P R I N C E S A

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Dalia

Dariana había estado ocupada estos meses en la administración completa de todos los reinos y el alce del Reino madre para que los enemigos dejaran de intentar conquistar nos, los capitanes se encargaban de exterminar sin piedad los batallones que vienain cada 15 dias a tomar las ciudades bajas cosa que nunca conseguían. Los emperadores se estaban quedando más tiempo de lo usual lo cual me pareció raro hasta que me contaron que querían hacer una alianza de sangre con la futura emperadora roja la cual sería Dariana, pero mi hermana simplemente no tenía tiempo para ceremonias las cuales yo representaba últimamente aunque mi viaje de regreso a Alemania estaba por llegar.

- Su alteza - me llamó Okiko

- ¿Dime? - levante la vista

- ¿Sucede algo? - preguntó ella sentándose enfrente de mí

Me encontraba en la biblioteca en los pocos tiempos libres los cuales me daba Dariana de tanto andar por todo el reino, los emperadores les gustaba mucho nuestra biblioteca ya que era bastante amplia.

- No, bueno si - suspiré cansada - no lo sé - dije

- Si lo sabes querida - afirmó ella - ¿Es sobre tu viaje? - vaya que le dio en el clavo

- Si bueno, no se si regresar de nuevo a Alemania ya que bueno mi hermana   esta muy ocupada y se que necesita mi ayuda - deje salir mi preocupación

- Es normal que te sientes de ese modo, nosotros pensamos que dejar a nuestro hijo mayor seria un problema - suspiro - pero según las cartas de mi yerno todo va muy bien con el imperio -

- ¿El esposo de Mía aun no viene? - pregunte

-No, no quiere venir a ver la tumba y solo prefiere saber que está en un lugar mejor - pude ver su dolor

- A sí me sentí yo cuando mis padres murieron, decidí irme para no cargar con los recuerdos de este castillo - mire a mi alrededor - no pensé en el dolor que mi hermana sufría al tener que portar con la corona de mi madre y ahora la de mi padre - suspiré triste

- Cada quien enfrente el duele como puede, aun es doloroso saber que mi amada hija tomo el camino que no debía y estoy consciente que su propia hija vendrá a buscar respuestas - tomo mi mano - así como tu buscas la respuesta de quedarte o no -

-Gracias Okiko-san -

- ¿Has estudiado nuestro dialecto? - preguntó sorprendida

-Si un poco, me gustan los idiomas - afirme

Estuvimos hablando un poco en su idioma y me dio algunos tips para poder entenderlo un poco más, luego de eso regrese a mi habitación para cambiarme el vestido ya que estaba sudado de mi viaje hacia los maisales que había hecho esa mañana.

- No dejen que alguien entre - ordene a los guardias

Entre a mi habitación directo a mi baño hasta que la campana sonó, corrí a mi balcón y observe a los cinco capitanes regresando de otra victoria en batalla hasta que mis ojos observaron a Evan quien recibía muchos regalos de sus admiradoras como a todos. No podía negar que todos eran muy atractivos para ser tan jóvenes capitanes, suspiré ya que me sentía un poco celosa de que Evan tampoco tuviera tanto tiempo para mi.

Resiganada me di un baño rápido y luego me cambié hasta que tocaron mi puerta eran aquellos dos.

- Compermiso - entraron sin permiso

- Ordene que nadie entrará - dije cruzando mis brazos

- Lo se, pero somos ancianos querida - se burló Martín

Reina Roja ✔️  C O M P L E T ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora