Yo soy tuyo

Capitulo 54

- Si ella quiere que me quede, me quedaré. - Miró a Peter igualmente.

- ¿Lali? - ambos la miraron quien tragó.

Lali miró a los dos por un rato y dejó escapar un suspiro, había un chico hermoso coqueteando con ella, a pesar de que ella solo quería su amistad. Al mismo tiempo, Peter, su mejor amigo, tenía esa cara de bebé que tanto amaba y se estaba quedando con él ahora y no lo cambiaría por nadie.

- Hum, Johan, podemos hablar más tarde, ¿qué tal? - Johan la miró decepcionado y pudo verlo irse sin niquiera decir un adiós, solo una pequeña mirada y una pequeña sonrisa en el costado.

- Adiós, amigo. - Dijo burlándose de él, se reí de que el chico se fuera.

- ¿Feliz? - Finalmente dijo al ver su sonrisa.

- Por supuesto, pequeña. - Sonrió - por un momento pensé que lo iba a elegir - Habló en confesión.

- Ni siquiera se me pasó por la cabeza - se rió de la pequeña mentira - Amm ... si yo fuera tú, usaría protector solar - era la tercera vez que le decía eso.

- Estoy bien - sonrió - ay, ¿quieres un poco de agua de coco? - la miró después de ponerse las gafas de sol.

- Pregúntale si el mono quiere banana - puso los ojos en blanco riendo.

- ¿Quieres banana, Lali? - dijo en broma, luego recibió una palmada en el brazo - Qué bruta. - Le mostró su lengua y salió detrás de la de una choza de cocoteros. Lali se rió mientras él se iba, luego se puso las gafas de sol y se acurrucó en la silla de playa. No pasó mucho tiempo para que alguien viniera a molestarla.

- Disculpe - Lali miró quien la molestaba.

- ¿Sí? - Mirando a un chico de ojos negros y cabello del mismo color y piel muy blanca y rojiza por el sol.

- Santiago - se presentó y besó la mano de Lali.

- Lali - gustando de la actitud del chico.

- Ni te pongas felíz, hijita- se rió con la cara que hizo - la fruta que te gusta me la como hasta el bulto - le guiñó un ojo, él estaba confesando ser gay, entonces qué estaba haciendo allí?-  Voy al grano. - Lali lo encontraba divertido y muy auténtico. - una  amiga mí que está allí. - Señaló a una chica un poco más lejos, la chica de cabello dorado y ojos claros, la chica disfrazó apenas cuando ambos la miraron. - Así que se llama Gabi y está muy interesada en el chico con el que estabas hablando - dijo directamente, Lali que tenía una sonrisa en el rostro, la cerró en el acto - ¿qué te parece jubtarlos? - Ahora miraba a Lali, por lo que no había notado que su sonrisa se marchitaba.

- ¿Juntarlos? - sonrió - ¿Por qué juntaría a mi marido con ella? - No pensó en hablar, solo se fue, Santiago tosió asustado y la miró con remordimiento.

- Mil disculpas, no sabía que estaba casado - disculparme.

- Hmm, está bien ... solo te pido que no lo mires demasiado - se rió de la propia mentira.

- Lo siento mucho. - Lali ya había mentido, estaba mintiendo, dijo que era alguien que no era. Después de la enfermedad, nunca pensó en el futuro y mucho menos en casarse.

- ¿Esposo? - Lali saltó de la silla, era Peter con dos cocos en la mano - Me casé y nadie me lo dijo - Lali lo miró avergonzada.

- Es muy feo escuchar la charla de las personas ¿sabes? - Peter le entregó el coco.

- ¿Sabías que también es feo mentir? - Él rió.

- Fue por una buena causa, esa rubia te estaba comiendo con los ojos y pronto le estaba cortando las alas - confesando,Peter apenas se reía - ¿lo siento, ok? - Dijo avergonzada - creo que tengo ...

- ¿Celosa? - dijo con la cabeza - Deseo casarme con un gato como tú - le guiñó un ojo - por cierto, ¿te casarías conmigo en unos años? - Lali lo miró riendo.

- ¿Eso es una propuesta de matrimonio? - se rió - Te confieso que es la peor petición que he visto en mi vida - Peter hizo un puchero.

- Me dolió - Dijo con haciendo puchero - después de eso voy tras esa rubia - Se levantó de la silla, pero siendo detenido por Lali que también ya estaba parada y tomándolo de la cara para besarle los labios.