Una Buena Vida

71 6 12
                                    

Narra Kurome

Padre siempre fue abusivo, desde que Mamá vivía el siempre la golpeaba. Cada día, cada noche, cada comida, el siempre encontraba una razón para golpearla. Un día, la golpeo de más, y Mamá simplemente murió, fue como si por fin hubiera tenido suficiente y decidiera simplemente rendirse, ¿Qué clase de madre deja a sus hijas en manos de un monstruo como él?

A padre no le gusto que Mamá muriera, así que empezó a desquitarse en nosotras. Akame, al ser la mayor, siempre intento protegerme, pero había veces en las que padre simplemente era demasiado para ella, así que yo igual terminaba siendo golpeada.

Pasábamos días enteros sin comer, y las pocas veces que lo hacíamos era las sobras que ese bastardo no podía comer, como lo odiaba. Siempre parecía estar enojado, no entendía por qué, pero lo odiaba. Nunca parecía que nosotras fuéramos lo suficientemente "perfectas" para él, siempre cometíamos errores, lo quería ver muerto.

Nuestros cuerpos, si bien jóvenes, estaban cubiertos en heridas y cicatrices que ese imbécil nos dejaba, quería matarlo con mis propias manos. Cuando nos escapamos, pasamos meses vagando por las calles, comíamos de basureros y bebíamos de las fuentes de los parques en las noches, quería torturarlo antes de matarlo. Había veces, en las que después de recolectar yenes que la gente tiraba, lográbamos comprar un jugo de las máquinas expendedoras, maestro, ¿Por qué me quitaste ese placer?

Pronto, entre los vagabundos, se empezó a correr el rumor de que el ejército iba a proveer, a sujetos de experimentación, un trabajo, salario, y lugar donde vivir. Sonaba muy bueno para ser verdad, pero nuevamente, no teníamos nada que perder.

Akame y yo decidimos unirnos al programa, dudaron ya que apenas tenía 16 años. La duda duro menos de lo que una granada tarde en explotar, nos pusieron anestesia, y después de eso no recuerdo mucho de lo que paso.

Cuando desperté, me separaron de Akame, y me dieron un número, 0148. Me entrenaron para ser un arma, dolía, dolía mucho. El fracaso era inaceptable y en el caso de que fracasara, me castigaban severamente, aunque más que castigo era tortura física y mental.

Pronto, empecé a ser mandada a misiones por mi cuenta, era de las pocas que no tenían un escuadrón, ¿Cómo se la abra pasado Akame? Escuche que tenía una maestra que no las castigaba de forma tan severa......Que suerte.

Fui mandada a una misión en la que tenía que liberar una sección de una ciudad de los rusos, no recuerdo los detalles, solo recuerdo que termine empalada contra una tubería. Mientras intentaba desempalmarme, escuche los sonidos de disparos, gritos de desesperación, y destrucción. Pronto unos escombros cayeron sobre mí, y di mi vida por perdida.

En ese momento, entendí a Mamá, ¿Cuál era el punto de vivir una vida que te patea cada que tiene oportunidad? ¿Cuál era el punto de vivir en constante sufrimiento?

Cuando di todo por perdido, apareció mi maestro, el destruyo los escombros. El sol radiante a espaldas de él lo hacía parecer como un ángel que había llegado a salvarme. Aún recuerdo cuando intento matarme en ese mismo momento, pero no lo hizo, el mostro piedad.

Después de que volviéramos a la base, mi maestro se convirtió oficialmente en mi maestro. Era duro y despiadado, siempre atacándome con todo lo que tenía y nunca conteniéndose en ningún ataque. Me rompió más de un hueso en cada entrenamiento, pero aun así, siempre supo cuando parar, siempre supo cómo cuidarme, como curarme, como hacerme sentir en casa...

Me di cuenta de algo, todos ven con miedo a mi maestro, todos le temen. Natsuo, Mineta e incluso Erza, cuando mi maestro no los ve, siempre hablan de la clase de monstruo que es, el cómo es un berserk lleno de ira que actúa y después piensa. Más de una vez, he visto como varios lo ven con odio, ¿Por qué lo ven así? Es mi maestro, el me mostro piedad cuando nadie más lo hacía.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 21 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

La Pesadilla Del InfiernoWhere stories live. Discover now