No tan complicado.

Cielo, Tierra e Infierno - Parte 4.

Don't leave me.

"El silencio es un buen acompañante cuando no sabes que decir, pero es una pésima respuesta cuando hay una pregunta de por medio"

Despertó luego de lo que según su reloj: fueron tres horas. La minina dormía encima de él y lo hizo dudar de levantarse para no despertarla, finalmente, tuvo que hacerlo, pero eso no la animó a moverse de la cama.

Podía escuchar el ruido abajo, probablemente sus padres charlaban o preparaban la cena. No revisaban su habitación, y como tenían prohibido el uso de superpoderes dentro del departamento su padre no notó su presencia y no le llamaron para ayudar o preguntaban nada.

Luego de permanecer recostado por varios minutos, llego a una conclusión muy premeditada: no podía ir al instituto por lo menos un día, Damian estaria allí; no lo odiaba ni nada por el estilo, pero... ¿Cómo debían actuar ahora?

Claramente estarían tensos y lo que necesitaban era un descanso, un día por lo menos. Tendría que convencer a su madre de faltar, lo cual sería una tarea difícil, mas no imposible. Siempre tenía el as bajo la manga de "pude pasar tres grados en un año, puedo faltar un día", inquebrantable, además su madre le entendía y teóricamente no le mentiría diciendo que necesitaba quedarse en casa. Eso necesitaba.

La cena es deliciosa, y la charla con sus padres muy amena, ellos saben hablar de muchas cosas diferentes; noticias, el mundo, superhéroes y alienígenas. Lo cual es jodidamente irónico; luego de lavar los platos, jugaron cartas una vez y salió a flote el tema de su petición para ir al instituto hasta el lunes.

Luego de negociar y aceptar hacer más deberes en la casa por esos dos días, quedaron en un acuerdo, tuvo que sacrificar un día festivo y el cumpleaños de Kathy –en ese día se iba desde muy temprano a casa de su amiga–.

Una parte pequeña de su corazón se sintió mal al saber que Damian probablemente se sentiría rechazado, porque él no quería igualar las cosas, ellos habían prometido estar el uno para el otro en cualquier momento y una ruptura no tendría que ser la excepción.

Solamente ... sólo le pedía un día, nada más.