°•𝑵𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑫𝒆𝒔𝒕𝒊𝒏𝒐•° | YiZhan °•♡•° [MPreg]

6. Regresé

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[Cuatro años después]

Wang Yibo fue recibido por sus padres; un par de adultos un poco mayores y de baja estatura.

—¡Mírate! ¡Has subido de peso! —dijo contenta la señora Wang.

—¡Y tú has bajado! Madre, ¿has comido bien?

—¡Demasiado diría yo! —añadió el señor Wang —Venga, que tu viejo quiere un abrazo.

Yibo sonrió feliz y abrazó a su padre. La familia no pudo evitar derramar lágrimas.

Después de cuatro años, al fin estaba de regreso.

Aquella casita seguía igual a cómo la recordaba. Sus padres habían renovado la pintura pero el color seguía siendo el mismo. Las cortinas, los sofás, incluso las recamaras eran idénticas a la última vez que había estado ahí.

Como bienvenida, los señores Wang armaron una pequeña comida con algunos conocidos de la familia. Una convivencia agradable que terminó a tempranas horas y con una lista de actividades para el día siguiente.

Wang Yibo sólo deseaba que terminara la semana para poner en marcha su plan: ir a Chongqing  a buscar al pelinegro que había conocido cuatro años atrás.

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Wang Yibo se presentó en la oficina de recurso humanos con su currículum, carpeta de trabajos y una hoja de referencia que le había otorgado la constructora con la que trabajó servicialmente en México.

No era el único aspirante al trabajo y eso lo ponía nervioso. Sus demás contrincantes parecían ser mayores que él y muchísimo más preparados.

Al ser llamado para la entrevista, Wang Yibo cruzó los dedos, dejando al destino y a la suerte el poder de ser elegido.

Su momento duró cerca de quince minutos. El reclutador fue agradable. Le recibió con cordialidad e incluso hizo algunas bromas entretenidas que ayudaron a relajar al castaño.

Cuando el hombre miró la carpeta de trabajo y sus estudios en el extranjero, sonrió.
Más tarde le anunció que estaba contratado.

Wang Yibo comenzaría a trabajar en la constructora X&X una semana después. Y estaba nervioso.

Nervioso porque ya estaba más cerca de Xiao Zhan y no esperaba a que llegase su primer día de trabajo para cruzarse con él y decirle:

«Regresé».

Los siguientes días comenzó a administrar su tiempo en instalarse en un pequeño departamento más cerca al trabajo. Estaba acostumbrado a pagar renta y le gustaba caminar. No era un problema para él levantarse  temprano y andar hasta el trabajo con tranquilidad.

Cuando el esperado día llegó, se arregló más de lo normal. Quizás estaba exagerando, pero cuando se trataba de aquel pelinegro siempre había sido así.

Llegó al despacho, fue presentado ante sus nuevos colegas y le ofrecieron un escritorio con un computador y su propia mesa de trabajo. Aunque el primer día ya tenía trabajo, sus ojos siempre estaban alerta a la ventana que daba al pasillo. Pero no tuvo suerte aquel día.

Ni ese, ni al siguiente. 

Había logrado ver a lo lejos a una hermosa chica de cabello negro y perfectamente vestida. Desde el primer momento supo que se trataba de Xiao Lu. 

Le extrañaba nada más ver a la pelinegra y no a su hermano, cuando sabía que aquella empresa también le pertenecía a él.

Pasaron las semanas. En ese tiempo se enteró que en la empresa no trabajaba ningún Xiao Zhan y sus colegas (los que eran casi tan nuevos como él) no sabían que Lulu tenía un hermano menor.