Capítulo 1

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La canción de las sirenas, un rumor de felicidad pura en forma de música, un sonido que ninguna voz humana podía imitar. Una canción dulce que había tentado a los marineros a una muerte segura por varios siglos a pesar de las miles de advertencias que se contaban en las historias para niños y en las leyendas de los ancianos.

En realidad, todos esos rumores eran una completa exageración.

En su mayoría.

Cantar era un extraño pasatiempo de los tritones, tan viejo que era más antiguo que su memoria y tenía menos sentido mientras más se pensaba en ello. Ellos eran criaturas del mar que de una asombrosa manera habían desarrollado voces que podían imitar el habla humana, sin embargo, sus voces eran solo un poco mejores que las del humano promedio. Lo que las hacía extraordinarias era la magia que podían enlazar en sus canciones. Una voz podía encantar a una sola persona o lograr tejer un débil encantamiento, pero varias voces podían hacer que un bote lleno de hombres olvidaran todos los recuerdos que añoraban y lo abandonaran todo para dirigirse a ese llamado de una fría y húmeda muerte.

Pero incluso con eso en mente, Xie Lian pensaba que a los humanos les seguiría costando encontrarlo como alguien peligroso. Hacía ya mucho, mucho tiempo que no tenía a nadie con quién cantar y aún más tiempo que no tenía la voluntad de enlazar nada a esas notas.

Suspiró mientras se subía a una roca y se empezaba a pasar los dedos por el pelo, intentando desenredar los trozos de coral y suciedad que se habían enredado en él. Era un gran dolor, pero ya estaba acostumbrado a él. La cala[1] en la que vivía estaba cerca de un pequeño pueblo de pescadores, por lo que había un gran número de redes esparcidas por ahí, algunas estaban abandonadas, otras se habían perdido y otras sólo esperaban el regreso de sus dueños, pero no importaba por qué o cómo habían acabado allí, Xie Lian siempre encontraba la manera de enredarse en alguna.

El supuso que con la suerte que tenía esto era inevitable. En realidad, si no hubieran redes en sus alrededores para cumplir con su desgracia, el universo podría algo más atroz como algún veneno o depredadores (los tritones se encontraban bastante arriba en la cadena alimenticia, pero todavía había algunas criaturas que podrían hacer una buena comida de ellos), así que Xie Lian debería considerarse afortunado. Al menos un poco.

También habría sido un poco más tolerable si no fuera por el hecho de que salir de aquellas trampas no era un asunto sencillo. Siempre conseguía escabullirse antes de morir de hambre, pero nunca sin haber sufrido laceraciones y quemaduras de la cuerda sobre su piel. Sus escamas estaban bien, demasiado gruesas y resistentes como para ser lastimadas por las redes, pero su delicada cola y sus aletas dorsales estaban en un estado lamentable. Ya no tenían un aspecto agradable ni funcionaban igual de bien, sus bordes estaban rasgados y destrozados por los años de abuso.

Ah, en fin. Así es como eran las cosas.

En ese momento, un sonido se escuchó a través del aire, enviando un escalofrío por su espalda. Al no estar acostumbrado a las voces, tardó un momento en reconocerla, pero cuando lo hizo, la consternación se apoderó de él.

Era una voz humana.

No, era un grito humano.

Xie Lian se zambulló en el agua sin pensarlo dos veces, siguiendo la fuente de ese grito que hacía mucho que había desaparecido, muriendo en el aire abruptamente y Xie Lian sólo esperaba que el humano al que pertenecía no hubiera muerto junto con ella. Estaba a punto de salir a la superficie del agua para buscar en la orilla rocosa al angustiado humano, pero un revoloteo de telas y cabellos en la esquina de su visión llamó su atención.

Inconscientemente movió la cola, lo que lo envió hacia el pequeño bulto. Lo rodeó con los brazos con mucho cuidado -ya que los humanos eran realmente frágiles- antes de subir lentamente a la superficie. Quería subir rápidamente para sacar al pequeño humano del agua que inevitablemente lo asfixiaría, pero sabía por experiencia que los cuerpos de los humanos reaccionaban mal si subían o caían demasiado rápido en el agua.

«ɪʀɪᴅᴇꜱᴄᴇɴᴛᴇ» ʜᴜᴀʟɪᴀɴWhere stories live. Discover now