IV

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Chanyeol se fue muy molesto de la casa, su ceño fruncido asustaba un poco a los habitantes con los que se cruzaba, ya que no estaban acostumbrados a verlo enojado.

–¿Ey que pasó? Tienes una cara de perro rabioso, –le dijo uno de los lobos de cacería en cuanto llego al lugar.

–No jodas de nuevo, Sehun, –rueda sus ojos.

–¿Sigues molesto porque mordí a Luhan antes que tú? –se cruza de brazos y arquea una ceja.

–Sabes que tú omega aún se muere por mí, –cambia su expresión de enojo por una de burla.

–Ya se le pasará cuando de a luz, –se encoge de hombros, –ahora no me dirás qué tú molestia es por eso.

Chanyeol respira profundamente y desvía su mirada. Siempre que tenía un problema recurría a Sehun ya que eran amigos desde que eran cachorros. Sin embargo, desde que el alfa menor mordió a su amante, pelearon casi a muerte, pero Chanyeol no pudo matar al tipo con el que había compartido sus mejores y peores momentos por lo que se rindió, así que Luhan tuvo que quedarse con Sehun, sacándole canas verdes ya que siempre intentaba escapar. Ahora había pasado un poco más de un año y Chanyeol fue superandolo poco a poco.

–No, es por mi omega, –muerde el interior de su mejilla recordando la manera tan impetuosa que el chiquillo tenía al hablarle.

–¿El bombón que llevabas ayer en brazos? ¿Lo marcaste? Nunca antes lo había visto, –pone sus dedos sobre su quijada pensativo por si lo habrá visto antes.

–No vuelvas a referirte a él con esos términos –sonrío y achino los ojos asustando un poco a Sehun quien alzo sus manos en señal de rendición. –Si, lo mordí, pero él… es alguien bastante extraño, –se detuvo al sentir como la incomodidad llenaba su cuerpo al seguir hablando sobre el pequeño.

Aunque lentamente la amistad entre ambos había empezado a recomponerse, aún se sentían incómodos hablando de cosas muy íntimas entre ellos, a diferencia de cuando aún no había estado Luhan en el medio.

–¿Raro?

–Bueno… es algo desobediente, –entorna los ojos.

Sehun se encogió de hombros y pateó ligeramente una piedra pequeña, luego vio que el líder del grupo venía, así que solo miro a Chanyeol.

–Hazle saber que tu eres el que manda, sino en una semana el estará cazando aquí y tú lavando los platos, –soltó una carcajada y Chanyeol le dió un golpe en la cabeza, –ya bueno, simplemente imponte, es lo que los alfas hacemos.

–¿Te funciona con Luhan?

–Por algo sigue en casa y esperando a mi cachorro, –sonríe chulesco. –Aunque sé que tú eres muy blando con los omegas, así que supongo que te resultará difícil.

Chanyeol entorna los ojos resoplando para luego quitarse su ropa al igual que sus compañeros, para guardarla. Después se transforma en un lobo gris que en seguida se va junto al grupo para empezar a cazar, e intentar olvidar al pequeño omega rebelde.

Baekhyun ahora estaba comiendo su desayuno, ya que tuvo que cocinar cuando su estómago empezó a doler por el hambre, ahora se sentía un poco mal sabiendo que el mayor tuvo que salir sin comer, pero luego se encoge de hombros recordando cómo le había tratado.

–Es un idiota, –dice con un puchero mientras mira a la pared de madera, se sentía aburrido. –Pero desgraciadamente ahora es mi alfa.

Baekhyun sabía que su deber era obedecer al alfa, pero aún así nada le costaba al hombre ser un poco más amable con él. Termino de comer y puso sus brazos cruzados sobre la mesa para luego reposar su cabeza ahí.

Maldición Deseada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora