Amarnos junto al peligro.

7. No me lastimes

Mauricio POV

—La tengo— dijo Yakov al telefono

—¿Cómo?— pregunte indiferente

—La encontré... huyendo ¿la llevo a tu casa? O podríamos darle una lección, nadie hermanito se burla de un Ivanovv

—Bien, sabes a donde llevarla— colgué

Estaba enojado, furioso. Lucia era una maldita perra que iba a pagar. ¿Cómo fue capaz de burlarse de la seguridad? ¿o será que mis empleados son demasiado mamertos?. Prepare mi arma y salí de la casa.

—Mauricio te lo suplicó no le hagas nada, ella solo es una niña— suplico Clara

—Vos la solapaste, la viste buscando algo en mi oficina y se te ocurrió avisarme hasta que la culicagada escapó, no voy a tener piedad cuando la encuentre— dije dejando a Clara hecha un mar de lagrimas

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Bruno, mi escolta de confianza me llevo hasta donde Yakov tenia a la mocosa de Lucia. "No voy a tener piedad cuando la encuentre" mis palabras se repetían una y otra vez en mi cabeza, sentía culpa porque sabia que esta mocosa lo único que quería era ser libre y no me lograba explicar como es qué prefiere volver a su asquerosa casa llena de personas que no la quieren. Al llegar Yakov nos esperaba con un cigarro en la boca.

—Tardaste hermanito

—¿Dónde está?— pregunte sin paciencia. Yakov me llevo hasta donde la niña estaba encerrada y me dejo solo con ella.

—Te lo advertí mocosa y te valió una hectárea de mierda— grité furioso cuando la tuve frente a mi

—Mauricio— sollozó— y-yo yo no quería pero... no me puedes tener encerrada en tu casa toda la vida

—¿No puedo?— pregunte molesto —bien, sus deseos son ordenes preciosa, de ahora en adelante estarás encerrada aquí  quizá una rata sea tu mejor amiga— tome una silla para quedar al tamaño de Lucia —dame tus manos— ordene, aunque al principio no quería terminó accediendo, amarre sus manos cada una al extremo de la silla para evitar que pudiera moverse, hice lo mismo con sus pies— escúchame Lucia— la obligué a mirarme a los ojos— eres mía, eres de mi propiedad

—¡Yo no soy de nadie!— me interrumpió— no soy un objeto— pude ver como las lagrimas salieron de sus ojos y recorrieron sus rosadas mejillas

—Preciosa— tome su mentón—eres mía desde el momento en que tu amado hermano se endeudó y no tuvo con que pagar, te reclame a ti porque eres lo único de valor interesante en esa familia

—Yo te juro que cuando Martina se entere las consecuencias para ti van a ser terribles— pronuncio entre su llanto

—Lo dudo preciosa. Soy Mauricio Ivannov y ni tú ni ella me van a detener, yo soy el jodido rey de Colombia— me levante y lleve mis labios a su oreja— te lo advertí, te dije que el mocoso de tu sobrino pagaría las consecuencias y no te importo— con mi puño jale su cabello obligándola a estar cerca de mi— de mi nadie se burla— pronuncié  al salir dejándola sola y con la puerta con candado.

—Bruno— grité

—¿Si señor?

—Encárgate de esa pelada, ya sabes que hacer— ordene

—Uff esa niña tiene el poder de cambiarte el animo— se burlo mi hermano —me pregunto si hará lo mismo para bien— dijo con una risita insoportable

—Que seas mi hermano menor no quiere decir que no te voy a golpear ¿oíste hermanito?— pronuncie antes de subirme a la camioneta —ni se te ocurra tocar a Lucia ¿me oíste?

—Pensé que jamás te volvería a ver loco por una mujer— ignore el comentario de Yakov y subi el cristal oscuro de la camioneta.

Dios. ¿Qué me pasaba? Esa maldita culicagada me sacaría mil canas verdes, pero todo en ella llamaba mi atención, su belleza, la energia con la que tomaba las cosas, recuerdo verla en la cafetería trabajando para poder mantener a su madre y pagar las deudas de su estupido hermano pero a pesar de eso siempre tenia una sonrisa en su rostro, una enorme sonrisa que poco a poco me cautivó, pero yo jamás podría ser el hombre que ella se merece, yo soy un total monstruo sin sentimientos y todo lo que toco muere, no podría hacerle eso a Lucia, no podría permitir que muriera.

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En Colombia la palabra mamerto se usa para referirse a una persona sin habilidades y de poca inteligencia.

¿Creen que Mauricio pierda la cordura?
Capítulo escrito el 02 de mayo 2021