Capitulo 85

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Allí estaban Lali y Peter tumbados en el sofá, mirando televisión.

- ¿Quieres comer algo? - Majo bajó las escaleras ya duchada

- No, gracias mamá - Sonrió cariñosamente. Majo, al llegar a la casa, se había sorprendido al ver a los dos calvos y terminó riendo de asombro.

- Tengo hambre -  Miró a Lali y luego a Majo - Y Lali también - Lali lo miró.

- Tu eres el hambriento, yo no - Habló enfurruñada

- Entonces los dos van a comer, van a la cocina. - Lali le dio una palmada a Peter en el brazo.

- Todavía tengo un nudo en el estómago, ¿sabes? - Se cruzó de brazos.

- Tienes que comer - Le besó el pezón - sabes que no has comido en más de tres horas - Hizo los tres con los dedos.

- No voy a discutir contigo - Resopló - Eres un entrometido - Peter se rió.

- Si comes podemos ir a algún lado - Lali automáticamente lo miró.

¿Dónde? - Se enderezó en el sofá.

- No sé, tal vez Sierra Madre - Habló sin darle mucha importancia, Lali lo miró con un brillo en los ojos - Nada mucho - Con ganas de reír, sabía que era su sueño conocer a Sierra Madre

- ¿Qué quieres decir con nada mucho? - Dijo sonriendo - Mamá, me muero de hambre, tráeme el plato más grande - gritó desde el sofá, Majo no entendió, pero Peter terminó riéndose de su ansiedad por ir a esa montaña.

...

Majo había intentado evitar la salida de los dos, pero con el llanto que había hecho Lali, terminó conmovida y se lo permitió, tenía tantos miedos cuando se fue el mismo día de la quimioterapia.

- ¿Cuál prefieres? - Preguntó mostrando dos pañuelos en la cabeza, uno era rosa con calaveras y el otro azul con algunos detalles de princesa, eran sus pañuelos de cuando aún era una niña.

- ¿Para qué es eso? - Ya en el camino de tierra.

- ¿Cómo para qué? Para ponértelo en la cabeza. - Hablando de lo obvio.

- ¿Pero para qué? - Lali puso los ojos en blanco - Eres la chica más hermosa, no necesitas pañuelos - Dijo tiernamente.

- Tú piensas eso, los demás no. - Dijo mirándolo.

- ¿Entonces mi opinión no es válida? - Habló un poco herido - ¿A quién le importan las opiniones de los demás?

- Me importa, soy calva - Se pasó la mano por la cabeza rapada.

- Qué coincidencia, yo también. - Dijo mirando por el espejo retrovisor a la cabeza calva. Lali sonrió al recordar lo que había hecho por ella, ambos se quedaron en silencio - Pero si tanto te preocupas, creo que la princesa es como tú - Solo hablando, Lali terminó poniendo lo que había dicho.

No tomó mucho tiempo y estaban encima de la montaña, Lali se bajó del auto con la boca abierta con la belleza de la ciudad desde arriba, caminó hasta el acantilado y miró la ciudad casi a oscuras por la noche. Peter se acercó a ella con los brazos cruzados, deteniéndose a su lado derecho y admirando la ciudad también. Lali lo miró por el rabillo del ojo y como un jet le rodeó la cintura con el brazo derecho y apoyó la cabeza en su brazo.

- No aprecié que hicieras esto por mí - Ella levantó un poco la cabeza y miró su cabeza rapada.

- ¿Quién dijo que lo hice por ti? - Se rió - Lo hice porque quería quedarme calvo, es de manera amistosa - Habló como un hombre gay, Lali se rió y lo sintió abrazarla con cariño, llevó sus labios hacia donde debería haber cabello en ella y colocó un beso sincero - Es un placer estar como tú - Le guiñó un ojo y la besó en la mejilla - Pero di la verdad - Ambos se miraron - Me puse muy guapo, ¿no? - Habló convencido.

Yo soy tuyoWhere stories live. Discover now