Capítulo 14

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Candela vino con las compras del supermercado, tocó el timbre y le abrí.
-Me estoy cagando de frío y ya cerré bien todas las ventanas-suspiré.
-Amiga este lugar es un sauna, a ver..-ella besó mi frente-estas calentita, ponete un termómetro
Hice lo que me dijo y sí, definitivamente tenía temperatura.
Llevé una manta hasta el living y me senté en el sillón.
-Ahora voy a cocinarte algo nutritivo-Candela agarró algunas verduras y se cayeron cuando le hablé.
-Son mellizos-cerré mis ojos.
-¿Qué?-me miró extrañada.
-Que voy a tener mellizos, tengo que enfrentar a Miguel, no se que mierda hacer-suspiré y volví a cerrar mis ojos-me siento tan mal, por todo..
Mi amiga se sentó a mi lado y me abrazó.
-Tranquila La-me hizo golpecitos en la espalda intentando darme ánimo-sabes que a Eugenia y a mi nos tenes siempre
-Eso sí lo se-besé su mejilla- y gracias
-No agradezcas boba-ella se rió- así que dos mini Lali.. Seguro van a llevar lo hippie en la sangre-eso lo dijo con humor, logro hacerme reír.
Candela se quedó a cenar conmigo, miramos una película y cuando se fue me quedé comiendo chocolate, recordé cuando Peter me lo ofreció.
Me recosté en la cama con sabor amargo, así y todo por suerte pude dormirme.

Sonó el timbre varias veces, supuse que era Candela porque se había olvidado la cartera ayer, cuando abrí la puerta me quedé estática.
-¿Qué haces vos acá?-elevé mis cejas.
-¿Vas a hacer que te persiga hasta la Antártida?-Peter Lanzani suspiró- vengo por... Por nuestros hijos
Me sonó tan fuerte escuchar eso.
-Peter presiento que no vamos a ponernos en nada de acuerdo-iba a seguir hablando pero él puso su mano en mi boca-¡dejame hablar!
-Vos escuchame Lali, no se como, no lo se, pero algún equilibrio vamos a tener que hacer porque no pienso dejarte.. Dejarte sola en esto-completó.
-¿Alguna idea?-suspiré, me apoyé contra la pared.
-Una..-suspiró- voy a intentar no ser nómade y quedarme por lo menos una semana acá-eso lo dijo cerrando sus ojos, después los abrió-para empezar una.. ¿acaso no me ves vestido como una persona normal que va al centro a trabajar en oficinas?
Suspiré, asentí con la cabeza, acaricié su camisa y no me di cuenta, me acerqué demasiado.
-Te queda lindo..-se me escapó la verdad-te cortaste el pelito
-Estoy intentándolo Lali, porque por primera vez algo me importa, por primera vez después de mucho tiempo-tomó mi mano con la suya y nuevamente me agarró frío.
-¿Que vas a hacer acá?-lo miré con aún desconcertada.
-Voy a.. Antes de irme al diablo tenía algunos negocios, puedo retomarlos-me hizo una caricia en la mejilla- estas algo pálida..
-Estoy con fiebre-me serví un vaso con agua y me tomé algo para bajar la temperatura.
Fui hasta el sillón y me senté, Peter se quedó a mi lado, me cubrió con la manta como lo había estado haciendo en el camping.
-Las cosas van a cambiar, empezando por mi-él me acarició el pelo- estoy dando de mi todo lo que puedo, vas a verlo, vas a sentirlo..
Me abrazó y cerré mis ojos.
-Yo no quiero cambiar a nadie, solo quiero que todo salga bien-le hice una caricia en el brazo.
-La gente cambia, o quiero creer en eso, es parte de la vida-dejó un besito en mi frente.
Me relajé entre sus brazos y puse un programa de tele como para ver algo.
-No miro una pantalla por mucho tiempo desde hace años-Peter se rió.
-Yo suelo mirar muchas películas, me gustan..
-Yo también miraba muchas, es todo un arte-me dio un toquecito en la punta de la nariz- podemos ir al cine algún día..
-Cuando me ponga bien-me reí y él asintió con la cabeza.
Peter se paseó por mi cocina y eligió cosas para cocinarme.
-Soy mala en el arte culinario-me asomé y me senté en una silla para observarlo preparar todo.
-Cuando apenas terminé la secundaria estudié gastronomía, obviamente en mi familia fue un escándalo, yo, siendo tan inteligente, capaz, usé mi inteligencia para estudiar esa profesión-suspiró- por eso después estudié ciencias económicas, más que nada por mandato
Saber un poquito más de la historia de Peter me hizo tener aún más intriga por saber más.
Él me preparó todo un plato gourmet para que lo termine en quince minutos, íbamos por el postre cuando sonó el timbre.
-¡Al fin Candela!-abrí la puerta y lo vi a Miguel, se quedó mirándome desconcertado, yo volví a ponerme pálida.
-Volviste y no me avisaste-Miguel elevó el tono de su voz-¡sabes que me preocupo siempre Lali!
Asentí tratando de esquivar su mirada, tenía vergüenza.
-¿Y él?-hizo la pregunta que no quería responder.
-Larga historia..-me reí por los nervios.
-¿Quién sos? ¿Que haces acá con mi novia que está en pijama?-Miguel miró a Peter y supe que tenía que intervenir.
-Él es.. Es Peter, amigo viejo de mi infancia..-me puse a inventar una cosa atrás de otra.
-Mariana, no soy tonto, estas olvidando que te conozco como a la palma de mi mano, sé cuando mentís, sé cuando sos sincera, ¿quién es Peter?-elevó sus cejas tomándome del brazo, mis ojos se pusieron llorosos-sos una hija de puta
Me solté de su agarre, jamás esperé que su reacción podría ser esa, lo creí comprensivo.. ¿comprensivo?
-¡Ey no le hables ni trates así-se metió Peter- le estas hablando mal a una buena persona, ella..
-No lo puedo creer, ¡felicidades Lali!-Miguel me aplaudió en voz alta- no solo me cagaste a mi, enamoraste a otro bobo al cual seguramente vas a cagar
Miguel atinó a irse pero esta vez lo sostuve del brazo yo.
-No podes echarme la culpa de todo, vos sabes que vos y yo no estábamos del todo bien-elevé el tono de mi voz-eso no justifica que me porte mal pero..
-No tenes perdón Lali, si querías mi perdón no lo tenes, que quede en tu conciencia eso, solo me apena tanto que tantos años juntos se hayan disuelto en..¿En cuanto? En días..-Miguel suspiró- ahora sos libre de la carga-se señaló-solo deseo que a tu nuevo noviecito le pase lo mismo que a mi
Miguel se fue de mi vista y me quedé llorando sentada en el suelo del pasillo, Peter se acercó y me alejé, me puse de pie.
-Salgo... Salgo a dar una vuelta-la voz se me quebró, estaba llorando.
-Lali tenes fiebre..-él se preocupó.
-Necesito estar un rato sola Peter-suspiré.
Salí a la calle en pijama, no me importó, di la vuelva a la manzana y me quedé pensando mucho en lo que me había dicho Miguel, es verdad, no trabajé en avivar la llama de nuestra relación, solo la dejé morir, la maté antes de intentarlo.
Un nudo se me formó en la garganta pero igualmente volví a mi departamento, cuando llegué Peter había hecho pochoclos.
-Quería animarte algo y se me ocurrió..-él se quedó mirándome- mejor me voy, hablamos en otro momento, ¿dale?
Asentí con la cabeza completamente angustiada y mareada, lo abracé, cuando nos soltamos Peter se fue y corrí al baño, nauseas,  nervios y hormonas locas no son una buena combinación.

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