Parte 21

2.3K 158 1
                                    

    Sin embargo, terminé de subir cuatro pisos y me encontré con la puerta cerrada, pero Mattwell no estaría lejos. Recorrí los baños superiores esperando sentir el olor al tabaco y gané la lotería en el primer baño de caballeros de la plata alta. Mattwell se habrá encontrado con la azotea cerrada y bajó al primer baño que encontró. Más ahora con el recreo no había perceptores cerca percibiendo el olor al cigarrillo.
    Entré en el baño de chicos sin tocar y enseguida lo vi junto a una pequeña ventana en lo alto del muro donde él podía llegar perfectamente a sacar la colilla encendida para que no quedase tanto humo dentro del baño.
     Sonrió al verme. Mierda tenía los ojos algo rojos. ¿Mattwell llora? Dios es una maldita ternura, a pesar de su mal temperamento y fuerza bruta.
     -Te encontré chimenea -le dije con gracia y me coloqué junto a él contra el muro.
     -No lo dudo, tienes talento para invadir mi espacio -me contestó sonriendo desganado.
     -Muchas gracias.
     -Y también tienes un buen gancho -agregó todavía sonriendo.
    -Gracias también por eso.
    -Bien, ahora lárgate, quiero estar solo, Margaret  -determinó borrando su sonrisa.
     -Me temo que voy a protestar al respecto -dije cruzándome de brazos y poniéndome cómoda contra el muro.
      -¿A qué viniste exactamente? -me preguntó con voz gruesa.
    Nunca lo había escuchado así. Estaba en verdad enfadado, seguro pensaba que fui allí a recriminarle.
      -Me siento mal por haberte golpeado -dije directamente con honestidad, pero Mattwell carcajeó y comenzó a aplaudir negando con la cabeza.
     -Felicidades maestra de preescolar, dar el ejemplo para luego esperar que yo haga lo mismo -se burló fastidiado.
     -Sí, también deberías hacerlo, Daniel parece un marciano -reté comenzando a irritarme.
      -¡Créeme le arreglé la cara! -bramó furioso.
     Di un pequeño respingo al escucharlo gritar de esa forma. Mattwell creo que notó mi reacción porque volvió a alejarse de mí volviendo a acomodarse sobre la pared, pero con gritarnos no resolveríamos nada y yo en verdad estaba arrepentida. Me acerqué codo a codo con él sin vergüenza y me apoyé en el muro sin mirarlo a la cara.
     -De todas formas si no quieres disculparte está bien -le dije cogiendo valor para volver a hablarle.
     Mattwell tardó unos segundos en contestarme.
     -¿Por qué lo dices?
     -Todos están arrepentidos de sus bromas y quieren darte una disculpa para enmendar las cosas, pero si le quieres dar una disculpa al que está lisiado tampoco estaría mal -planteé levantando la cabeza para verlo.
     No tuve que haberlo hecho, maldita sea estaba muy cerca de él, más que durante el vals en la boda y ahora no teníamos cientos de ojos sobre nosotros, carajo...  El estómago se me llenó de preguntas.
     -Quiero disculparme con Daniel, pero... en verdad la cagué. Tengo derecho de ser excluido el resto del año -esbozó abatido.
      Ver a un chico tan atractivo arrepentirse por haber actuado como un idiota me estaba revolucionando las hormonas. Me aparte de él con brusquedad y solté lo primero que pasó por mi alterada cabeza.
      -Pues aquí encerrado no lograrás nada, se hombre y ve a disculparte con orgullo frente a tus impulsos. Sí después ellos son unos inmaduros que no saben perdonar ya será su problema. Y no serás excluido tienes a Evelyn, a Adam, por supuesto que a Elliot y también me tienes a mí -expuse con franqueza y miré a Mattwell con temperamento.
     Estaba muy conmocionado, creo que lo dejé sin palabras. Yo también estaba igual de perturbada, pero solté todo eso exasperada porque estar contra él me volvió loca.
     -Sabes... a veces me das más miedo que tu padre, pero tienes razón. ¿Qué estoy haciendo escondido como una rata? -expuso y arrojó la colilla del cigarrillo determinado en salir del baño.
    Sonreí orgullosa por haber logrado animarlo sin saber cómo lo hice.









    Cómo que le pateó la masculinidad… 😅





¡Solo es por los papeles!Onde histórias criam vida. Descubra agora