✓ MI PSICÓPATA || P.M

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POV Brooke_

— ¡No quiero ir con papá!— refunfuñé como una niña pequeña. Llevábamos días discutiendo sobre lo mismo, sabía que ya tenía mi vuelo pero aun así refunfuñaba para no ir.

—Brooke tu papá quiere verte, por favor— me crucé de brazos y subí a mi habitación. Encendí el altavoz y puse la canción “Can you feel my heart” de Bring Me The Horizon, me encantaba cantarla a todo pulmón. — ¡CAN YOU SAVE MY BASTARD SOUL! ¡WILL YOU WAIT FOR ME! ¡I’M SORRY BROTHERS, SO SORRY LOVER, FORGIVE ME FATHER, I LOVE YOU MOTHER! — estaba ordenando el cuarto, estaba la ropa tirada por todas partes. Me dirigí a mi mesilla y vi una sombra de reojo. — ¡AH! Joder mamá— paré la música y puse mi mano en el pecho recobrando la respiración, me había asustado, digamos que no era algo difícil de hacer.

—Lo siento, venía a avisarte de que tu vuelo sale mañana a las 9h30 de la mañana, vendrá tu padre a buscarte— asentí con la cabeza, salió del cuarto y seguí recogiendo.

Preparé la maleta y mi mochilita para el avión y la dejé encima de mi escritorio, paré la música y me tiré sobre la cama mientras miraba Instagram.

— ¡Brooke, baja a cenar!

— ¡Voy!— puse mi móvil a cargar y bajé. — ¿Qué hay para cenar?— toqué mi barriga que hacía ruido por el hambre.

—Pasta a la carbonara— me senté feliz en la mesa, mi madre cocinaba muy bien, y todo le salía bueno, relamí mis labios al ver el plato y olerlo. Era uno de mis platos favoritos y ella lo sabía.

—Mhm que pintaza— empezamos a comer mientras hablábamos. —Muy bueno mamá, voy a ir a la cama que mañana nos levantamos temprano— ella asintió, me acerqué a darle un beso en la cabeza. —Buenas noches.

—Buenas noches, cariño— me sonrió. Subí a mi cuarto, fui al baño, me desmaquillé y peiné mi pelo, me lo até en dos trenzas y salí para ponerme el pijama. Me puse dentro de las sábanas y al segundo me dormí.

Mi alarma sonó, estiré mi brazo para apagarla y me levanté, agarré la ropa que preparé ayer encima del escritorio, quería ir cómoda así que me puse unos jogging pants negros, con una camiseta manga corta blanca. Me dirigí al baño, me maquillé un poco y bajé para desayunar.

—Buenos días mamá— estaba preparando tostadas con huevo revuelto.

—Buenos días, cariño— me besó la cabeza. Desayunamos, recogimos la mesa y nos dirigimos al aeropuerto.

—Pasajeros con destino a Carolina del Norte, diríjanse a la puerta A12 para embarcar por favor— anunció la señora por megafonía.

—Adiós mamá— la abracé fuerte.

—Adiós cielo, no hagas ninguna tontería— me besó la cabeza, sonreí. Me alejé y me dirigí a la puerta de embarque.

—Adelante señorita— dijo una de las azafatas.

—Gracias— con la mirada busqué mi asiento. Puse la mochila en el suelo y me puse a escuchar música. Dejé de estar atenta a la música, los ojos se me cerraron y me dormí.

—Señorita estamos por aterrizar, por favor póngase el cinturón— me despertó una azafata.

Aterrizamos y bajé del avión, me dirigí donde estaban las maletas para coger la mía. Con la mirada busqué a mi padre y lo encontré con una mujer, castaña y de ojos azules y un chico pelinegro y con unos ojos azules también.

— ¡Brooke!— mi padre me abrazó fuerte, le di un par de golpecitos en su espalda. — ¿Cómo estás?— me habló sonriendo.

—Bien, bien ¿y tú?— intenté no sonar muy fría. Me respondió con un “muy bien”.

—Hola Brooke, soy Layla, la novia de tu padre— me sonrió. La miré y le di una sonrisa falsa. —Él es Jaden, mi hijo— lo miré sin ninguna expresión en mi cara. Lo salude con la mano y desvié la mirada hacia mi padre.

—Estupendo, ¿nos vamos?— el camino a “casa” fue un poco pesado, mi padre me preguntaba sobre mí, cuando no se había preocupado en años y su noviecita intentaba ser amable conmigo, si no fuese por ella mis padres seguirían juntos.

—Bienvenida a casa cariño— eso no era una casa, era un casoplon, miré la casa asombrada. —Jaden, enséñale la habitación a Brooke por favor— él asintió y lo seguí.

—Es esta, la decoró tu padre— se tiró encima de mi cama con confianza.

—Pero que confianzas— rodé mis ojos. Él rió levemente. Empecé a desempacar mis cosas.

—Tú y yo nos llevaremos bien renacuaja.

—Y que te lo creas, y no me llames así, gracias— lo miré con cara de disgusto.

<<𝕞𝕚 𝕡𝕤𝕚𝕔𝕠𝕡𝕒𝕥𝕒>>

PRIMER CAPITULO
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