Mi nombre es Noah Patterson, tengo 19 años, soy un joven estudiante que bajo los efectos del alcohol interrumpió la importante boda de un mafioso, esto luego de que mis vengativos amigos me retaran a besar a un hombre que en ese momento se estaba ca...
No puedo creerlo, esto definitivamente no me lo esperaba, estoy prácticamente en shock debido a que no sé qué decir tras encontrarme frente a nuestro transporte.
¡Jack exageró muchísimo! Yo creía que iríamos a un aeropuerto, estaba seguro de que iríamos a otro país con tal de estar a solas, sin embargo, su idea fue más exagerada, ya que nos encontramos frente a un yate privado de aquellos lujosos. Por suerte me aseguró que le pertenecía a la familia Daniels, por un momento me asusté al creer que lo había comprado solo para la luna de miel, lo peor es que es capaz de comprar algo como eso con tal de sorprenderme.
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Era mi primera vez subiéndome a algo como esto, así que me presentó al capitán quien se encargaría de que este se moviera junto a sus ayudantes, de esta forma me decía un "tengo todo bajo control" y logré relajarme, aunque de cierta forma me daba un poco de miedo. Estaremos varios días en aquel lugar, así que necesitaba saber que estaba todo bajo control, no quisiera morir en medio del mar.
Lo bueno es que logré relajarme rápidamente, dentro era enorme, era un yate que estaba destinado a celebraciones grandes, Jack me informó que solían usarlo para vacacionar en épocas navideñas, incluso me dijo que solían pasar un mes completo navegando, así que me sentí más confiado tras suponer que no se hundiría, además, estaremos en una parte del mundo en donde es más caluroso, técnicamente donde vivimos estamos en otoño, pero Jack organizó todo para pasarlo en un lugar más cálido.
Por otro lado, la habitación era hermosa, por ahora no veía nada, ya que estaba oscuro, pero estaba en lo alto, seguramente por la mañana lograré ver las dimensiones inimaginables del mar, debe ser muy bonito, aunque yo me dediqué a ducharme para poder meterme con mi amado en la cama.
Por supuesto que él comenzó a besarme apasionadamente, era muy tarde, pero ambos deseábamos tener nuestra noche de bodas, se supone que es algo especial, nosotros ya hemos hecho muchas cosas pervertidas, es normal que para nosotros sea diferente, si nos hubiésemos casado siendo vírgenes, quizás si sería diferente, quizás más dulce, ya que ahora mismo nos comemos vivos.
Soy consciente de que intenta ir más lento, quiere hacer el amor, solo que el deseo de ambos se desata volviéndolo más intenso, yo quiero tocarlo, besarlo por todos lados, mientras que él quiere manosearme y hacerme gemir de placer.
–Ah...–suspiré aferrándome a su espalda mientras él besaba mi cuello de forma lenta y pausada– Jack...–nombré buscando sus labios.
Era nuestro momento, nadie nos interrumpiría, estaremos nosotros dos en este enorme lugar, ya que los encargados de hacer que este extravagante yate se mueva, no se molestarán en interrumpirnos. Ahora entiendo, sé que es extravagante, pero el hecho de que haya hecho todo esto con tal de quedarse a solas conmigo, es muy tierno.
Sé que vivimos juntos, pasamos parte de nuestro día juntos, pero ahora no existe el trabajo, tampoco debo pensar en mis estudios, ahora únicamente estamos los dos. Espero que haya traído los suficientes condones, no estoy seguro de cuánto tiempo pasaremos aquí, pero necesitaremos muchos.
