Capítulo 11: Amigos especiales

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Respira, Audrey, Respira.

Se repetía a sí misma antes de aparecerse, tomo el maletín y se apareció en las afueras de la casa de varios pisos, algo chueca, con muchísimas ventanas y un letrero que decía La Madriguera. sentía que el corazón le latía tan rápido que se le saldría del pecho, tomó la última gran inhalada de aire y golpeo la puerta, una mujer pelirroja y regordeta abrió la puerta.

—¿Señora Weasley?— ella se secó las manos en el delantal y asintió— Buenas tardes, lamento molestarla en sábado es que estoy buscando a su hijo.

—¿Dri? ¿Qué haces aquí? — dijo una voz detrás de la mujer, Percy apareció detrás de su madre, vestido con la misma pulcritud con la que iba al Ministerio los días laborales. La madre de Percy lo miraba confundida.

—Hola Percy— saludo incomoda, ¿Quién la había mandado a aquella situación? ¿Es qué no sabía nada de citas? Había aparecido en la casa de los padres de un hombre al que a penas había besado una vez.

—Pasa querida, ¡Percival que grosero! Pensará que no te hemos educado, ofrécele algo de tomar, ¿Quieres algo de tomar, Querida? Arthur y yo siempre insistimos en que nuestros hijos sean educados, especialmente con las chicas, pero nunca aprenden.

—Mamá— cortó Percy avergonzado, con las orejas rojas. Nunca había visto a ese hombre como un niño. Percy era serio, responsable, ordenado, pero en este momento era un niño avergonzado por su madre y le generó ternura.

—No gracias Señora Weasley, lamento la molestia— Miró a Percy— Supuse que necesitarías tu maletín para hacer el papeleo del lunes, lo olvidaste y no sabía dónde vivías, así que le pregunte a mi tío, espero no haber sido demasiado atrevida, creí que si llegabas el Lunes a la oficina sin los papeles terminados tendrías alguna especie de crisis.

—Gracias de verdad debo terminar algunas cosas—Percy tomó el maletín.

—Tomé nota en la oficina de lo que debíamos hacer y puedo ayudarte, tengo las fichas de esos casos— se ofreció, Percy asintió.

—Claro— Le alegraba poder pasar más tiempo con aquella mujer, especialmente si era con algo que a él lo apasionaba como su trabajo. Sabía que era un adicto a la oficina, pero si en aquel lugar también podía estar aquella preciosa mujer ¿Por qué no iba a estar feliz por ello?

—Lo siento señora Weasley, no me he presentado. Soy Audrey Dickson, compañera de Percy, también soy sobrina de Kingsley Shacklebolt— Molly sonrió.

—Llámame Molly, el buen Kingsley es como de la familia, él ha sido muy bueno para el Ministerio, eso dice Arthur, le ha propuesto un puesto en el nuevo departamento, Arthur temía que fuese mucho para él, pero ¿Quién mejor que un hombre como él para ayudar a las familias muggles? Si después de todo está encantado con todo lo que viene de ellos. Que desconsiderada soy ¿Quieres quedarte a cenar cielo?— Audrey miro a Percy para pedir su permiso, después de todo era su casa con sus padres, él se encogió de hombros.

—Me encantaría— aceptó. Hacía tiempo no veía a su madre y echaba de menos algo de comida de hogar.

George estaba en la madriguera, había subido un poco de peso y sus mejillas se veían algo más cálidas después de varios meses estando demasiado delgado y con las mejillas hundidas y sin color. Su madre había conocido a Emmeline en la tienda, después su historia y la de la pequeña Primrose no faltaba ocasión en que las invitase a comer. Ginny y Hermione estaban charlando con Emmeline mientras la pequeña Prim jugaba en la alfombra con Harry y Ron.

Audrey se sentía ajena a aquel ambiente donde todos tenían historias juntos. Saludo con la mano, tratando de mantenerse cerca de Percy, el único rostro conocido en una habitación llena de personas.

¿Qué paso en esos 19 años?Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang