«ɪʀɪᴅᴇꜱᴄᴇɴᴛᴇ» ʜᴜᴀʟɪᴀɴ

Capítulo 2

Advertencia: Pensamientos suicidas.

Y en un giro argumental que no sorprendería a nadie, Xie Lian estaba atrapado en una red. De nuevo.

A juzgar por la tranquilidad y el oscuro color de las aguas a su alrededor, llevaba alrededor de dos días atrapado. Lo cual, debía admitir, era un tiempo ligeramente peor al que usualmente solía pasar atrapado en las redes. La mayoría de las que se dejaban en la cala sin vigilancia estaban desgastadas y deshilachadas, por lo que, tras un poco de agitación, las ataduras de la red se rompían contra sus toscas escamas. Y en el raro caso de que las redes fueran más nuevas, los pescadores pasarían por lo menos una vez al día para descargar su botín, así Xie Lian podía liberarse justo después de que alguna pobre alma le diera un paro cardiaco al verlo.

Pero ninguna de esas situaciones se dio esta vez. La red era nueva y gruesa, lo que le dificultó a Xie Lian el desenredarse de ella una vez que su suerte lo hizo atraparse. Ya que era tan nueva y bonita, supuso que alguien pasaría por allí para revisarla o levantarla, pero incluso después de dos días, la red seguía intacta y sin ningún alma que viniera a checarla.

Suspiró y trató de retorcerse de nuevo, con la esperanza de que se aflojara un poco, pero al hacerlo, sólo consiguió que las cuerdas se retorcieran y tensaran más alrededor de su muñeca y sus aletas. Xie Lian tuvo que reprimir un gemido y, dándose por vencido, se desplomó en el fondo del mar.

Estaba cansado y le dolía moverse. Tal vez era el momento de sólo rendirse y tumbarse. Ya había intentado todos los trucos que conocía para escapar y nada había funcionado. Estaba totalmente a merced de su suerte.

Realmente no tenía demasiadas esperanzas. Su suerte nunca había sido amable con él.

Mientras los ojos de Xie Lian se cerraban, sintió que la corriente cambiaba y algo en el agua sabía... diferente. No podía identificarlo, así que abrió los ojos con lentitud para averiguar qué podría ser el origen de aquella intromisión.

Se encontró con una cabellera oscura y el brillo de un cuchillo.

Intentó luchar para alejarse de él, pero eso sólo logró que su problema anterior se hiciera más relevante cuando las cuerdas se clavaron dolorosamente en su muñeca y cola. De repente, una mano, una verdadera mano humana, estaba sobre él sujetándolo y evitando que se agitara.

Xie Lian quiso gritar, pero el sonido se atascó en su garganta cuando la presión alrededor de su muñeca y su cola se relajó de repente. Con un potente chasquido de su cola, se impulsó hacia atrás. Con sorpresa, notó que creía haber sentido que su cola chocaba con algo.

Se giró lentamente, preparado para esquivar al atacante. Pero entonces, su cansado cerebro volvió a la realidad y se dio cuenta de que se había librado de la red, sin un solo rasguño más sobre él.

No había sido atacado. ¡Había sido rescatado!

Y le había pagado a su salvador golpeándolo en la cara con su cola...

Si fuera posible, Xie Lian realmente quería ahogarse a sí mismo.

Pero primero, necesitaba disculparse. Y antes de eso, parecía que su salvador había estado en problemas. Ahora que Xie Lian lo observaba, se dio cuenta de que estaba completamente inmóvil y algo como... flotando en el agua. ¿Realmente lo había golpeado hasta quedar inconsciente? Su salvador era hombre, probablemente. Siempre era difícil saberlo con toda la tela que los humanos insistían en usar para cubrirse. Sin embargo, lo más importante es que tenía dos piernas, lo cual... no era bueno. Se encontraban bastante lejos de la superficie y perder el conocimiento ahí significaba la muerte para los humanos en la mayoría de los casos.