~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]

☆ Varados

Ese día había despertado temprano para alcanzar a despedir a sus padres antes de que salieran de viaje y también para preparar su propia maleta para el viaje.

- Mamá no te preocupes, estaré bien, no es la primera vez que me quedo sólo en casa - trataba de tranquilizar a su madre

- Bueno bueno, nos vamos querido, cuídate mucho y que te diviertas - y con eso depositó un beso en la mejilla del menor.

Posteriormente su padre se acerco a él.

- Sólo por esta vez. Cuando regresemos quiero verte estudiando - le dijo o más bien le ordeno su padre, para después salir de la casa con todas sus maletas y tomar el taxi que los llevaría al aeropuerto.

Noriaki estaba emocionado, por fin podría disfrutar de sus vacaciones y lo mejor era que sería a lado del moreno. Jotaro le había dicho que pasarían por el al medio día, debería apresurarse en desayunar, tomar una ducha y empacar sus cosas.

Por lo que se dispuso a hacer todo lo mencionado rápidamente, al momento de empacar recordó que le pelinegro le había dicho que irían a la playa, así que debía llevarse su traje de baño.

Se puso rojo ante la idea de que el mayor lo viera en traje de baño, la vergüenza era que notara su delgada y delicada complexión, muy diferente a la del mayor. Ya encontraría la manera de resolver esa pequeña inseguridad, debía apurarse.

Una vez listo, comprobó que todo estuviera en orden, justo en ese momento escucho el timbre de la casa resonar por el lugar, anunciando la llegada de su amado. Corrió escaleras abajo, centrándose en que su emoción no lo hiciera caer en el camino.

- ¡Jotaro! - tan pronto abrió la puera y lo vio se lanzó a él para abrazarlo, siendo atrapado por los fuertes brazos.

- ¿Me extrañaste, lindura? - sonrió de manera coqueta, sintiendo la calidez de ese abrazo derritiendo su corazón.

- No sabes cuánto te quería ver - depósito un beso en sus labios, beso que correspondió gustoso

Cuando se separaron, el mayor lo bajo.

- ¿Listo para irnos? - pregunto mientras le tomaba de la mano

- Claro que si - Tomó lo poco que tenía de equipaje siendo ayudado por él otro y salió de su hogar, llegando a la residencia de la familia Kujo, donde tomarían un taxi para que los llevase a los tres al aeropuerto.

Todo hubiera sido "normal"

Aún que claro, si conocías a la familia Joestar, no se podía pedir que algo fuera normal.

- Mujer...me podrías decir ¿Por qué carajos hace aquí el viejo? - pregunto Jotaro masajeando el puente de la nariz, tratando de mantenerse sereno, cosa que tal vez no duraría tanto.

- ¡Oh! Tus abuelitos y el señor Rosas se enteraron de lo que sucedió con tu padre así que decidieron acompañarnos a nuestras vacaciones - dijo inocentemente la rubia