6. Libertad

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Mordí mis labios nerviosa, no sabía que hora era pero estaba segura de que todos dormían y no tardaría en amanecer, debía buscar un telefono que me ayudara a contactar con Martina antes de que Mauricio despertara, quizá si le pedía ayuda ella me ayudaría a salir de este lugar, necesitaba salir porque el constante miedo se hacía presente en mi día y noche, estaba aterrada. Jodidamente aterrada de lo que este hombre podría hacerme. ¿Violarme? ¿Matarme? ¿Eso sería lo peor que este hombre me haría o sería capaz de herirme de otra manera?. La oficina de Mauricio era oscura reflejaba su esencia, tan oscura que daba miedo. Busque en cada cajón algo que me ayudará a comunicarme con Martina, pero no había nada, solo papeles y un arma, al verla me congelé, Dios, ¿cuántas personas había matado Mauricio con esta arma?.

El sonido de la puerta me hizo pegar un brinco del susto. No puede ser. Mauricio me va a matar.

—Yo te juro que no estoy haciendo nada malo— exclamé llena de miedo

—Soy yo Luci— dijo Clara prendiendo la luz

—Me espantaste Clara— reclamé nerviosa —por favor no le digas al señor que estuve aquí

—¿Quieres escapar?

—Por supuesto que si, esto no es vida, agradezco que me han dado techo y comida e incluso ropa, pero yo no quiero seguir aquí— susurre lo más bajo para no despertar a Mauricio —necesito irme lo antes posible— no deje que Clara respondiera y salí del despacho de Mauricio para encerrarme nuevamente en mi habitación

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Después del incidente con Clara no pude volver a dormir, daba vueltas en mi cama pero me era imposible conciliar el sueño. Necesitaba salir de aquí antes de enloquecer. A como diera lugar quedarme aquí no era ninguna opción. Mi memoria no era tan mala, si lograba conseguir un teléfono quizá lograría recordar el número de Martina, la conozco de tanto tiempo que puedo jurar que me ayudará. La posibilidad uno era la más complicada, Mauricio tenia un teléfono consigo todo el tiempo, seria casi imposible robárselo; la segunda ni siquiera debería existir porque para eso tendría que buscar mi celular y este no aparecía por ningún lado; la tercera era escapar, llegar lo más lejos que pudiera y pedir uno prestado.

Salí al jardín, Mauricio todavía seguía durmiendo, no habia rastro de clara, es estupido guardaespaldas que seguía a Mauricio día y noche no estaba por primera vez en la entrada de la casa. Había tres guardias, uno en la cabina de la entrada, otro en el estacionamiento y el último  deambulaba por el patio trasero. Yo era muy inteligente, la mejor de mi clase, tenia que idear un plan ahora mismo, porque nunca iba a tener una oportunidad cómo está.

—Hola— dije con educación al guardia de la cabina

—¿Se le ofrece algo señorita? ¿O necesita que llame al señor?

—¡No!—dije casi desesperada —no— trate de pronunciar lo más calmada posible —no se me permite salir de esta casa, si llego a escapar el señor es capaz de matarme— lamí mi labio —pero tengo hambre y si despierto a su patrón se va a enojar mucho...— mi respiración estaba agitada gracias al nerviosismo —¿Podría ayudarme pidiendo algo a domicilio? Pizza, hamburguesas, un pan... lo que sea— el guardia me miro raro, dentro de mi rezaba porque creyera mi estupido cuento

—Está bien— pronuncio sin más

—Si no le molesta esperaré aquí, ayer Mauricio me dio algo de dinero y pagare con eso— menti con una sonrisa

La espera se me hizo eterna, rogaba constantemente que ni Mauricio ni Clara salieran, porque aunque Clara era una magnifica persona conmigo quería a Mauricio y le avisaría que yo intentaba escapar. Cuando la campana sono me alegre y me acerque a la puerta que al ser eléctrica tardo un poco en abrir completamente. Recogí el paquete de comida, le entregue el dinero al repartidor e inmediatamente la puerta se comenzó a cerrar, y a pocos centímetros de que cerrara, mi delgado cuerpo salió. Había salido. Estaba fuera de la casa de Mauricio.

Corrí lo más rapido que pude sin dirección alguna, solo necesitaba encontrar una tienda o alguna persona que me prestara por un instante un celular. Mierda. Mi pequeño cuerpo choco contra uno robusto y fuerte.

—¿Estas pérdida pequeña?— pregunto aquel hombre sin una gota de dulzura


Mauricio POV
—La niña Mauricio— entre sueños lograba escuchar a Clara hablando, pero me era imposible entenderle —¡Mauricio despierta— grito dando golpes a la puerta

—¿Qué quieres Clara?— pregunte aun adormilado

—La niña— estalló en llanto —la niña Mauricio... se fue

—Dime que es una jodida broma— estoy seguro de que mi semblante cambio —¿Es una jodida broma?— volvi a preguntar pero no obtuve respuesta porque Clara no dejaba de llorar —mierda, Clara deja de llorar que no me permites concentrarme

Entre de nuevo a mi habitación, me puse el primer pantalón y camisa que encontré. Maldita pelada, escapó, defraudo mi confianza. Trate de no portarme como un animal con ella ¿y para qué? Para que la imbecil saliera de mi casa a la primer oportunidad que se le presento. De verdad no la entendía yo era su salvador, la había salvado de su estupida familia, le daba todo lo que se le antojara, comida un lugar digno donde dormir, no esa estupida pocilga que tenia por casa.

—Alista mi coche necesito salir a buscar a la malparida y encárgate de desaparecer al guardia de la puerta, no puedo creer que todos sean unos idiotas— gruñí

Te voy a encontrar Lucia y te juro que te vas a arrepentir.

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Capítulo escrito el 01 de mayo 2021

Amarnos junto al peligro.Where stories live. Discover now