7. Sesión de besos

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"Permíteme distraerte"

Minhyuk miró por la ventana de la habitación de Hyungwon. Decir que llovía era decir poco. Tal era el nivel de agua que caía del cielo, pesado y ruidoso, que la vista normal parecía borrosa, el cielo estaba tan oscuro como la noche y la única iluminación visible eran los relámpagos que prendían el área por completo como miles de flashes disparados a la vez. Aunque su reloj dijera que eran las doce del mediodía, era difícil no creer que era entrada la noche. La época de lluvias primaverales habían comenzado con fuerza y no le daban descanso a la apresurada ciudad de Seúl.

Lo había despertado un llamado de su manager hace menos de cinco minutos que decía que su sesión de fotos estaba cancelada y sería reprogramada pronto. Gran parte de la sesión era al aire libre, y aunque era en un par de horas, con la humedad y el ambiente mojado sería mejor esperar a un día seco. Se separó del vidrio y giró para volver a posar los ojos en la cama donde estaba recostado Hyungwon, sobre su costado y la mejilla aplastada contra una almohada, mirando su celular muy cerca de su cara porque no llevaba los anteojos. Tenía el torso descubierto y las sábanas le cubrían hasta la cintura, donde por debajo de estas sólo llevaba un bóxer, a diferencia de Minhyuk que además de la ropa interior, tenía una camiseta gris enorme.

–Hyungwon, ¿Puedes llevarme a casa? –habló el modelo en un puchero. Se arrojó en la cama al lado del dueño de casa, pero solo se ganó un movimiento desaprobatorio de su cabeza.

–¿Acaso perdiste la cabeza? –contestó el aludido, sin despegar la vista de la pantalla. La respuesta ya la sabía, pero no dejaba de sorprenderle las cosas que podía pedir.

–Anda~ por favor –insistió, pronunciando aún más su labio inferior, pero fue vilmente ignorado –Ugh, qué flojo eres. Pídeme un taxi al menos –se quejó con más insistencia y pataleando sobre la cama. De alguna forma tenía que llegar a su casa con esa tormenta.

–No seas tonto, Minhyuk –dijo, esta vez girando la cabeza en su dirección y le dedicó una mirada cansada. –. Ya viste como llueve afuera... Salir en estas condiciones es peligroso –explicó, como si fuera lo más obvio del mundo –. Cuando se calme la tormenta, te llevaré a tu casa, sea en una o dos horas, en la noche, o mañana por la mañana, no te preocupes –terminó. Tal vez sólo fueran casuales entre ellos, pero Hyungwon no era un bastardo que no le importa la seguridad de las personas.

Minhyuk suspiró profundo y con frustración y rodó sobre su espalda para contemplar el techo. No quería pasar el estúpido domingo ahí. Era raro, ellos no hacían eso. Se veían el viernes en la noche, pasaban el sábado en la cama y luego el domingo seguían cada uno por su lado hasta el próximo fin de semana libre. Había veces que se veían entre semana, pero eran ocasiones muy raras.

Un movimiento en la cama lo distrajo y al voltear hacia donde provenía, notó a Hyungwon más cerca suyo.

–¿Por qué tanto apuro en irte? No es como si fueras un extraño en mi casa –preguntó el platinado. Acomodó la cabeza sobre la mano y se levantó un poco de la cama, para mirarlo mejor a la cara al conversar.

–Alargar mi estadía un domingo está por fuera de nuestro trato –contestó el contrario, con simpleza, pero sonaba extrañamente serio.

–Ah, es eso –exclamó Hyungwon, –. Por hoy será una excepción –le restó importancia Hyungwon –. No le prestes mucha atención a los detalles, eso es lo que complica las cosas –afirmó.

Se tiró de nuevo en la cama, y se volteó a darle la espalda a su invitado con toda la intención de volver a dormir, pero este último se levantó y se acercó. Se asomó desde su espalda y lo miró desde arriba. Picó su mejilla repetidas veces hasta que logró dejar de ser ignorado y un rostro molesto lo miró con disgusto y expectativa. Agarró su rostro y apretó para hacer que sus labios se pronunciasen.

30 Days of Smut (Hyunghyuk)Where stories live. Discover now