winter ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴

Capítulo 38(2Yeon)

<Nayeon>

De las tantas veces que creí haberme enamorado esta es la verdadera, no tanto por la forma en como ella me corresponde si no, por la forma en como yo me expreso con ella, me hace sentir segura, feliz y amada.

Su sonrisa se me hace contagiosa y sus risas hacen mi corazón estallar.

Tu Yoo Jeongyeon hiciste que mi vida tomara un curso que amo con todo mi corazón, la vida que vivíamos antes de que nuestros caminos se unieran es la definición de maldad y odio hacia nuestra persona, ahora que estamos juntas, en esta habitación demostrandonos lo mucho que nos amamos tiendo a flaquear.

A reír o a llorar por el amor tan inmenso que mi pecho no es capaz de procesar, las ideas que tengo en la cabeza de lo que podemos hacer en un futuro me llenan de tanta emoción que no es fácil de explicar.

Ya entiendo a las personas que nos decían que éramos raras, que no conocíamos el verdadero amor, era una respuesta tan fácil y a la vez complicada de responder.

Es que no nos habíamos conocido, nuestros mundos no habían colisionado y era eso lo que nos mantenía molestas, cerca de personas que en realidad no nos amaban, que nos utilizaron para tapar algo que era falso.

Tus manos recorren mi cuerpo y las mías se aferran a tu espalda, en busca de más, quiero que abras tu corazón, que me lo enseñes y créeme lo voy a cuidar incluso más que el mío.

El mío...que esta roto por los interminables sucesos desafortunados de mi vida, tal vez ya no esté tan mal, tu lo has mejorado, lo has curado y te agradezco inmensamente.

Mis labios interrumpen tus dulces gemidos y te aferras a mi con la convicción de que no te voy a soltar, no lo haré.

Tuvimos días fuertes en los que nos separamos por las cosas que hiciste, a la final me di cuenta que nada nos podrá separar menos las cosas del pasado, ya nos entendimos, ya hablamos y tenemos un acuerdo.

Nada de secretos de ahora en adelante.

Siempre me sentí una persona incapaz de amar a alguien de su mismo sexo, por la fobia tan grande que me estaba matando, llegaste tu y rodo cambió, mi forma de pensar, de sentir, de amar.

Fuiste, eres y serás el gran amor de mi vida, me encantaría repetirlo varias veces al día  para que cuando lo escuches sonrías.

Entras en mi y no puedo evitar jadear, dejándonos llevar por el amor que nos arropa, que nos une, somos más fuertes porque estamos unidas, tu eras la pieza que  necesitaba del rompecabezas de vida que llevaba y yo espero ser el tuyo.

Ahora más que nunca te amo, ahora más que nunca quiero que seas para mi, ahora más  que nunca te demuestro que soy tuya y tu eres mía.

Estoy en la cima del mundo viendo como entras y sales, mis gemidos interrumpen tus palabras de amor, te agarro de la nuca calmando la ganas que tengo de morder su cuello, marcarte.

"Jeongyeon". Gimo tu nombre una y otra vez, mis ojos se cierran y mi ceño se frunce, siento demasiadas cosas en poco tiempo y me siento abrumada.

"Te amo". Mis manos recorren tu espalda sudada tanto o más que la mía, jadeo cerca de tus labios y sonrío sabiendo que esta será una de las tantas veces que haremos el amor.

Muevo las caderas al ritmo de sus dedos entrando y saliendo de mi. "Yo te amo más". Arqueo la espalda, sintiendo su cuerpo pegarse al mío, sus pechos rozar mi piel y suelto un grito ahogado. "¡Mucho más!".

"No creo que me ames más". Une nuestras manos y lágrimas se forman en mis ojos, las dejo escapar y ella desacelera.

"Te amo tanto Jeongyeon". Digo y jadeo cuando vuelve a moverse.

Dios, me haces tan feliz con la forma en como me tratas, solo necesito casarme contigo para ser completamente feliz, te amo Yoo Jeongyeon, eres dueña de mi anatomía y te agradezco que hayas llegado a mi vida.

"Yo tam-tambien te amo". Busco la razón de su tartamudeo pero no la encuentro, sus labios besan mi cuello tan dulce que me derrito y atrapo sus labios con los míos. Disfrutando de su sabor.

La vida nos trajo a esto y de verdad que es gracioso pensar que hace unos meses odiaba que fuera homosexual, que me tocara era lindo y a la vez extraño sentir eso en mi estómago.

Algo que nunca había sentido por nadie, el hormigueo y luego la liberación en miss mejillas, rojas como tomates.

"Necesito que me ames". Su mano izquierda me aprieta contra su cuerpo y grito llegando all orgasmo, sus ojos brillan y su cuerpo cae, abrazo su cintura cerrando los ojos en el proceso.

"Te amaré el resto de mi vida". Digo en un suspiro. "Siempre seras feliz eso te lo prometo". Me apoyo de mi basto y beso sus mejillas. "Te lo aseguro".

"¿Me lo aseguras?". Suelto una risilla por su ternura y aparto un poco el cabello que esta pegado en su frente.

"Más que segura, no lo dudes amor". Sonríe y suspira. "Jeongyeon ¿quieres que te diga algo?".

"Claro...dime". Aprieto los labios.

"Eres el amor de mi vida, te lo digo muy pronto pero es lo que siento y no quiero ocultarlo". Hablo con rapidez por la vergüenza que azota mi cuerpo.

"Eres...tan". Cubre su rostro con sus manos y muerdo mi labio inferior acariciando su mejilla con mi nariz. "Tu...que no puedo con tanto amor". Carcajeo y me siento cubriendo mi cuerpo con la sábana.

"Tu no te quedas atrás".

"¿Como que no te quedas atrás?". Eleva una ceja y la miro de reojo.

"Haces muchas cosas aquí...". Señalo mi pecho. "Parecemos adolescentes...y me gusta sentirme tan viva".

"Tu me haces sentir viva yo hago todo lo posible para hacerte feliz". Su mano baja a mi muslo y lo acaricia, su tacto me brinda una paz interminable que me hace bostezar y acostarme a su lado.

"Me haces feliz Yoo Jeongyeon". Escucho como suspira, su voz suave rozando mi nuca y mis ojos pesan, bostezo y subo la mano a mis labios, me quiero despertar, la quiero escuchar, me es imposible hacerlo. "¿Jeongyeon?".

"Nayeon ¿estás bien?".