Parte 78

1.7K 132 3
                                    

    Llevaba dos horas haciéndole caballito a los mocosos. Además de complacer a Lucas me obligó también a servirles a sus amiguitos como medio de transporte. A quién le quería hacer caballito era a su hermana.
    Al menos no era Margo, estaban jugando con su cabello con total libertad, la pobre lo tenía de color verde, violeta y rojo porque decoloraron papel crepé y la obligaron a teñirse para hacer de la princesa “Ágata” según nombraron. Y yo era el fiel corcel de Lucas y junto con sus amigos debían proteger el reino de los monstruos enemigos. Adivinen quién era el monstruo. No, no era Lucio; era Brus. Cada vez que el pulgoso se acercaba tenía que fingir que era un caballo, así que no podía quitarme su apestosa lengua de mi cara mientras Lucas solo lo atacaba con una vara de goma imaginando que era una espada. Me estaba muriendo del asco. ¡Encima el perro solo quería conmigo! Estaba por quitarle la vara y aporrearlo yo mismo, no soportaba más su aliento.
     -¿Qué es todo este escándalo?... -preguntó Isabella entrando al cuarto con un conjunto de chaqueta y falda muy elegante.
    Detrás de ella también estaba Máximo vestido de traje. No tardaron en observarnos con extremada sorpresa al encontrarnos metidos en los infantiles juegos de Lucas junto con sus amigos.
    Me levanté del suelo arrojando a Lucas de mi espalda y Margo también detuvo la masacre a su cabello quitándose el vestido de princesa.
    -¡Oye! -se quejó Lucas al golpearse el trasero contra el suelo.
    -¡Nada de excusas pactamos hasta que llegaran tus padres! -le clamé furioso.
     -¿Qué pactaron? -preguntó Isabella con curiosidad cruzando los brazos sobre su pecho.
    -Nada -le respondimos con fastidio Margo, Lucas y yo.
     -Con permiso -dije saliendo de la habitación de Lucas junto con Margo y volvíamos a nuestro cuarto para lavarnos la cara con lavandina. Bueno, yo me pasé la lavandina por la cara; Margo metió su cabeza adentro del lavado pero el tinte no se le salía.
    Me reí de ella, mañana sin duda aún seguiría con el cabello hecho un arcoíris.
    -¡Cállate fiel corcel! -se burló de mí, llamándome como lo hizo Lucas por más de una hora dejando de fregar su cabello como loca.
    Ambos estábamos dentro de nuestro baño tratando de limpiarnos un poco antes de bajar a cenar. Al menos Lucas ya no dirá nada inoportuno.
     -¿Sabes? No sería mala idea que le pidas prestado un poco más el vestido de princesa a Lucas -contraataqué recordando verla dentro de ese disfrazas-. Si no te hubieran machacado el pelo te verías realmente como una hermosa princesa -le comenté con una sonrisa y enrojeció al instante, volteó su vista hacia el otro lado.
    -Hay que ser más cuidadosos… Pudo haber sido grave Matt. -pensó con pesimismo tomando una toalla para secarse y yo dejé de refregar mi cara al imaginar que pudimos haber mandado a Lucas al psicólogo esta vez en verdad.
     -Ay Dios... no se me volverá a olvidar de cerrar la puerta -afirmé con seguridad y me enjuagué el jabón del rostro.
     Mientras fregaba mi cara bajo el agua siento que una atrevida me envuelve con sus brazos por detrás de mi espalda.
     -De todos modos, fue divertido. Y te ves lindo cuando eres amable con los niños -me dijo sin soltarme, yo casi me ahogo.
    Estaba completamente avergonzado y feliz. Muy raro de explicar. Me di la vuelta para atrapar a Margo de enfrente y la abracé conmovido por sus palabras.
     -A la noche lo hacemos, ¿verdad? -pregunté impaciente.
     Sus mejillas hirvieron y tuvo que correr sus ojos de los míos, pero no me denegó la propuesta.
     La obligué a volver a observarme y la besé deseoso.
















    Chan… chan… chan…
    ¡Prepárense! 😛😛😛😛


☆¡NO OLVIDES VOTAR!☆


¡Solo es por los papeles!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora