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Eran ya las 3:30 am, y apenas se hacía presente en el departamento. Dejó su casco y llaves en el sofá, despojándose después de su chaqueta y dirigiéndose hacia su recámara.

Comenzó a desnudarse mientras abría el ventanal, hacía algo de calor y el viento de la madrugada le sentiría fresco. Se metió entre las sábanas, dándole la espalda a qué yacía dormido en su lugar. Se dio vuelta algo confundido, mirando la cabellera ahora de un color rubio canoso.

— mh —. Murmuró el chico, ahora acercando su rostro hacia la cabeza e inhalando el dulce olor que estaba en sus cabellos, deleitando sus fosas nasales.

— ¿qué mierda estás haciendo? —. preguntó el japonés, quien estaba despierto desde que el chico había llegado.

El pelirrojo saliendo de su trance se sobresaltó, sintiendo por primera vez un sonrojo llegar a sus orejas. Carraspeó levemente, recostándose boca arriba mientras miraba hacia el techo.

— Te pregunté algo, Lee —. comentó nuevamente, esta vez mirándole fijamente esperando una respuesta.

— Pensé que era alguien más —. Comentó rápidamente, arrepintiéndose después de esa respuesta tan tonta.

Una sonora carcajada salió de los finos labios del menor, agarrándose del estómago.— ¿Y quién va a entrar al departamento a dormir? Digo, en estos dos años que llevamos viviendo juntos, nadie lo ha echo —.

— sí, ya. Cállate y duerme —. murmuró esta vez dándole la espalda, él ahora rubio le dio la espalda de igual manera.

Era raro que TaeYong se atreviera a hacer ese tipo de acciones, y más con él. Sin darle más vueltas al asunto cerró sus ojos para así volver a descansar, ahora ya acompañado.

A la mañana siguiente, TaeYong se despertó poco a poco, esta vez estirando una de sus manos hacia el otro extremo de la cama. Y al no sentir absolutamente nadie acompañarle, se sentó rápidamente observando hacia su alrededor. No había señales de su novio en la casa.

Se colocó unos jeans holgados, esta vez bajando las escaleras mientras rascaba su rojizo cabello. Un olor agradable llegó e inundó sus fosas nasales, sintiendo hambre al instante.

Entró a la cocina, mirando el delgado cuerpo del japonés el cual cocinaba unas pechugas de pollo fritas. Este vestía unos jeans ajustados, una polera algo holgada rojiza y unos converse del mismo color. Estaba arreglado, y con un color cereza en los labios.

— ¿Vas a salir? — preguntó tomando asiento en la barra de la cocina, mirando al contrario esperando una respuesta.

— Buenos días, Lee —. Respondió cambiando el tema, esta vez apagando la estufa y sirviendo dos platos de pollo con verduras al vapor.

— No me has respondido —. Recalcó mientras servía los jugos, dejando el otro vaso en frente suyo.— Y es raro que tú hagas desayuno, ni siquiera te gusta que comamos juntos —.

— Desperté de un buen humor, por primera vez en mucho tiempo. Y tu pregunta, sí. Voy a salir con HanSol, me dijo que le acompañara a comprar algunas cosas —.

El coreano simplemente apretó sus delgados labios, tomando su vaso y dándole un trago a este.

— ¿Acaso él no puede ir solo? —. Preguntó disimulando sus celos, mientras tomaba una verdura con el tenedor.

— ¿Y si yo quiero ir con él? —. Preguntó nuevamente, mirándole durante unos segundos para después desviar su mirada.— Te recuerdo que HanSol y yo somos mejores amigos junto con SiCheng. Así que puedo salir con ellos cuantas veces quiera. Tal como tú y Ten —.

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⏰ Last updated: Sep 13, 2021 ⏰

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˗ˏˋ No manners ︔ YuTae. ˎˊ˗Where stories live. Discover now