Capítulo 29

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Día 3

Suspiré e ingresé al edificio, me arreglé para sentirme linda para mi, para levantar mi ánimo.
Cuando subí al ascensor una persona puso su brazo para que no se cerrara.
-¡Menos mal! Estoy llegando tarde-me dijo como si le interesara su vida, cuando volteé para verlo me sorprendí-¿Lali?
Asentí con la cabeza algo nerviosa.
-Santiago...-lo saludé con la mano.
De un instante al otro el ascensor se volvió chiquito, sentí que lo tenía casi encima.
-¿Trabajas acá?-me preguntó, asentí con la cabeza- tengo que hacer tramites, mi familia está construyendo un complejo en el medio del campo, tiene canchas de tenis, pileta al aire libre, pileta climatizada, spa... Cuando esté podes venir si queres..
Asentí con la cabeza para no ser descortés.
-¿A que piso vas?-cambié de tema rápidamente.
-Él último-soltó y me sonrió, apreté el botón y quise que la tierra me tragara.
Se produjo un silencio incómodo al llegar al último piso.
-Podes esperar acá afuera, yo tengo que ir a mi oficina, tengo mucho trabajo, soy la secretaria-hablé demasiado rápido.
-Esta bien, espero acá-Santiago asintió con la cabeza- estas linda Lali, muy linda
Otra vez me agarraron nervios.
Me encerré en mi oficina, siempre estaba con la puerta abierta por si Peter me llamaba, pero esta vez decidí dejarla cerrada.
Intenté concentrarme en mi trabajo, sin éxito me puse de pie para hacerme un té.
-¿Te traigo algo?-le ofrecí a Santiago.
-No no, gracias.. Te ayudo..-se puso de pie y me preparó- tilo eh, ¿mucho estrés?-elevó sus cejas.
-Ponele que sí-asentí con la cabeza.
Peter apareció por arte de magia y se quedó mirando fijamente a Santiago.
-¿Nos conocemos de algún lado, no?-preguntó.
-Creo que sí..  Me parece que del camping, Bariloche-Santiago extendió su mano.
-Ajam-Peter se mostró serio- podes pasar a la oficina..
Santiago se fue a lo de Peter y suspiré aliviada.
A la media hora se me ocurrió entrar para ofrecer algo.
-Peter, Santiago, ¿quieren tomar algo?
-Así que se conocen..-Peter observó, me miró a los ojos.
-En el camping nos conocemos todos-suspiré-¿quieren algo o no?
-No gracias, no deberías hacer eso.. Tenes que cuidarte, cuidar a..-Santiago puso su mano en mi panza y sentí la mirada de Peter sin estar mirándolo-que linda panza, linda..
-Sí, muy linda panza, ahí están mis hijos-Peter soltó eso y la cara de Santiago se transformó.
-Felicidades-Santiago se puso nervioso-¡linda alegría!
-Muy linda-Peter agregó cortante- entonces terminamos con lo de hoy, ¿nos vemos en otro lado la próxima? Así no tenes que venir hasta acá, más descontracturado
Santiago asintió con la cabeza no muy seguro, se dieron la mano y se retiró por el pasillo.
Cuando Santiago se fue Peter me detuvo agarrándome del brazo.
-Así que le gustas eh-elevó sus cejas.
Puso la traba de la puerta.
-Yo no..
Peter suspiró y se sentó en el sillón, agarró su cara entre sus manos.
-Me desconozco tanto Lali.. ¡¿Que hago haciéndote una escena de celos?!-me miró frustrado.
Me acerqué lentamente hacia él y me senté sobre sus piernas.
-Ey.. Mirame-le pedí, él lo hizo- yo te quiero a vos..
-Y yo a vos-Peter chocó su nariz con la mía, después dejó un besito ahí- mejor me pongo a trabajar, odio esta vida Lali, pero quiero que nuestros bebés tengan todo lo mejor
-Ya tienen todo lo mejor-elevé mis cejas- te tienen
Los ojitos de Peter volvieron a brillar y se llenaron de lágrimas, estaba emocionado.
Besó dulcemente mis labios y me puse de pie.
-Yo también voy.. Voy a hacer lo mío-cerré la puerta para dejarlo solo.

Día 4

Desperté positiva, pensando en que nada podía arruinar mi día, Peter me mandó un desayuno enorme a mi departamento.
Agarré la tarjeta que tenía un osito blanco y no pude evitar sonreír, me deseó un feliz cumpleaños.
Al principio me puso mal no haber despertado a su lado, pero traté de no pensar en eso.
Me vestí de rojo, siempre había sido mi color.
Me produje.
Cuando llegué a la oficina estaba todo lleno de globos de distintos colores, todos los que trabajaban se acercaron a felicitarme.
Preparé un café y entré a la oficina de Peter.
Él me recibió con una sonrisa enorme, me abrazó fuertemente.
-Feliz cumple La.. Quiero que pases el mejor cumpleaños del mundo mundial-elevó sus cejas- te tengo un regalo cursi, más cursi que el desayuno con un osito
Me puse a pensar las miles de cosas que podía regalarme, me agarró ansiedad.
Me dio una caja, por un momento me infarté, hasta que la abrí.
-Que.. Que lindo Peter- agarré la cadenita, tenía una llave plateada.
-Vos.. Vos sos la llave, la llave que logró abrir este cofre negado a ser abierto.. Sos un ser hermoso La, quiero que lo veas, que lo sientas, todo lo que siento por vos-Peter fijo esas palabras hermosas y me emocioné, lo abracé.
Me puso la cadenita y sonreí como una boba, Peter sostuvo mi cara entre sus manos y me besó reiteradas veces.
-Gracias-le dije aún emocionada.
-Después almorzamos juntos-asintió con la cabeza, me robó un beso más y me alejé para volver a mi rutina.
En el transcurso del día no pararon de llenarme de mensajitos de amor, mis amigos estaban locos, me mandaron regalos a la oficina.
Peter me llevó a comer pasta a uno de los mejores lugares, fui muy feliz, más a la noche me fui sintiendo mal, él no iba a poder pasar mi cumpleaños conmigo, tenía que volver a lo de Delfina, noté tristeza en su mirada, lo aferré bien hacia mi y me besó la frente.
-Falta menos La-asintió con la cabeza.

Manejando fui al departamento de Peter porque me lo pidió, no se porque le hice caso, cuando llegué todos mis amigos saltaron y me gritaron feliz cumpleaños, otra vez todo lleno de globos y comida, me abrazaron mucho, lo necesitaba.
En la multitud busqué con la mirara a Peter, pero no estaba.
Sonó el timbre y me ilusioné, corrí, cuando abrí la puerta otra desilusión.
-Feliz cumpleaños hija, te traje un regalo-papá poniéndose en rol de padre ejemplar, le cerré la puerta en la cara e intenté tranquilizarme, nada tenía porque sacarme lo lindo, la buena vibra que había recibido.

Cuando me fui a dormir Peter me llamó, algo dormida atendí la llamada, apoyé el teléfono sobre la almohada, no podía verlo bien por la oscuridad.
-Hola.. ¿Lo pasaste lindo chiquita, te gusto la sorpresa?
-Sí.. ¿Lo planeaste vos?-me agarró curiosidad.
-Sí, con ayuda de tus amigas y mis amigos-asintió- te llamaba porque quería estar presente.. Nunca me voy a perdonar el no haber podido estar junto a vos tu primer cumpleaños juntos..
-Ya van a haber otros quiero suponer..-traté de animarlo- ey, tuve un buen día...
-Lali muero de ganas de abrazarte, besarte, hacer el amor..-eso lo dijo y su voz se quebró, también se puso nervioso- quiero estar ahí, creé que enserio lo quiero..
-Lo se Peter-asentí con la cabeza- queda menos, eso me dijiste.. Confío en que va a ser así.. Quiero creer eso..
-Ey La-Peter me miró- te quiero..
Le lancé un besito volador.
-Estoy muriéndome de sueño.. Tener una doble carga en mi panza no es nada sencillo eh, me estoy cansando mucho últimamente-traté de decirlo con humor- descansá vos también Peter
Él también me mandó un beso volador y cortó la llamada.
Cerré mis ojos y deseé muy fuerte el mismo deseo que deseé en el momento de la torta: Salud para mis bebés, que Peter sea libre, tenerlo siempre a mi lado.

EnredaosWhere stories live. Discover now