Capítulo 5.

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Kara despertó debido a un pequeño estruendo, era el sonido de un vaso chocando contra el piso y volviéndose añicos. La rubia abrió lentamente los ojos y frunció el entrecejo cuando los rayos del sol chocaron directo en sus ojos, no había dormido absolutamente nada la noche anterior y le tomó algunos segundos volver en sí. Se sentó rápidamente al recordar que la noche anterior no había dormido sola.

—¿Lena? —Miró a su alrededor, pero no había señales de la ojiverde y todo estaba en total silencio, cómo si los eventos de la noche anterior no hubiesen sido reales.

Parecía que el apartamento estaba completamente solo, ¿Realmente todos los sucesos de la noche anterior habían sucedido o tan sólo había sido un bonito sueño? No, no era posible, el característico aroma de Lena aún flotaba sobre el aire, su corazón se encogió al pensar que Lena se había ido sin siquiera decir adiós.

—Streaky, no.

La rubia se levantó rápidamente y se acercó hasta la mesa de centro, el gato se había subido a esta y con su pata delantera había empujado un vaso que aún contenía leche con chocolate, el vaso había rodado y se había hecho añicos en el suelo, aquel sonido era lo que había despertado a la rubia. Tomó a Streaky en brazos por miedo a que se fuese a cortar con los trozos de vidrio y rápidamente quitó los libros que estaban sobre la mesa, antes de que pudieran mojarse, pero entonces algo llamó su atención.

Encima de la mesa había una hoja blanca, estaba doblada por la mitad y el extremo inferior se había mojado con leche. Kara puso al gato en el sofá y rápidamente tomó aquella nota, totalmente intrigada. La sacudió ligeramente para intentar quitar el exceso de aquel pegajoso líquido y desdobló la hoja.

Su corazón dio un vuelco, no era sólo una hoja, era una carta, una carta con una preciosa caligrafía. Y el papel olía ligeramente a Lena, con el corazón en la garganta, llevó su vista al principio de la carta y se dispuso a leer.

Querida Kara:
Lamento si no me despedí antes de irme, no he podido cerrar los ojos en toda la noche, mientras tú dormías estuve pensando acerca de todo lo que hablamos.
Perdón si no me he despertado a tu lado, créeme que fue muy difícil levantarme de la cama y dejar de abrazarte, pero he dejado que otros elijan mi futuro durante mucho tiempo y no puedo esperar un segundo más. Espero que puedas comprenderlo y no te enojes conmigo.
Ahora necesito que hagas algo antes de continuar leyendo, necesito que tomes el libro que tenías anoche y lo abras justo a la mitad, por favor hazlo.

Kara frunció el entrecejo, a decir verdad no despertar junto a Lena le había dolido mucho más de lo que hubiese querido admitir, pero hizo lo que la ojiverde le indicó, dejó de leer y se levantó para buscar su libro "Las crónicas marcianas", el cual había dejado en la barra de la cocina la noche anterior.

Tomó el libro entre sus manos y entonces pudo notar que justo a la mitad había una pequeña hoja de papel que sobresalía, como si fuese un separador improvisado, rápidamente lo abrió, intrigada por lo que pudiese ser; por su mente pasaron varias opciones, quizá era otra carta, pero nada la preparó para lo que sus visualizaron cuando abrió aquel libro. Sintió que el aire se le iba de los pulmones y su garganta se secó.

Ahí adentro había un pequeño rectángulo de papel y Kara abrió los ojos descomunalmente al notar que aquel rectángulo de papel era un cheque, un cheque por 20 mil dólares. El nombre estaba en blanco debido a que Lena no sabía el apellido de Kara, tan sólo se encontraba la firma de la ojiverde y la enorme cantidad de dinero.

Las manos de Kara empezaron a temblar y su corazón latió como nunca antes, tomó el cheque entre sus manos y lo miró con incredulidad, en sus manos tenía 20 mil dólares, era mucho más de lo que alguna vez había ganado en el trabajo. Tomó una enorme bocanada de aire y continuó leyendo la carta, necesitaba una explicación.

Shooting Star - SupercorpWhere stories live. Discover now