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Recibí la llamada a la una de la madrugada.

Solo me puse mis zapatos, un suéter y salí como estaba.

Me culpé camino al hospital, me pregunté si pude haberlo evitado.

Yo fui quien le pidió que fuera en primer lugar. Y ahora estaba herida.

Tuvo un accidente de camino a casa.

No debí haberme ido y dejarla así.

Hana.

Yo fui quien le llamó a su madre para pedirle que la dejara ir a la fiesta, prometí cuidarla, y me fui dejándola ahí.

¿Pero quién puede adivinar que algo así pasará?

Si tan solo el idiota de Jimmy no hubiera llegado a fastidiar, si no hubiera golpeado a Johnny, él no se habría ido, yo no me habría ido. No la habría dejado sola, no se hubiera ido sola.

Pero él hubiera no existe.

Y nadie tiene la culpa.

Son cosas que están más allá de lo que podemos controlar.

Cuando llegué al hospital, ya estaban ahí Susan, Ali y los padres de Hana.

También estaba ahí Cristian, el amigo de Jimmy, la última persona en hablar con ella antes de accidente. Antes que un idiota ebrio se saltara un alto y la hiciera volar.

No sabían nada, estaba inconsciente, le realizaban pruebas, ni siquiera sabían si despertaría.

Se les permitió a sus papás pasarla a ver, las chicas fueron por algo a la cafetería y yo solo me para a verla detrás del cristal.

Pude ver el reflejo de Johnny caminar hacia mí a través del vidrio, no giré. No sé exactamente porque lo llame, se suponía que todo había terminado, pero... lo necesito.

Puso una mano sobre mi hombro, finalmente me giré mí me lancé sobre su pecho, una de sus manos me acariciaba la espalda y la otra el cabello. Sí, definitivamente lo necesitaba.

Luego de un buen rato, finalmente me separé un poco de él para verlo, sus ojos estaban rojos, parecía también haber llorado.

Me pregunté si habría sido por nuestro reciente rompimiento, pero las palabras que pronunció me hicieron olvidar cualquier otra cosa.

-Te amo- en un susurro, un susurro que fue echo solo para que yo lo escuchara, incluso pareció tan irreal.

Tan irreal que me sentí perdido, incapaz de responder. Así que junte nuestros labios, en un tibio y dulce beso. Mis lagrimas no paraban, era una mezcla de sentimientos por todo a mi alrededor. Pero tenía a Johnny, lo tenía para mí. Él me tenía.

Fue hasta dos días después que Susan, Ali y yo pudimos pasar a verla, creían que sería bueno hablarle. Y eso hicimos, además de cantar. Las lágrimas fueron inevitables.

Y así llegó una semana y media después del accidente. En él tuvimos que caminar por los pasillos de la escuela sin Hana, todo era diferente. Susan se hizo "íntima" amiga de un enfermero, así que al menos eso nos permitía más tiempo para estar con ella. Le decoramos su cuarto; para cuando despertara fuera lo primero que viviera. Estaba repleto de cartas y regalos que le enviaban sus compañeros e incluso profesores, además no encargábamos de cambiarle flores cada que lo requerían.

Finalmente, dos semanas después, en una de aquellas visitas normales con las chicas qué pasó el milagro.

-Eres muy lista eh- le hable- te quieres salvar del proyecto final, pero me tienes que ayudar.

-Despierta joder, la maestra de matemáticas empieza a sospechar que alguien me ayudaba.

-Chicas y Daniel, ya se deben ir, no quiero que me llamen otra vez la atención- hablo el enfermero Josué.

-Ahora vamos- comenzábamos a recoger nuestras cosas y estábamos a punto de salir.

-Ustedes sí que son pesados- dijo una voz a nuestras espaldas.

Abrimos los ojos como platos y nos lanzamos a ella.

- ¡Con cuidado! - dijo Josué.

Pero estábamos muy felices como para prestar atención.

[.]

Esa noche, luego de pasar el rato con Hana y las chicas. Fui a casa de Johnny como de costumbre.

Hoy ambos estamos particularmente más cansados de lo normal. Ordenamos comida con tal de no cocinar. Ni siquiera nos pusimos a trabajar como siempre. Solo comimos y nos lanzamos al sofá a ver una película. Puse mi cabeza en sus piernas y él me hizo piojito, no supe en qué momento me quedé dormido.

Pero cuando volví a abrí los ojos, estaba en la cama de Johnny, sin zapatos y arropado. Él no estaba en la cama. Me senté y lo llamé.

-Despertaste- dijo saliendo del baño.

- ¿Qué horas son?

-Más de las once.

- ¿¡Qué!? ¿¡Por qué no me despertaste!? Mis papás me van a matar.

-Tranquilo- me sonrió- le pedí a Susan que dijera que te quedarías en su casa.

- ¿En serio?

-Si- se acostó a mi lado- Ven- me extendió un brazo para que me acostara sobre su pecho. Y lo hice- Quiero estar para ti, siempre.

Podía escuchar los latidos de su corazón. Me sentía tan en paz con su calor.

Hubo un largo silencio, en el que llegue a pensar que se había quedado dormido.

-Johnny- dije suave para no despertarlo si es que se había dormido.

- ¿Mm? - se escuchaba muy soñoliento.

-Te amo- Sentía que era algo que le debía, pero no se lo quería decir hasta que estuviera listo.

Sentí su cuerpo tensarse bajo mí, y se giró un poco para abrazarme con ambos brazos.

-Yo también- me abrazó más fuerte.

Deje escapar mi enorme sonrisa. Me sentía mejor que nunca, ahí, de esa manera, entre sus brazos.

Levante la mirada hacia su rostro, tenía cara de sueño y aun así sus ojos brillaban al verme. Despacio me acerqué a sus labios y los uní. Un beso lento. Que a diferencia de lo que cualquiera hubiera imaginado que acabaría ese beso, en una noche que era nuestra y solo nos teníamos el uno al otro. No pasó nada.

El beso acabó y metí mi rostro entre su cuello, esa noche dormí sintiendo su aroma.

La primera noche que pasaba con Johnny. Y decidimos que fuera así.

Ni yo la pude imaginar tan perfecta.

Perdona... si te llamo amor - LawRusso [Adaptación]Where stories live. Discover now