La Pesadilla Del Infierno

Hierro Forjado En Hielo

"¡We need a doctor! ¡Fast!" Una mujer de cabello negro grito, entrando a un hospital con un joven Damura mal herido

"Ma'am, we are full, we know you're on an emergency, but we ask you to comprehend-" Antes de que la recepcionista pudiera terminar de hablar, un hombre de apariencia más robusta apareció atrás de Damura y la mujer, cargando un rifle y apuntando a todos en la recepción causando el pánico

"¡We don't give a shit about the others! ¡You better give us a doctor right now, or I swear to god I'll do something I won't regret!"

Ante la amenaza, la recepcionista rápidamente llamo a un grupo de médicos y rápidamente se llevaron a Damura junto a los otros dos debido a sus amenazas.

Ninguno entendía como todo se había salido de las manos, habían sido mandados a Estados Unidos como parte de las fuerzas especiales de Japón. Unos yakuza estaba haciendo tratos con la mafia, por lo que ellos habían sido mandados para acabar con ellos antes de que la situación escalara a mayores.

Todo iba bien, habían eliminado al jefe de los yakuza, con la única inconveniencia de que varias explosiones fueron activadas y causaron un gran daño en la ciudad. Afortunadamente, los héroes de USA actuaron rápido, y lograron que la mayoría de los civiles se salvaran y no tuvieran daños mayores.

Cuando estaban a punto de retirarse, Damura había recibido un ataque sorpresa de un yakuza con un quirk que volvía sus brazos vigas de hierro. Damura resulto muy mal herido, apenas siendo capaz de matar al yakuza pero dejándolo en un estado moribundo.

Ya pasaron varios días, y los dos compañeros de Damura seguían en su cuarto de hospital, habían logrado estabilizarlo, pero el daño ya estaba hecho. Varios doctores habían dado su veredicto, si sobrevivía, no podría seguir trabajando en el ejército. Los golpes habían destrozado parte de su columna vertebral, sus tendones de los brazos habían sido destrozados y podría no sanar, aparte igual tenía una severa contusión cerebral con riesgo de hemorragia.

"¿Qué le vamos a decir al General? Ya extendimos la misión por más de 5 días, y cada vez se dificulta más el darle excusas" El hombre hablo, sentando en el suelo y contra la pared

"No lo se, si le decimos el estado actual de Damura nos ordenara dejarlo aquí a su suerte, pero si le seguimos mintiendo nos mandara a matar a los tres" La mujer hablo, en su voz se notaba el cansancio y la pesadez "¿Crees que sobreviva?" Pregunto, recostando su cabeza en la cama de Damura

"Yumeko... Lo más probable es que no lo haga, su situación es muy mala, necesitaríamos intervención divina para que se recupere" El hombre hablo con algo de lastima "Deberíamos dormir un poco, a el no le gustaría que estemos perdiendo el tiempo con cosas como estas"

Antes de que cualquiera pudiera tan siquiera conciliar el sueño, un toque en la puerta hizo que ambos se pusieran alerta

"Come in" Yumeko respondió, acercando su mano izquierda a su cintura y agarrando su cuchillo

Tras las palabras de Yumeko, un hombre con bata de doctor, camisa roja, y pelo castaño entro a la habitación con sus manos en sus bolsas

"Muchas gracias por dejarme entrar, y no deben preocuparse por hablar inglés, yo igual se japones" El hombre les respondió con una sonrisa amable, acercándose al cuerpo de Damura para checar como se encontraba "¿Ha habido algún avance?" Les pregunto mientras le administraba suero a Damura

"Ninguno, sigue igual que ayer" El hombre le dijo, sintiendo un cosquilleo en su nuca

"Ya veo"

"¿Quién eres? Tu no eres ninguno de los doctores que nos atendieron antes" El hombre le pregunto