underground secrets ─ draco malfoy

ix. el té

—¡Asegúrense no rayar ni un solo mueble!—Scarlett les gritó a los elfos.

Me apoyé contra el sofá del vestíbulo principal mirando a los elfos Malfoy traer las pertenencias de Scarlett. 

—Amelia querida, ¿por qué Mippy no ayuda con el resto de los elfos?—preguntó Scarlett—. Quiero decir, ese es su trabajo.

—Mippy es un elfo libre y forma parte de la familia Nott, no de los Malfoy—bufé—. Si no quiero que lleve tus cajas, no lo hará.

Scarlett resopló ante mi respuesta enviándome una mirada furiosa. 

—¿Hay algún problema aquí?—Draco entró al vestíbulo principal. Sus ojos miraron de un lado a otro entre nosotros. 

—Nop. No hay problema en absoluto—dije, cruzando los brazos sobre mi pecho.

—Sería bueno si Mippy me ayudara a traer mis pertenencias. ¿No estás de acuerdo, querido Draco?—hizo un pequeño puchero. Internamente vomité por su comportamiento infantil. 

—No es mi lugar, Scarlett—sacudió la cabeza—. Mippy no es parte de la familia Malfoy.

Sonreí con satisfacción mientras desviaba mi atención de Draco y la volvía a mirar a Scarlett. 

—Lo siento—me encogí de hombros. 

Me miró con ojos furiosos, como si me estuviera apuñalando en su mente. Me volví hacia Draco y le di una pequeña sonrisa. 

—Señor Malfoy, ¿cuándo vendrá su madre?—cuestioné. La pareja me miró asombrada. 

—Uh, debería estar aquí dentro de una hora—respondió. 

—¿Qué necesitas de su madre?—Scarlett escupió. 

Volví a mirar a ella y sonreí, indicándola que se fuera. 

—Oh, nada especial. Se supone que Narcissa y yo tomaremos el té esta tarde. Solo tenía curiosidad por la hora de su llegada—la boca de Scarlett colgó abierta mientras los ojos de Draco permanecieron inmensos. 

—¿Tomarás el té? ¿Con su madre?—me preguntó.

—¡Sí! Me lo preguntó en el baile. Hace unas horas me envió una lechuza avisando que llegaría hoy a la mansión para tomar el té, pero no me dio una hora específica—expliqué. 

—Draco, ¿por qué tu madre no me invita a tomar el té?—resopló.

Porque no le gustas, idiota. 

—No estoy seguro—Draco respondió mientras giraba sobre sus talones y salía del vestíbulo principal. 

Scarlett se volvió a mí y me lanzó una mirada. Sonreí con satisfacción mientras hacía contacto directo con ella. 

—Madre, es un placer verte—escuché a Draco desde la otra habitación. 

Me levanté de la pared y decidí ir a encontrarme con Narcissa. Escuché el golpeteo de los tacones de Scarlett siguiéndome. 

—Mi querido muchacho—Narcissa le sonrió a Draco. Sus ojos se encontraron con los míos y se iluminaron de emoción—¡Amelia querida!

—Narcissa—sonreí acercándome a ella. Nos besamos las mejillas y nos alejamos. 

—Te ves absolutamente maravillosa.

—Oh Amelia eres demasiado amable—dijo efusivamente. 

—Hola, Señora Black. Es un placer volver a verla—Scarlett intervino. 

Narcissa paró a mi lado, su sonrisa vaciló mirando a la mujer detrás de mí.