Parte 48

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      El lugar se asemejaba a lo que había imagino, pero era aún mejor. Sí, había cabañas donde dormir y una iglesia, pero tenían pileta, cancha de tenis, de fútbol, juegos para infantes y... ¿un escenario?
      -Bien, esta es la cabaña para chicos de catorce a diecisiete años. Les traeré una caja con ropa de las donaciones para que se cambien y luego no podrán volver a entrar una vez que salgan y dejen sus cosas. Es por protocolo de seguridad. Les sorprendería la cantidad de chicos pecadores que vienen aquí... -comentó frustrada.
      La cabaña obviamente no era cinco estrellas. Olía a humedad y tenía aberturas por todos lados entre las uniones de las maderas que conformaban las paredes. También había al rededor de doce cuchetas una al lado de la otra, un hogar con leños usados y baúles al pie de cada cama para meter nuestras cosas.
      Le agradecimos a Susan por la ropa y nos distribuimos por las camas que quedaban vacías para colocar nuestras cosas y cambiarnos. Bueno, solo Adam y yo debimos cambiarnos.
   Elliot empezó a sacar de su ropa extra y nos pasó para ver si algo nos quedaba. Adam tuvo suerte, a mí no me entraban ni sus sweaters, me quedaban como trajes de leotardo, ya que Elliot era bastante bajo en mí comparación.
      -Matt, lamento haber actuado tan duro, pero por favor dime que no fuiste un cretino con Margo. Ella en verdad estaba mal cuando la encontré en el evento... -soltó Adam mientras ambos nos cambiábamos y Elliot acomodaba su maquillaje sobre su baúl.
      Suspiré apenado al escuchar que Margo estuvo dolida en el evento por mi culpa.
    -No le dije nada sobre el dinero, Adam. En verdad me disculpe... pero no sé por qué salió corriendo -expliqué por tercera vez, al menos ahora con más calma a ver si así me creían de una vez por todas que no era un cretino.
      Adam asintió pensativo y confundido. Yo estaba igual, no entendía por qué me dejó de esa manera, más con el extraño gesto que hizo.
      -¿Terminaron? -nos preguntó Susan abriendo la puerta de nuestra cabaña.
     Todos le afirmamos y nos dispusimos a salir de una vez. Yo al menos encontré un buzo dentro de la caja de donaciones de color negro, que me iba perfecto pero tenía una frase en ingles muy extraña para estar adentro de una caja de donaciones en la Iglesia: "I only smoke when I drink" (Yo solo fumo cuando bebo). Muy extraño...
       -¿Encontró a Margo? -le preguntó Adam a Susan mientras salíamos.
     Me quitó las palabras de la boca.
     -¡Sí! Esta bien y está todo bien, Matt. No te preocupes. Ya está en la iglesia junto a los demás esperando la misa -nos anunció Susan y esperó a que saliéramos para cerrar la cabaña con una fuerte cerradura.
     No entendía por qué si era más fácil romper las paredes de la cabaña que arrastrar esa puerta de madera pesada y podrida.















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   Voy a contar una anécdota personal…  Esa frase tan extraña estaba en una remera, en el local donde trabajo y encima la remera tenía un corte en las mangas llamado corte “princesa” me cagué de risa porque el estilo sutil de la remera no coincidía con la frase de la estampa. 😆😆😆 Bastante turbia la cosa…

    Saludos estrellitas y no OLVIDEN VOTAR!!!☆☆☆☆




¡Solo es por los papeles!Where stories live. Discover now