⠀⠀ ♡ 𝐔𝐧 𝐩𝐥𝐚𝐜𝐞𝐫

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¡ Especial diez mil lecturas !
10/10

Narra Aidan

Okey, okey. Todo listo para sorprender a mi querida novia. Se supone que yo llego del viaje de Toronto hasta Los Ángeles en una semana. Pero ¿adivinen que? Terminamos de grabar la serie antes de lo esperado. Por lo que decidí sorprenderla. Entré a nuestro departamento, obviamente usando las llaves. Aun mis cosas están en el auto, las maletas y todo eso, para no levantar sospechas.

—¿Hola? —Hablé al lograr abrir por completo la puerta.

Nada. Perfecto. Caminé hasta la cocina, todo impecable, al igual que el living, comedor.
Ahora fui a la habitación, la cama destendida, algunos conjuntos de ropa sobre esta. Sip, se supone que hoy debía ir a visitar a su mamá. Eso me dio ventaja, su madre la distraerá mientras yo preparo una cena.

[ ••• ]

Luego de dos horas ya había cocinado nuestra comida favorita, tofu. Ahora estaba acomodando las cosas en la mesa, pero suena mi celular.

—¿Hola? —Contesté.

—¡Holi mi amor! —Habló animada mi chica.

—¿_______?, ¿Qué pasó? —Pregunté nervioso.

—¿Qué no lo recuerdas? Hacemos llamadas siempre a esta hora —Respondió.

—Ah...eh si claro, ¿Podemos hablar luego?

—Si, no hay problema amor —Su voz se apagó un poco.

—Te quiero hermosa —Mandé un beso.

—También yo —Cortó la llamada.

[ ••• ]

Narra _____

¿Estará con alguien más?, ¿me habrá cambiado?, ¿encontró a alguien mejor que yo?, ¿tiene un amor  en Canadá?. Ayuda. Mis inseguridades me juegan en contra en este momento. Se supone que siempre a esta hora está disponible para hacer una llamda conmigo. Okey...quizás exagero. O quizás no...
Ay no se. Mátenme.

- Hija ¿puedes dejar de morderte las uñas?, pareces paranoica - Hablo mi madre.

Mierda, me comí las uñas y tenía una bonita manicure. Todo mal, todo mal.

—Lo siento —Me disculpé.

Me dio una mirada acusatoria y se fue a contestar una llamada. Unos minutos después volvió.

—_______, ¿Quieres que te vaya a dejara tu departamento —Preguntó.

—¿Me estás echando? —Me ofendí. Yo quería quedarme en la casa de mi infancia a hacerle mimos a mi perro.

—Hija...ya es tarde —Dijo.

—Bien mamá, no te preocupes...me iré en mi auto —Me despedí de ella y salí para entrar en mi automóvil. Y me preparé para llorar toda la noche sin ninguna razón. Con helado.Si, helado. Estacioné el auto en un supermercado.

—Helado, cholate, nutella y mashmellows —Perfecto. Tomé uno por uno sin ninguna prisa, después de todo nadie me espera en casa. Mucho menos mi novio ocupadisimo en Canadá. Donde puede estar trabajando...o estar con alguien más...engañándome...

—Disculpe señorita...¡Señorita! —Llamó la cajera.

—Ah si lo lamento —Fui dejando los productos. Pagué las cosas y caminé hasta el auto. Subí a mi automóvil para al fin poder ir a mi casita y llorar en mi linda camita.

—Buenas noches Martin —Saludé al viejo portero del edificio.

—Ah, buenas noches señorita —Saludó de vuelta.

—¿Sabe si llegó algún paquete? —Pregunté al recordar que había hecho un pedido de libros.

—Si, hoy en la tarde, pero ya fue recibido —Respondió. Fruncí el ceño ¿Habrá sido mi madre?

—¿Seguro? —Ya no pude seguir hablando, alguien había llamado al teléfono fijo. Bufé. Y avancé con el auto, lo estacioné en el -1 del edificio. Bajé del auto con las bolsas del supermercado y mi bolso. Subí el ascensor. Otro de los conserjes del edificio estaba dentro.

—Hola Murphy —Salude.

—_____ —Hizo una mini reverencia. Llegamos al piso 7.

—Adiós Murphy —Me despedí.

—Adiós —Escuché. Caminé hasta el departamento 128, mi hogar, dulce hogar. Al entrar olía...¿Rosas?— Carajo, ¿Se me quedó una vela prendida? —Solté todas las bolsas y caminé rápido hasta la sala. Nada. Giré al comedor donde había comida servida.

—No, por suerte —¿Aidan? caminó hasta mi.

—¿Cómo...?

—Las grabaciones terminaron antes...y yo quería volver a ver a mi hermosa novia —Me tomó delicadamente por la cintura. Shock.

—Te extrañé —Dijo cerca de mi oído.

—Ay Dios mío si estás aquí —Ahí caí en cuenta de que era el, que él estaba aquí, conmigo. Lo abracé con fuerza.

—Claro que estoy aquí —También me abrazó.

Solté un lagrima traicionera. En verdad lo había extrañado. Pasé demasiado tiempo con él y que luego tuviese que irse tan lejos por tanto tiempo fue algo triste. Eso gente, es apego emocional.

—No llores ¿Si?, estoy aquí, estamos aquí...juntos —Quitó mis lágrimas con ambos pulgares.

—Lo siento...es algo torpe y...cursi, pero fue algo difícil ¿Sabes? —Sorbeteé mi nariz.

—Para mi también lo fue cariño... —Confesó— Mucho más difícil de lo que creí.

—Ay esto es tan de película —Reí. El río también.

—Tienes razón —Su risa se fue tranquilizando. Y suavemente tomó mi mejilla. Me miró a los ojos por unos segundos— No se que me hiciste ______...pero quiero que sepas que me encanta que lo hagas —Articuló cerca de mis labios. Y yo sintiéndome indefensa ante el, dije.

—Para mí es todo un placer —Acerqué por completo nuestros rostros. Juntando así nuestros labios.

𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 - 𝐀𝐈𝐃𝐀𝐍 𝐆𝐀𝐋𝐋𝐀𝐆𝐇𝐄𝐑Where stories live. Discover now