✨ 𝆹𝅥󠁕𝐁𝐚𝐛𝐲, 𝐖𝐡𝐚𝐭 𝐚 𝐒𝐡𝐚𝐦𝐞.

🌙𝑵𝒊𝒏𝒆𝒕𝒆𝒆𝒏

- ¿Era necesario venir los tres? - Pateaste una piedra mientras observabas tu pantalla y Terushima me jalaba de la manga.

- ya les dije que sí y ya deja ese videojuego Kenma porque te vas a caer - te quitó el aparato de tus manos y rápidamente lo miraste molesto.

- ¡Kenma, que milagro verte acá! -

Tu rostro se congeló por un momento a lo cual no tardaste también en agarrarte de mi manga de manera disimulada.

- Kuroo...¿Que haces acá?¿No tenías cosas que hacer? -

- sí pero la abuela quería que comprara algunas cosas antes, en fin...¿No me presentarás a tus amigos? - nos observaste con una sonrisa y cuando me visualisaste sonreiste aún más - ¡Pero si es Yamaguchi! ¿Por qué no me contaste que eras amigo de él, Kenma? -

- no te incumbe...-

- ¿Qué te hice para que me trates así? Llevas tiempo ignorando mis mensajes, llamadas y ahora que por fin podemos vernos me ignoras -

¿Qué le hiciste? ¿Todavía tienes el descaro de preguntar?

Tu agarre en mi brazo se hizo más fuerte y Terushima lo notó.

- tú...seas quién seas te pido que te alejes de nuestro amigo, si él no quiere hablar contigo ha de ser por alguna razón y tú debes conocerla; no lo molestes más, nosotros nos retiraremos así que buen día para usted - nos hizo a un lado lejos del pelinegro que lo veía molesto para después seguir caminando un poco más apresurados.

Logramos perderlo de vista pero aún no te soltabas de mi brazo, ¿Tanto era tu miedo?

- perdón...-

- ¿Por qué te disculpas? -

- por meterlos en mis problemas -

- para eso están los amigos, para ayudarnos además saben muy bien que ese pelos de gallo me cae de la patada, por mí lo habría golpeado en ese mismo instante -

- Terushima, no empieces -

- perdón Yams, ¿Quieren ir a comer algo antes de buscar lo que nos pidió mi madre? -

- ¡Hablando de eso! Hay una cafetería muy buena por aquí cerca ¿Quieren ir? -

Ambos asintieron y cambiamos de ruta, el mediodía estaba muy pacífico y refrescante, tal y como todos los días cuando ambos salíamos a caminar o jugar voleibol. Ojalá nunca se hubiera aparecido ese día mientras esos niños me molestaban, ojalá yo me hubiera defendido solo para no tener que conocerlo a él.

No tardamos en llegar a la cafetería a la cuál entramos y rápidamente pudimos sentir ese agradable aroma del lugar, había al menos dos personas como clientes sentadas en distintos lugares mientras se distraían leyendo algún libro o simplemente miraban por la ventana.

- buen día, ¿Qué puedo traerles? - la rubia sonreía mientras limpiaba su mandil blanco de la falda y sacaba su pequeño cuaderno de notas para escribir nuestra orden, sigue igual de linda que en la preparatoria.

- una tarta de manzana - pediste sin siquiera mirarla, tus ojos estaban puestos en el área de videojuegos que había enfrente.

- yo quiero...un pie de limón nadamás -

- un capuchino está bien - pedí mientras anotabas todo y sonreías para después irte.

Ni siquiera me reconociste, al parecer.