《Pregúntale a Sasusaku》

•°•39: Reto a Sakura•°•

*Se abre el telón y solo están la escritora y Sakura*

—¡Hola a todos! Bueno, empecemos rápido antes de que Sasuke llegue y nos atrape. —abraza a Haruno— El reto como pueden leer en multimedia, consiste en hacerle creer a Sasuke que Sakura quiere el divorcio; es por ello que nuestra bella waifu ha estado lejos de él por una semana, no lo ha visto ni le ha hablado.

—Para hacerlo más convincente. —complementó la pelirrosa.

—Exacto. Según me informan, Sasuke ya viene en camino y es ahí donde comenzará la actuación de estos dos. Además, el público estará escondido tras una pantalla negra, pero podrán escuchar todo.

*Se escucha una sirena en el estudio*

—¡Esa es la señal, a sus puestos!

*La pantalla negra bajó haciendo que solo Sakura quedara en el escenario para recibir a Sasuke*

*Entra el Uchiha*

—Sakura, gracias al cielo estás bien. Te estuve buscando como loco toda la semana. —murmura e intenta abrazar a su esposa pero ella retrocede— ¿Qué pasa? ¿Estás herida?

Ella negó: —Tenemos que hablar, Sasuke.

Él frunció el semblante y el tono de su voz a continuación se suavisó: —Mi amor, nunca me llamas por mi nombre cuando estamos solos.

—Ya no estaremos solos, Sasuke. —aclaró su garganta y apretò sus puños en un intento de no morir de risa.

—¿De qué hablas?

—Quiero el divorcio.

Hubo un breve silencio.

—No estás hablando en serio.

—Si lo hago.

*Tensión en el aire*

*Público atento*

—¿Por eso te fuiste? —cuestionó con tono gélido.

—Si.

—¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué... ? —soltó un suspiro dejando la pregunta inconclusa— Creí que eras feliz conmigo.

—Lo era. —confesó llevando sus manos detrás de su espalda— Pero ya no.

—No, Saku... —se acercó a la pelirrosa y tomó sus manos— Sé que estuve lejos por un tiempo, pero todo fue para poder ser digno de regresar, ser digno de tu amor y de ti. Nunca volvería a hacer algo para dañarte.

La voz del Uchiha se quebró un par de veces en toda la oración.

—No es por eso que ya no quiero estar contigo, es por... —dudi y meditó en su respuesta, no había pensado en una posible excusa— Ya no te amo.

Y si Sasuke ya la estaba pasando mal, el escuchar esas cuatro palabras fue fulminante para él. ¿En qué momento? ¿Por qué?

—Si ya no me amas... —retuvo las lágrimas en sus ojos y Sakura sintió un nudo en el estómago al verlo así— Si ya no me amas, no puedo forzarte a permanecer conmigo.

El azabache juntó todas sus fuerzas, conectó su mirada con la de Sakura y esbozó una muy ligera sonrisa ladina.

—Te amo lo suficiente como para dejarte ir y que seas feliz con alguien a quien realmente ames. —declaró con total sinceridad.

*Audicencia intentando no llorar*

*Sakura intentando seguir en su papel*

—Gra... gracias. —respondió con su mejor voz gélida.

—Envíame los papeles de divorcio cuando los tengas. —se dio media vuelta dirigiéndose a la salida— Hasta pronto, Sakura.

Verlo partir como hace años antes de que comenzara con su redención hizo que el corazón de la chica se sintiera culpable por mentir.

—¿Ya puedo romper el reto? —cuestionó en murmuros la chica a la escritora, quien lloraba ante tanta drama.

—Si quieres. —respondió como pudo.

Sakura corrió hasta poder alcanzarlo.

—Sasuke, yo... —sus lágrimas ya recorrían sus mejillas— No era cierto nada de lo que dije.

Cuando el chico se volteó y la enfrentó se pudo apreciar el enrojecimiento en sus ojos, nariz e hinchazón de sus labios.

—¿De qué hablas?

Las luces del foro, así como el telón que cubría al público fueron levantados. La escritora se acercó a la pareja.

—¡Has sido víctima de una broma!

—Hija de tu... —apretó la boca— ¡Una cruel y pésima broma!

—¿Qué te digo? Yo no pongo los retos. —le dio dos palmadas en el hombro— Pero permíteme decirte que rompiste el corazón de más de una con tus bellas y desgarradoras palabras.

—No, el único con el corazón roto fui yo. ¿Sabes qué se siente que el amor de tu vida te diga que ya no te ama y que ya no es feliz contigo?

La escritora negó: —No y espero nunca saberlo.

Sakura, abrazada al torso del Uchiha, alzó la mirada: —Perdóname, cariño. Prometo nunca volver a hacerlo. No te enojes.

El chico se aferró a ella y besó su frente: —Bueno, mi amor.

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—¡Y ustedes no se pierda el pròximo reto! Adiós.