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—Eres un maldito loco. ¡Suéltenme de una puta vez!

Jackson quien estaba escondido en el mismo auto que hace poco vio como su amigo y compañero era arrastrado por uno de lo tipos hasta dentro de la tienda de conveniencia.

A su lado estaban Namjoon y Hoseok.

—Tenemos que entrar ahora o lo van a matar —dijo con desespero el moreno mirando con precaución.

Wang estaba demasiado ansioso, apenas había oído la voz de Min y de los demás supo que había problemas. Dentro de su escondite en el restaurante vio como amenazaban a Yoongi con machetes y lo amarraban de manos y pies para que no se moviera.

No había un plan previo para sacarlo de ahí, pero Jackson le importo más actuar que hacer un plan.

Al poco rato llego Jungkook, Sehun y Hueningkai, quienes lucía igualmente preocupados.

—No hay tiempo de pensarlo tanto, tenemos que entrar y sacar a Yoongi hyung de ahí ahora —sentenció Jeon.

Todos estuvieron de acuerdo.

Hoseok preparó su arma y fue el primero en avanzar hacia la tienda con sumo cuidado de captar la atención, si bien estaba dentro del local intentando hacerle daño a Yoongi, un movimiento en falso y todos sufrirían las consecuencias.

Jackson le indicó a los demás con una zeña que fueran junto a Jung para esperar su señal y lograr entrar.

Una vez reunidos Wang espero el momento apropiado para colarse con cautela a la tienda y atacar.

—Espero que ardas en el infierno.

Cuando se asomó por el ventanal de la tienda, se percató de que todos rodeando a Min, demasiado pendientes de él y preparandose para colgarlo del techo del local. Fue en ese entonces que el militar actuó.

El resto el grupo espero a que Jackson entrara y diera alguna señal para entrar y así enfrentar a los Profetas.

El militar, entró cauteloso y apresuró sus pasos hasta que paso su antebrazo por el cuello del sujeto que tenia el arma de Yoongi, luego la levanto apuntando hacía el tipo que estaba enfrente de él.

—También espero que ardas en el infierno loco de mierda.

El que sostenía el arma, por culpa de la emboscada apretó el gatillo y mató a su hombre por accidente.

Ya después todos comenzaron a entrar para atacar a los Profetas y matarlos, y luego liberar a Min. Había sido demasiado intenso todo el ataque. Era primera vez que se enfrentaban a personas tan temerarias como lo eran los Profetas.

Uno a uno fue cayendo hasta que las únicas dos personas que quedaron en el pie en el bando contrario fueron las dos mujeres. Ambas estaba llorado de la pura rabia y tristeza al ver como uno de los del hospital mató a su líder con disparo en la cabeza. Nada acabaría hasta ahí.

Ambas salieron corriendo de la tienda sin mucho más que hacer por sus compañeros y por el líder de los Profetas. Tras huir dejaron solo al grupo que iba de camino al hospital con una mala sensación en sus cuerpos.

Jung por su parte guardó su pistola, primera vez en su vida que mataba a alguien así, pero eran tiempos difíciles, la vida suya y de sus amigos estaba en peligro, el mismo Min fue testigo de aquello.

—¿Estás bien Yoon? —preguntó Jackson preocupado tendiendo su mano para ponerlo de pie.

Yoongi la sujetó y se levantó.

—Sí, un poco más y no la cuento.

—Será mejor movernos antes que esas dos traigan a más de ellos —advirtió Huening Kai tomando algunas proviciones de las despensas que se encontraban en el lugar.

Outlast ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora