Capítulo 4

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Día 3

Desperté y me di cuenta de que no estaba en mi carpa, volteé y vi durmiendo a Peter Lanzani sin su remera, ¿cuando se la había sacado?
Suspiré, ¿que hacía durmiendo en la misma carpa que él? Esto a mi novio no le gustaría nada.
Cuando salí de la carpa maldije, me embarré, horrorizada fui en busca de mi mochila y la entré a la carpa de Peter Lanzani que se despertó.
-No me mires, necesito cambiarme-le pedí y a él se le formó una sonrisa, estaba con carita de sueño, pero igualmente no perdió la oportunidad para reírse de mi.
-Buen día, ¿no?-elevó sus cejas- ¿porque no te cambias en el baño?
-Porque hay una cola enorme y me embarraría aún más, prefiero acá-suspiré y agarré unas calzas-¿podes darte vuelta?
-Poder puedo, querer no quiero, ¿y perderme de ver tus piernas cortitas?-siguió gastándome.
-No se si estas hablando enserio o no-reí y negué con la cabeza.
Peter finalmente se volteó y me saqué el joging con el que había dormido la noche anterior, me puse mis calzas negras y empecé a sacarme la remera para ponerme otra nueva cuando Peter Lanzani se dio vuelta.
-¡Date vuelta!-le ordené-¡no me mires!
Él soltó una carcajada.
-¿Crees que nunca vi pechos?-elevó nuevamente sus cejas y quise desaparecerme, ¿quién me mandó a compartir carpa con él?
Enfurecida con todo me puse otra remera.
-¿No vas a cambiarte también el corpiño?-Peter observador Lanzani se metió conmigo, me acerqué a él.
-Enfrente tuyo no, queres ver pechos libres de brasier, tenes chicas para elegir..-solté molesta con él.
-Brasier-se rió- decile corpiño
Peter me fulminó con la mirada desafiándome, penetrándome sin siquiera tocarme, su mirada hizo que se me aflojaran las piernas y termine de estar arrodillada a sentada.
-¿Vas a ponerte una remera?-no pude evitar mirarlo.
-No.. Hace calor y hay humedad, y por lo visto se volvió a largar, llueve lindo como anoche-él abrió la "ventana" de la carpa y apoyó su nariz ahí-amo el aroma de la lluvia, se siente más fuerte el aroma a los árboles, toda la vegetación..
Peter se quedó sin hacer nada, solo respirando y mirando a través de esa ventanita.
-¿Tenes algo para comer?-le pregunté, me había agarrado hambre.
-¿Galletitas marca supermercado cuenta como comida?-me ofreció una bolsa con galletitas- acá se ahorra hasta el último centavo
Agarré una galletita, a esta altura comería hasta las sobras de ayer.
-Seguro sos de las que hace Viernes o Jueves de noche de sushi-se quedó mirándome.
-¿Puede dejar de llover ya?-miré al techo de la carpa-¿podes no seguir juzgándome? ¿O te excita verme molesta?
-Muchas cosas me excitan, y sí, te confirmo que sí me excita eso, porque así siento la tensión que hay entre vos y yo-clavó sus ojos en los míos y me sentí desnudada.
-No esperaba que..-la voz se me fue- que lo afirmaras..
-Soy una persona directa, liberal, voy por la vida despojado de todo, vivo de un camping a otro, duermo en refugios, me gusta cocinar en el suelo, ir a ver las estrellas al medio de la nada.. Soy esa clase de persona Lali, somos muy distintos-todo eso me lo dijo sin apartar su mirada de la mía- por eso me divertís, veo en vos mi antítesis, y lo distinto es bueno, ¿no? Los opuestos se atraen..
Se acerco bien a mi y acomodó un mechón de mi pelo detrás de mi oreja, que cliché.
-Ahora estas sobria de alcohol y sobria de marihuana, y por lo visto no abandonaste la carpa-empezó a susurrarme- lo que te convierte en mi presa fácil
-¿Fácil?-eleve mis cejas dispuesta a golpearlo pero él agarró mi brazo para tirar de este y hacer que la distancia no exista entre los dos.
-Te quedan cuatro días en este camping, estamos perdiendo el tiempo-Peter me habló sobre mi boca, me sentí confundida, pmi cuerpo parecía no quería separarse, ni rastros de eso.
En una sola acción Peter Lanzani no me dejó procesar nada, me besó sin timidez alguna, seguro de que yo iba a seguir su locura, y mi cuerpo me traicionó, no pude evitar continuar besándolo, todo se desvirtuó, de fue al mismísimo diablo.
La ropa que me había puesto terminó apartada a un lado de la carpa y me pasó algo que no me pasaba hace mucho tiempo, me sentí deseada, Peter me observó desnuda con detenimiento y posó sus labios sobre mi cuello, lo besó suavemente y me sentí al borde del colapso.
Cerré mis ojos mientras me inundaba el placer, fue salvaje, fue incorrecto, carnal, pasional y al mismo tiempo.. ¿Dulce?
Peter Lanzani logró que por tan solo un momento no pensara en nada ni en nadie, borró de la cabeza completamente a mi novio de años.
Cuando acabamos y me quedé enredada entre sus brazos fui recobrando la conciencia, me horroricé y quise irme, me solté de sus brazos y empecé a vestirme.
-¿La culpa, no?-me preguntó lo obvio.
-La culpa-asentí con la cabeza aún vistiéndome- esto fue un error, no va a volver a repetirse
Me escapé de la escena del crimen y corrí debajo de la lluvia hasta el auto, por suerte aún conservaba las llaves, me subí y me quedé con la mirada perdida apoyada sobre el respaldo del asiento.
¿Qué yo qué?
Perdí completamente la cordura, ¿que le diría a Miguel en el momento de verlo a la cara? A Miguel, mi mejor amigo, mi novio, NO-VIO, bueno él no vio nada.
Me reí de mi ridículo juego de palabras, en realidad me reí de los nervios.
Cuando la lluvia cesó fui derecho a darme una ducha, me cambié pero fue en vano porque volví a embarrarme.
-Hay que esperar a que salga el sol-Nicolás había salido de la carpa, estaba comiendo galletitas marca supermercado-¿queres?-le ofreció a Eugenia que atacó.
Al rato se unieron Candela, Agustín y por último Peter, él me miró a los ojos y se le formó una sonrisa, estaba haciéndome como una especie de jueguito de complicidad.
-Hoy está ideal para ir a cabalgar-Agustín sugirió y quise desaparecerme de ese plan.
-No soy amiga de los animales-me eché atrás.
-Vas a poder andar-Candela me animó- ¡me re va el plan!
No se dijo más, fuimos caminando hacia otro lugar, uno donde había caballos para alquilar.
Peter me ayudó a subirme.
-Gracias-ni pude mirarlo a la cara, noté que estaba intentando subirse-¿qué haces?
-Vas a poder andar tranquila si estoy con vos-suspiró y me dio las riendas a mi.
-¿Te crees Superman?-me reí y él se acercó a mi oído.
-Tal vez-lo escuché reírse.
Peter hizo un ruidito para que el caballo empezara a moverse, puso sus manos sobre las mías para guiarme, enseñarme a cabalgar.
-Venís bien-me animó y empezamos a recorrer el alrededor del lago, el paisaje era hermoso-no quería que te perdieras esto
Agradecí el estar en el aquí y ahora, dejando de lado mi desliz con Peter.
Noté que el sol empezó a salir y no pude evitar sonreír, dio sobre mi cara, después se despejó completamente.
-Vamos volviendo-Peter me dijo sin soltar mis manos- ahora es normal que el caballo acelere su paso porque quiere volver rápido-rió cuando empezó a pasar eso- no tengas miedo Lali
El caballo solito me llevó nuevamente por el camino que habíamos recorrido, después de bajarme me acerqué para acariciarlo.
-Dale esto-Peter me dio unas hojas y se las acerqué, el caballo me las sacó de la mano,
-Ahora quiero limpiarme-me quejé,
-No lloriquees, hiciste feliz a otro ser vivo-Peter elevó  sus cejas- al caballo y a mi-tuvo que decirlo, suspiré y puse mis ojos en blanco.
-Mejor vuelvo para lavarme las manos-me alejé acelerando el paso hasta alcanzar a Eugenia y Candela.

EnredaosWhere stories live. Discover now