II

6.1K 573 165
                                    

Las aves cantaban y la mañana era fría, Baekhyun despertó con un fuerte dolor en la cabeza y su ropa embarrada de lodo, ramitas y hojas.

–Creí que iba a morir, –susurro a la nada mientras se sentaba y sobaba su cabeza justo donde se golpeó.

Luego de unos minutos, se levantó para volver y buscar a sus amigos, ajusto las correas de su mochila para emprender su camino hacia el campamento. Empezó a moverse y cuando creyó llegar al lugar, no había nada, solo más vegetación por lo que creyó que se había equivocado de camino, siguió así hasta que cansado se sentó en una roca frente a un amplio río.

El sol empezaba a calentar todo lo que sus rayos tocaban indicándole a Baekhyun que era casi medio día; empezaba a sudar así que decidió desnudarse y meterse al río, luego de bañarse seguiría buscando a su grupo.

Lentamente el barro y la sangre de sus pequeñas heridas fueron limpiadas de su cuerpo; nadaba para poder relajar su cuerpo golpeado hasta que sin darse cuenta pasaron un par de horas dónde sus dedos ya parecían pasas, así que decidió salir.

Busco en su mochila algo de ropa, encontrando una camiseta larga que había robado del armario de su alfa, en uno de los días que fue a visitarlo; luego algún pantalón, pero se dió cuenta que no había más ropa, solo la camiseta y la pequeña toalla con la que difícilmente seco su cuerpo.

Ahora estaba limpiando sus zapatos en el río con un pequeño cepillo para pies que había traído; seguía preguntándose porqué empacó algo así para acampar, pero ahora le servía. Estaba concentrado en quitar la tierra que no se percató de alguien que estaba mirándolo.

–Un omega no debería estar tan solo por este lugar, –una voz grave y gruesa captó la atención de Baekhyun quien giro el cuello levemente.

–¿Quién eres? –pregunto al hombre que tenía los ojos grises y al igual que su cabello.

–Tu futuro alfa, –sonrío ladino y luego lamió su labio inferior.

Baekhyun soltó una carcajada y negó con su cabeza mientras reía.

–Seguro eres algún tipo de pervertido. Te aviso que estoy comprometido y mi alfa te golpeara hasta matarte si me haces algo, –amenazo muy seguro el pequeño, pero a medida que el otro se acercaba, sus piernas empezaban a temblar. Ese hombre estaba sin camisa mostrando un cuerpo firme y con músculos capaces de doblar el acero aparte de la mirada tan altiva que tenía.

–No veo una marca en tu cuello, ni olor en tu cuerpo, así que deja de mentir, pequeño, –se acercó con un aire amenazante y su aroma a tabaco y café llego hasta Baekhyun quien al oler empezó a temblar un poco, nunca había inhalado tanta testosterona en su vida.

–Alejate de mi, estoy comprometido, por eso mi cuello no está marcado, pero lo estará. –Soltó los zapatos sin darse cuenta y empezó a correr cuando el otro estuvo demasiado cerca.

El alfa perseguía a Baekhyun, pero con una velocidad reducida, le divertía el juego de la caza. Baekhyun trataba de evitar las ramas de los árboles, pero una que otra lo iba golpeando, después de un rato sus plantas ardían dejando un pequeño camino de sangre porque algunas piedras afiladas habían cortado sus pies.

–Dejame en paz, pervertido, –grito cuando pudo escuchar los pasos del alfa aunque por más que girará la cabeza, no lograba verlo.

Finalmente llegó a lo que parecía un pueblo, había un pequeño cartel con la palabra Sullen en el, por lo que pensó era el nombre del lugar; puso las manos sobre sus rodillas intentando coger aire, sus pulmones se sentían a reventar, ya no olía el aroma de aquel alfa por lo que creyó que estaba seguro. Iría a pedir un teléfono en alguna casa para poder llamar a sus amigos.

Maldición Deseada Where stories live. Discover now