~Mundos Distintos Mismo Sentimiento~ [Jotakak]

☆ Extraña sensación

Noriaki podía decir que estas vacaciones habían sido de la mejores o si no la mejor que había tenido en muchos años. Cuando era pequeño solía ir con sus padres, pero a medida que fue creciendo, este tipo de salidas disminuyeron, al igual que su compañía de sus progenitores.

Ahora las cosas eran diferentes, tenía a Jotaro, sin importar lo tosco y distante que aparentaba ser, sabía que él era gentil y dulce. Ahora en compañía de él empezaba un nuevo año escolar, junto con la llegada del otoño invadiendo las calles con el frío y con la caída de las hojas de los árboles.

- ¡Vamos Jotaro o llegaremos tarde! - le apresuro mientras corría siendo perseguido por el moreno, escuchaba el crujir de las hojas bajo sus pies a cada paso que daban.

Era el primer día del nuevo ciclo escolar; Jotaro estaba en su último año de bachillerato mientras que Nori estaba apenas en segundo grado. El pelirrojo quería empezar bien el año y para eso quería llegar en tiempo y forma a sus clases, sin embargo, a Jotaro no le interesaba mucho en llegar temprano, pero hacia el esfuerzo con tal de complacerlo.

- No te preocupes, vamos a buena hora - dijo con su típico semblante despreocupado y con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón - Si fuéramos tarde, podríamos llegar con ayuda de Star -

- No, ni se te ocurra volver hacer eso - volteo con semblante amenazante - Sabes que las alturas no son lo mío - le advirtió, no quería volver a pasar por aquella aterradora experiencia

Apresuró su paso, obligando al otro que de igual manera lo hiciera se apresurara a caminar, viendo a lo lejos le entrada del colegio, llegando y viendo que ya no había alumnos por los alrededores; lo más seguro es que habían comenzado las clases.

- ¿nos vemos en la hora del almuerzo? - pregunto el pelirrojo

- En el mismo lugar de siempre, que te vaya bien, Nori - se inclinó para besar la suave mejilla del menor, a lo que este sólo retrocedió mientras se agarraba el lugar donde había besado, su rostro estaba igual de rojo que su cabello

- ¡JoJo! Sabes que no podemos hacer esto en la escuela - golpeó de manera juguetona el pecho del mayor, ganándose una leve risa de este - Que te vaya bien, cariño -

Ambos tomaron pasillos distintos con rumbo a sus respectivos salones.

Jotaro cuando llego a su salón, fue imposible no llamar la atención de los presentes cuando entro al salón, por su complexión y su aura intimidante que sobresalía de todos los demás.

Las primeras horas fue "normal" si así pudiese llamarlo, después de todo era normal que sus compañeras se le quedarán viendo con ojos de amor, incluso que se le acercarán a preguntar su nombre o su número de teléfono, pero ya sabía cómo actuar ante el acoso, ignorarlas.

Era el almuerzo por lo que se encontraría con su amado pelirrojo, escapando de nueva manera de las escandalosas. Llegando al lugar de siempre; el club de arte abrió la puerta y lo encontró sentado de espaldas a la entrada.