《Pregúntale a Sasusaku》

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—¡Buenas buenaaaaas!

//Aplausos//

—Hoy no traemos retos, solo les traigo un pequeño vistazo al detrás de cámaras de lo que pasa antes de cada reto. ¡Acompáñenme!

La cámara sigue de cerca a la escritora quien va a camerinos donde los participantes esporádicos se encontraban siendo atendidos por maquillistas y peinados por expertos.

Al final del pasillo había una puerta grande con el letrero "SASUSAKU".

—Ok, primero les voy a advertir que no me hago responsable de posibles traumas. Uno nunca sabe qué es lo que pueden estar haciendo estos dos solos con la puerta cerrada. —dice la escritora con una mano en la manija— Ah, y otra cosa. A Sasuke no le gusta que lo molestemos, así que probablemente estará de jeta.

Al abrir la puerta la primera imagen en apreciarse a la pareja sentada una junto a otra, pero Sasuke mantenía su cabeza reposando en el hombro de la pelirrosa y ella, a la par, acariciaba lentamente su muslo en un gesto relajante.

—¡Escritora, qué gusto! —exclamó la pelirrosa emocionada— Ha pasado mucho, ¿habrá capítulo nuevo?

—Ugh, no me digas que... —el Uchiha al ver la cámara puso su peor cara— ¿Qué? ¿Ahora somos un reality show?

—Es una petición del público, y ya sabes lo que dice el dicho: "El cliente siempre tiene la razón".

—Vamos, Sasuke. Será divertido.

—Ya qué. —murmuró— ¿Y qué? Nos vas a seguir a todos ratos, ¿o qué?

—Si, hasta en tus pesadillas, ¿cómo ves?

—Sasuke... no la hagas enojar. —le murmuró Haruno jalando de su manga.

—Pff, ni modo. 

Las cámaras se adentran por completo en el camerino y las puertas son cerradas. Todos permanecen callados por un segundo.

—Y bien, ¿qué cuentan?

Sakura estuvo a punto de responder, pero el Uchiha se le adelantó: —Cuentos y números, ¿ya se pueden ir?

—Neta que eres un aguafiestas. —se queja la escritora y se gira a la pantalla— No se dejen engañar por su bonita cara, ¡es un monstruo!

Sakura ríe y Sasuke vuelve a resoplar.

—Escritora-chan, ¿cuándo volveremos a hacer retos? —pregunta con dulzura la pelirrosa.

—Muy pronto, lo prometo. —responde con el mismo tono— Apuesto a que están emocionados.

—Uy, si. No te imaginas cuánto. —comenta con sarcasmo el chico.

—Tonto.

—Tonta.

—¡Sasuke! —lo regaña Haruno.

—Déjalo, me desquitaré en los retos. Oh yeah. —rie maliciosamente.

—Tsk, qué novedad. —suspiró por una última vez y miró a la escritora— Escucha, ¿puedes dejarnos solos? Siempre que tenemos tiempo a solas me gusta aprovechar el tiempo, ¿si?

—¿Y?

—Y... no puedo besar a mi novia si alguien nos está viendo. —justificó.

La escritora aguantó la risa al ver cómo Sakura se sonrojaba.

—Sasuke, si intentas decirme algo solo dilo. —comentó burlona.

—¡VÁYANSE!

Y entre empujones logró echar fuera del camerino a todos.

Silencio.

Público expectante.

—Bueno, solo me sobra decirles que esto que acaban de ver, es nuestro pan de cada día. —habla la escritora frente a la cámara— Espero que esos besos valgan la pena, ¡nos vemos en el siguiente reto!