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El tiempo pasaba y el sol casi que ya no se veía, sólo se alcanzaba apreciar sus rayos tenues que cada vez se iban apagando con el paso de los minutos. Comenzaba hacer frío, y el viento silbaba entre las hojas de los árboles. Un escenario bastante tétrico, el miedo y el sentirse observado era fuerte, aquella sensación de incertidumbre los tenía inquietos.

El hambre y el cansancio era otro de los problemas que estaba teniendo el grupo, así que el primero en detenerse para quitarse la mochila y sacar un poco de provisiones fue Soobin. Cuando se detuvo Namjoon le siguió y se sentaron en un tronco caído que servía perfectamente para sentarse.

—Vengan a comer algo, se ven cansados —Nam dirigió su mirada hacia Taehyung quien no lucía para nada bien.

El mayor tomó a Kim de su brazo para ayudarlo a sentarse. De su frente caían pequeñas gotas de sudor que escurrían hasta su cuello, y aparte por la caída que había tenido estaba caminando cojo, añadiéndole a esto que tenía aquel típico dolor de espalda. Una vez lo sentó en el tronco, Nam se agachó y revisó con cuidado su tobillo derecho.

—Sólo te lo doblaste, puede que sea un esguince, pero nada grave, ¿te duele mucho?

Taehyung asintió con la cabeza.

—No tenemos nada para ponerte, solo queda que lo soportes hasta que pase. —Continuó con pesar.

—Un esguince no es nada, gracias por preocuparte hyung.

—Somos un grupo ahora, nos cuidamos entre los cuatro.

Jungkook estuvo de acuerdo con aquellas palabras, las había sentido sinceras y el de verdad esperaba no separarse de ellos, ni de Soobin, ni de Namjoon y mucho menos de Taehyung, le prometió cuidarlo y eso haría.

El grupo ya sentado comenzó a comer, el dongsaeng había tomado un par de latas de kimchi, un paquete de galletas saladas y botellas de agua, era poco, pero debían hace durar la comida hasta encontrar alguna tienda o supermercado, lo cual se veía imposible en estos momentos. El que más comió fue Taehyung, por obvias razones habían decidido alimentarlo lo suficiente para que recobrara fuerzas, no sólo para él, también para ese bebé que venía en camino.

La noche era inminente; no había donde ir, en donde dormir, perdidos en en medio de un infinito bosque.

—Será mejor que ya nos movamos, prendamos las linternas y busquemos una cueva para pasar la noche —propuso Jeon, quien fue el primero en terminar de comer.

—Creo que es mejor quedarnos aquí Jungkook, hagamos una fogata y pasamanos la noche, mañana pensaremos bien en que hacer —añadió Taehyung.

Si era sincero la idea de seguir moviéndose sin saber por donde dirigirse no le gustaba, le preocupaba encontrarse con más de esos extraños seres putrefactos.

—Tiene razón hyung, ¿y si esas cosas andan por ahí? —aportó Soobin a la conversación mostrando que estaba de acuerdo con Kim.

Sólo quedaba que Namjoon opinara, y dependiendo de lo que dijiera se conversaría y se tomaría la decisión final.

—¿Nam hyung, que dices?

—Quedarnos aquí en medio del bosque tampoco es buena idea, pero movernos sin saber es más peligroso... Dios, ¿Cómo fue que llegamos a este punto?, sólo estaba en mi casa tranquilo y ahora huyo de criaturas extrañas —se tomó el cabello con frustración, debía pensar pronto en qué hacer.

—Lo sé, yo sólo venía de viaje y estoy en medio de un bosque, ¿Qué cosas no? —dijo Jeon sarcástico

—Oigan relájense, no es el fin del mundo tampoco, esto pasara en algún momento —Taehyung se oyó serio y firme, pronto los tres chicos le colocaron atención apenas habló.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora