué plan? —preguntó Carlos después de hacer su reto —¿Nos vamos a Acapulco la siguiente semana o qué pex?

—¿Acapulco? —preguntó Wang —¿Qué es?

—Una playa —respondió Stiff, provocando que todos se rieran.

—Este pendejo. Acapulco es un municipio en Guerrero. Pero efectivamente, hay playas y nenas por todos lados.

—Nenas... —repitió Wang —pero la siguiente semana no puedo ir, tengo el proyecto de Taller Integral, no he terminado.

—...que la mamada. Pues lo dejas así, que Rigoberto te espere y le entregas el trabajo luego.

—Sí, Chino. Diviértete un rato con nosotros. Sirve que conoces más de México.

Pero por mucha insistencia que le hicieron sus colegas, Wang rechazó la invitación. Sí deseaba ir a la playa, pero le urgía más entregar el proyecto y sacar buenas notas en la materia.

—Pues yo tampoco voy —dijo de repente Stiff —yo debo entregar la tesina para Historia de la Arquitectura y llevo dos putas hojas. Paso esta vez, tío.

—Ustedes se lo pierden —respondió Eduardo, que fue el primero en organizar todo y que seguramente también sería el primero en decir que no irá porque tenía tarea.

Wang Yibo terminó su cerveza y se puso de pie. Fue a buscar una habitación y se hizo dueño de la cama antes de que los demás le dejarán dormir en el piso como la última vez que habían estado ahí.

En el año que Wang llevaba viviendo en México, había visitado al menos unas cinco veces aquella cabaña en un pueblo llamado Chapa de Mota. Le pertenecía a los padres de Carlos y éste aprovechaba para llevar a sus amigos ahí algunos fines de semana.

Ya habían sido varias veces las que se emborrachaba y había incluso llegado a fumar con aquel grupito. También había besado a Stiff varias veces y al día siguiente lo había olvidado todo.

Wang Yibo simplemente estaba viviendo lo que siempre veía en las series de televisión: una vida universitaria de puta madre.

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Estreno: Lunes 3 de Mayo

°•𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐•° | YiZhan °•♡•° [MPreg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora