La Pesadilla Del Infierno

Entrenamiento

Se pude ver a Katsuki, Natsuo, Mineta, Shinso, Ojiro, y Sen haciendo ejercicio en medio del bosque y en lo que parecía ser un charco de lado. Todos estaban totalmente empapados de lado y ninguno llevaba su camiseta puesta, el dolor y cansancio se les notaba en cada uno de ellos. Frente a ellos se encontraba el sargento el cual se acercó a Mineta al ver que ya llevaba tiempo en el suelo

Sargento: ¡¿Quién mierda te dio permiso a descansar Minoru?! *viendo al peli purpura con bolas por cabello*

Mineta es un exestudiante de la UA, unas semanas después del incidente del Frente de Liberación Paranormal fue expulsado por su constante actitud pervertida y el acoso a sus compañeras. Cuando sus padres se enteraron de esto decidieron enlistarlo al ejercito cuando vieron que buscan por reclutas.

Las ultimas 3 semanas han sido un infierno para todos los cadetes, eran despertados a las 04:00 am para después ir a correr todo el bosque por un total de tres horas. Cuando llegaba la hora del desayuno todos llegaban más muertos que vivos, pero poco a poco se iban acostumbrando, después de desayunar eran puestos a hacer ejercicios físicos hasta que el sol estaba en su puesto más alto. Cuando terminaban eran llevados a practicar su puntería por otras tres horas. Después de eso todos podían volver a sus habitaciones hasta las 16:00 PM que era cuando eran llevados a unos salones de clases donde les enseñaban historia, ciencia, matemáticas, y un largo etcétera.

Hoy era un día diferente a los demás, y es que las 3 semanas que llevaban viviendo en el campo de entrenamiento Katsuki, Natsuo, Mineta, Sato, Shinso, Ojiro, y Sen se habían vuelto "amigos". Mayormente su amistad se basaba en que cada uno le pedía un favor a otro, se ponían retos, o simplemente se molestaban. Esto hizo que el general decida que, si uno hace algo mal, todos tienen que compartir el mismo castigo. Hoy durante su carrera matutina Mineta había hecho un comentario acerca del general y su esposa, y él no se lo tomo muy bien y actualmente todos se encontraban haciendo ejercicios físicos sin descanso desde las 6 de la mañana

Mineta: ¡P-p-perdón señor! ¡Pero llevamos aquí desde las 6 de la mañana y ya van a dar las 10 mañana! *intentando levantarse nuevamente para seguir entrenando*

Sargento: ¡Me importa una mierda tus quejas! ¡¿Crees que voy a sentir pena solo por un montón de inútiles buenos para nada llevan entrenando cuatro malditas horas?! ¡Debiste pensar en las consecuencias antes de hacer ese comentario maldita mierda de persona! *acercándose a Mineta*

Natsuo: Ca-cállate y sigue haciendo las malditas lagartijas *al lado de Mineta intentado seguir con las lagartijas*

Katsuki: Cabeza uva, más te vale tener malditas energías para correr después de esto, o que algo malo me impida caminar, porque juro que te voy a matar una vez acabemos con esto *jadeando fuertemente tomando un pequeño descanso antes de seguir*

Natsuo: ¿Qué pasa Bakugo? ¿Acaso no puedes con un poco de entrenamiento extra? *burlándose de Katsuki jadeando debido al cansancio que tenía*

Katsuki: No sé dé que mierda me hablas maldito copo de nieve, la última vez tu fuiste el que termino vomitando y desmallándose debido al entrenamiento extra *deteniéndose y viendo a Natsuo*

Sen: Chicos, es muy temprano para que inicien con sus malditas mierdas *bañado en su propio sudor intentando no resbalarse*

Shinso: Saben...podría usar mi quirk para hacer que al general se le olvide que nos puso a hacer esto, o que Mineta dijo esa mierda acerca de su esposa, o solo podría hacer que piense que Mineta necesita hacer diez veces todos nuestros trabajos forzados *tirado en el suelo intentando levantarse una vez más*

Mineta: Va-va-vamos chicos, no es necesario llegar a esos extremos, todos sabemos cómo son los trabajos forzados del sargento

Ojiro: Mineta, pensé que después de que te fueras de U.A. no tendría que verte más, o que no tendría que seguir soportando tus mierdas de pervertido, pero juro por dios, que te quitare lo pervertido a golpes, así sea la última cosa que haga *sosteniéndose con su cola para caer rendido al suelo*