ᏙᏆᏆᏆ

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· Felación ·


Edgar golpeó el escritorio de Byron.

– ¿Qué?

– Llevas ignorándome todo el día.

– Ah...

– Vine porque Piper me dijo que estabas estresado y apenas me miraste.

El mayor se concentraba en mover rápidamente la pluma sobre el papel. Se sostenía la cabeza con una mueca de molestia y una vena bastante marcada en la frente, había estado tan distraído con Edgar que su trabajo pasó completamente desapercibido.

De repente, su novio se sentó sobre la mesa, encarándolo con las piernas abiertas.

– Edgar, estoy trabajando.

– Cállate, eres aburrido.

No pensó mucho antes de patear violentamente su entrepierna. Byron jadeó con ambas manos sobre la zona.

– De verdad eres inútil, no quiero pensar en qué harías sin mí.

Hizo su bufanda a un lado y se arrodilló para poner las manos en el zíper de los pantalones de Byron.

–  ¿Qué haces?

–  ¿No es obvio?

–  No va a levantarse aunque lo toques todo el día.

– Ow, ¿demasiado viejo~?

Las venas de su frente se marcaron más. Edgar lamía lentamente su miembro, flácido, metiendo y sacándoselo de la boca, acariciando la punta con la lengua.

–  Ugh, ¿cómo pude aguantar tu pene arrugado por tres años? Sí que tienes suerte, maldito— ¡Hmn! ¡Mng~!

Endureció de repente y antes de que el emo pudiese separarse, Byron dio una estocada que fue como un martillo contra su garganta, provocándole una ligera arcada.

–  Ah~ -acarició su cabello- ¿Qué tal sabe el pene arrugado, huh?

Vio la cara de su acompañante, quien tenía los ojos totalmente en blanco. Trataba de soltarse golpeando sus muslos, recibiendo como respuesta al albino acorralándolo contra el escritorio.

– Hola, Byron.

Miró la puerta.

Una rubia ingresaba a la habitación con una pequeña libreta en las manos.

–  ¿Cuántas veces tengo que decirte que toques? -habló tratando de mantener la compostura.

–  ¿Por qué debería...? -suspiró- Bueno, ¿ya terminaste?

–  Eh, c-casi. Si alguien se pone pesado, solo ignóralo, es-estará listo cuando esté listo.

Aguantó un gemido cuando Edgar apretó más en un intento por respirar. Se retorció ante un escalofrío, golpeando la mesa con las rodillas.

–  ¿Todo bien?

–  S-Sí, seguro...

–  Por cierto, ¿y Edgar? Pensé que estaría aquí.

–  Ah. Se molestó y se-se fue, ya lo co...noces. -se acomodó las gafas- ¿Terminaste? Necesito trabajar.

–  Ya, lo siento. -iba a irse, cuando dio repentinamente un paso hacia atrás- Oye, ¿puedo irme temprano hoy?

–  Haz lo que... Lo que quieras.

Apenas oyó la puerta cerrándose, bajó la mirada y, excitado, puso una mano tras la cabeza del azabache. Este se relajó con el pensamiento de que iba a dejarlo en paz, cuando el viejo volvió a enterrar su pene esta vez mucho más profundo.

–  Hng~

–  T-Trágalo todo.

Embistió un par de veces antes de terminar.

Fueron unos segundos antes de que Edgar se resignara; Byron salió al sentir las vibraciones de la garganta contraria tragando.

–  ¡H-Hah~!

Jadeó desesperado. Unas gotas de semen resbalaban por su lengua, mientras que alrededor de su boca había unos cuántos pelos blancos.

– Lo hiciste muy bien. -limpió una lágrima de su mejilla con un pulgar- Buen chico.

– Es...túpido~

❝ 30 ᴅᴀʏs ᴏᴛᴘ (+18) ˗ ˏ ˋ  Byron x Edgar ˎˊ ˗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora