Perdona... si te llamo amor - LawRusso [Adaptación]

-8-

POV JOHNNY

- ¡Acelera, acelera, acelera! ¡No, no, no! Quise decir ¡Frena, frena!

Demasiado tarde.

Vi a mi precioso auto pegado a un poste.

Si me hubiera dicho que él trató implicaba destruir mi auto, lo hubiera pensado dos veces.

Lo voltee a ver lentamente, tenía los ojos cerrados con fuerza. Y los abrió poco a poco.

-Lo siento...

-Desde que te conocí no has hecho otra cosa que destruirme mi auto. ¿Cómo te dieron la licencia de motocicleta?

-Eh, en realidad no la tenía.

- ¿En serio?

-Nunca fui más lejos de la escuela con ella así que no me parecía importante.

-Genial, ahora debemos llamar un mecánico, bájate.

¿Es increíble, ¿no? Un día crees que tienes todo bajo control, una vida tranquila, una oficina en la que te puedes pasar todo el día por que nadie te espera en casa, pero llega a la noche y debes volver, te encuentras con las luces apagadas y un silencio inmenso. No me quejo, estaba bien con ello. O eso pensaba. Pero luego te despiertas una mañana, en un día aparentemente normal, nada que te diga que será diferente a los demás, pero entonces chocas tu auto y tu vida se pone patas arriba. No puedo decir que tan bien esté con este cambio aún, pero de alguna manera me siento ... ¿bien?

Esa es mi vida ahora. Esperar ansioso para salir del trabajo, recoger a Daniel y llevarlo a su clase de Sur. En las que me convenció de inscribirme.

- ¡No puedo, No puedo! - fuero mis últimas palabras antes de perder el equilibro en mi tabla y caer al agua.

Trague bastante agua. Al salir de ella ahogándome, me encontré con un Daniel muy divertido con la situación. Riendo a carcajadas.

-No puede ser. Johnny Lawrence, el hombre más en forma que conozco, y ¿no puede sostenerse ni un segundo sobre la tabla?

-Está cosa es imposible, tienes que tener pacto con el diablo para lograrlo.

En ese momento pasó un niño de unos 10 años frente a nosotros, surfeando con mucha facilidad.

-Oh si, ese niño, está en mi secta- dijo riendo.

-Yaaa, no te burles de mi- dije atrayéndolo hacia mí.

Enrollo sus brazos alrededor de mi cuello.

-Eres un abuelo ¿sabías?

-Te encanto.

-Definitivamente.

Luego dábamos una vuelta por la playa antes de irnos; siempre aprovechando la hermosa puesta de sol frente a nosotros; mientras reía por las ocurrencias de Daniel y jugábamos en la arena.

- ¿Crees que en mi otra vida haya sido un ave? - fruncí el ceño ante su pregunta.

Caminábamos descalzos sobre la arena, con nuestros zapatos en las manos.

- ¿Un ave?

-Si- saltó enfrente de mí, piso sus zapatos sobre la arena y luego comenzó a mover sus brazos como un pájaro -Definitivamente fui un ave- dijo sin parar sus movimientos.

-Yo creo que no.

-Yo creo que si- comenzó a hacer sonidos extraños, simulando un ave, de pronto se detuvo y me miro- Di que soy un ave.

-No.

- ¡Dilo! ¡Dilo! - fingió que volaba y corrió hasta el mar.

-No lo diré- dije sonriendo.