Capítulo 40: Sin él

1.2K 148 105
                                    

Luego de aquella llamada, la incertidumbre de no saber qué había pasado me tenía en un estado de locura, estaba volviéndome loco, necesitaba una respuesta, deseaba con ansias verlo regresar como siempre, incluso me engañaba diciendo "Todo estará bien, él regresará como siempre" pero pasaron dos días y...

Mi suegro llegó de visita, yo no estaba en condiciones de abrirle la puerta, así que una de las sirvientas le abrió y este se adentró por mi casa con tal de llegar al salón, en donde yo me encontraba inmóvil, al verlo comencé a llorar, incluso negaba con la cabeza mientras él se acercaba de forma lenta.

–No...–le dije alejándome de él– no es verdad, él no...

–Noah– me nombró acortando la distancia, con tal de abrazarme.

–No, no, ¡no! – le decía tratando de apartarlo.

–Lo siento...–me dijo abrazándome con fuerza–Jack está...

Este juego no me estaba gustando, sabía perfectamente como terminaba aquella frase, pero no quería escucharla, no podía asimilar que Jack ya no estaría conmigo, no deseaba ver la realidad, no podía, estaba tan destrozado que no sabía cómo afrontar esto.

Lo que sentía era horrible, además cuando miré por detrás de mi suegro, me desvanecí aún más tras ver a mis hijos, hasta ahora no deseaba confirmarles nada, no quería asustarlos, pero eventualmente era momento de decirles. ¿Cómo les digo a dos niños que su padre no llegará a casa nunca más? ¿Cómo se supone que debo decirles que deben ser fuertes, si yo no puedo serlo?

Mi suegro me dejó salir de sus brazos, él me permitió acercarme a mis hijos quienes con inquietud me observaban, ya que no comprendían por qué estaba llorando, solo tienen 5 ¿Qué se supone que debo decir? Esta clase de noticias no deberían ser escuchadas por niños.

–¿Qué pasa, papi? –me preguntó Lilith, tomándome de las mejillas tras bajar la mirada– ¿por qué lloras? –continuó preguntando.

–Papá ya no e-estará con nosotros...– dije con dificultad– él m-murió...–tartamudeé.

–Papi no me gusta tu broma– dijo Chris riendo con nerviosismos, mientras que Lilith me abrazaba con fuerza y comenzaba a llorar.

–Hijo...–le dije extendiendo mis brazos– ven aquí...–le dije mientras él retrocedía.

Pude ver como sus ojitos se empañaban de lágrimas, podía ver como no parecía aceptarlo al igual que yo, incluso miró a mi suegro queriendo desmentir mis palabras, pero mi suegro se acercó a nosotros y se puso de su tamaño.

–Sé que es difícil de creer, pero...

–¡Él no puede! –le gritó Chris– él prometió que...–susurró con la voz quebrada, haciéndome sentir cada vez más destruido– él dijo que no me dejaría...–añadió acercándose a mí entre lágrimas.

Lo mejor que podía hacer era abrazar a mis hijos, llorar era algo inevitable, por ello, mi suegro no trataba de consolarnos, él simplemente nos dejaba llorar con tal de desahogarnos y luego de varias horas, mi hermano apareció en mi casa.

Siendo sinceros, si no fuera porque había más gente a mi alrededor, no habría sabido cómo afrontar esto, el hecho de tener a mi hermano y suegro ayudándome con los preparativos del entierro era un verdadero alivio, yo no me sentía capaz de moverme sin llorar.

Me sentía devastado, cuando llegó el momento del entierro, su ataúd estaba completamente cerrado, nadie podía abrirlo, de hecho, cuando tuve el valor para acercarme a su ataúd, Titán me detuvo y con una mirada compasiva me preguntó "¿En serio quieres que este sea tu último recuerdo de él?"

Un beso de verdad (BL)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant